La violencia homófoba arruina el estreno de la película de Kristen Stewart "Love Lies Bleeding" en Bélgica

El sábado (13 de abril) se produjo un incidente en el estreno en Bruselas de Love Lies Bleeding.

Durante una proyección de la última película de Rose Glass, protagonizada por Kristen Stewart, se produjo un abandono masivo de la sala tras una avalancha de comentarios insultantes.

Según Variety, más de 60 personas abandonaron el estreno, que tuvo lugar en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Bruselas (BIFFF), y los organizadores de la proyección informaron de al menos tres casos de violencia física.

La película de suspense romántico, producida por A24, sigue la relación entre la gerente de un gimnasio y un ambicioso culturista. En una crítica de cuatro estrellas, NME escribió: "Rose Glass, que coescribió la película con Weronika Tofilska, ha entregado un brillante noir repleto de esos grandes ingredientes pulp: sexo, drogas y violencia."

Según informa Variety, algunos asistentes describieron "abucheos y abucheos homófobos" durante las escenas de sexo de las películas, y una escena en la que se retrataba la coacción sexual al parecer "arrancó aplausos".

Una de las asistentes, Elina Fischer, declaró a Variety: "Las cosas se nos fueron de las manos". Describiendo su experiencia como "traumática y horrible", añadió: "Temíamos por nuestras vidas, porque el tipo de gente que dice esas cosas durante la proyección de una película es el tipo de gente que nos agrede. Así que nos asustamos y tuvimos que salir".

Fischer explicó el significado de la película y su relación con el incidente que se produjo: "Esta película nos representa. Fue hecha por y para nuestra comunidad, así que que los homófobos arruinen nuestra experiencia es terrible".

Y añadieron: "Todos nos sentimos muy tristes, conmocionados y enfadados, porque sentimos que nuestra posición no puede existir sin ataques. [La lucha contra] la homofobia aún tiene un largo camino por recorrer".

Una declaración más larga, que incluía algunos de los peores momentos de los asistentes al evento y compartida con Variety decía: "Conocemos la diferencia entre las bromas normales y los insultos y comentarios lesbofóbicos".

La declaración continúa: "Cuando el público aplaude durante [lo que consideramos] una escena de violación, cuando hace pantomimas de masturbación y grita a las actrices en pantalla 'desnúdense', 'quiere polla', 'asquerosas' y 'sucias bolleras' a la menor escena de intimidad lésbica, una vez que los espectadores se levantan para abandonar la sala o pedir respeto, sólo para ser abucheados, insultados y agredidos físicamente, y una vez que decenas de lesbianas abandonan la sala llorando, ensuciadas, degradadas y escandalizadas, no podemos hablar de un ambiente "de buen rollo"."

Al parecer, las primeras personas se marcharon a los 20 minutos de empezar la película, mientras que algunos asistentes se quedaron para enfrentarse a los comentarios hostiles de algunos miembros del público.

Otro asistente describió cómo les lanzaron insultos cuando decidieron marcharse. "Se convirtió en algo mucho más desagradable. Violento. Estábamos abrumados, llorando y nos decíamos que esto no era normal".

Tras los abandonos, el incidente se agravó aún más, ya que entre 60 y 80 personas se reunieron en el vestíbulo del cine para protestar contra el propio evento. Al parecer, los asistentes pidieron que se interrumpiera el espectáculo en lugar de que se les devolviera el dinero de la entrada. Sin embargo, los organizadores del festival no accedieron a la petición, y la protesta se intensificó, antes de ser disuelta por las fuerzas del orden locales.

Intentando incidir en la proyección dentro del cine desde el vestíbulo, el citado asistente explicó: "Gritamos para que nos oyeran también dentro, para estropearles un poco la experiencia de la película, igual que ellos nos habían estropeado la nuestra".

Jonathan Lenaert, del BIFFF, habló del incidente: "Habíamos programado esta película específicamente porque tocaba el tema de la comunidad LGBT. Nos pareció estupendo que [este tipo de] cine fantástico se abriera también a esta comunidad, dándonos la oportunidad perfecta para dar la bienvenida a un nuevo público a nuestro festival."

Y prosiguió: "Tenemos el deber de contextualizar. Asegurarnos de que todas las comunidades se sientan bienvenidas y en pie de igualdad. El humor en la sala nunca debe ser dirigido y mezquino, y todas las excepciones son intolerables".

Lenaert añadió: "Para ser franco, un gramo de mierda estropea un kilo de caviar, y ahora mismo vamos a hacer todo lo posible para eliminar ese gramo de mierda. Tomaremos medidas directas: Si alguien hace comentarios inapropiados, será expulsado inmediatamente".

Al día siguiente, el BIFFF hizo público un comunicado en el que pedía disculpas al público por "comentarios discriminatorios contra cualquier comunidad" y calificaba de "inaceptables" los hechos del sábado.