La película más divertida del año está en Netflix: Game over, man
Tras una mala racha llena de estrenos que apuntaban alto y se quedaron en globos pinchados, como The Cloverfield Paradox o la reciente Aniquilación, Netflix vuelve a demostrar que si algo sabe hacer mejor que nadie, es presentar comedias salvajes sin filtros ni censuras.
Mientras Adam Sandler sigue a lo suyo (o sea, hacer estupendas comedias) o Noah Bambuach sigue avanzando con sus comedias urbanitas, Netflix presenta ahora la comedia más grosera y violenta del año: Game Over, Man!
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Los creadores de Workaholics, aquella barrabasada que duró siete años, se juntan de nuevo para presentar su peculiar y muy gamberra versión de Die Hard, solo que en este caso no tendremos un desencantado héroe de acción: tenemos a tres imbéciles descerebrados obsesionados con drogarse y el sexo.
Parece que nadie se ha dado cuenta, pero a la hora de presentar comedias, Netflix tiene un ojo superior al resto.
Esta Die Hard full retard es una de las más desternillantes chorradas que te puedes encontrar en la plataforma.
Vulgar, grosera y contundentemente sangrienta, Game Over, Man es una digna sucesora de MacGruber gracias al ingenio de unas cuantas resoluciones cómicas. Aquí no dejan títere con cabeza. No es una metáfora.
Kyle Newacheck, todo un veterano de la televisión cómica (Workaholics, Parks and Recreation o Community), salta al cine con una delirante propuesta escrita junto a uno de los protagonistas, Anders Holm, para saltarse todas las normas sobre el decoro en el estreno de una de las comedias del año en Netflix.
Llena de chistes de penes y drogas, Game over, man consigue ser algo más que una simple sucesión de chistes, ya que termina siendo una feroz crítica a todo un sistema corrompido y deficiente, al igual que hizo Borat en su momento.
Sí, puede que los primeros planos de genitales no sean del gusto de todo el mundo, pero es solo, metafóricamente hablando, la punta del iceberg.
El tratamiento de las relaciones internacionales de los Estados Unidos, el acoso laboral o la corrupción están muy presentes en la aventura de tres nerds que se dedican a limpiar habitaciones en un hotel mientras aspiran a revolucionar el mundo de los videojuegos, lo que llevará a nuestros héroes a pelear contra una banda de peligrosos terroristas que tomarán un edificio de la gran ciudad lleno de rehenes mientras dan un golpe de 500 millones de dólares.
Sí, hasta ahí no hay nada más que un plagio a Die Hard, pero lo bueno es precisamente eso. Game over, man es un la aventura de nuestra vida, donde aplaudiremos las andanzas de un puñado de gañanes con ganas de matar a una banda de desalmados asesinos de la manera más violenta posible. Todo aderezado con algunos chistes de pollas absolutamente memorables. La mejor peli de Die Hard en más de 20 años no es la que te esperabas. Si a eso añades que el título es un homenaje a la frase más célebre de Bill Paxton en Aliens, el resultado es perfecto para una informal tarde de risas.