Las 13 meteduras de pata más increíbles del cine
No importa los premios que tenga, ni las estrellas de la crítica, ni tampoco que haya sido una de las triunfadoras en taquilla de ese año. Tampoco el género: bélico, acción, histórico, drama… nadie, y repito, nadie, está a salvo de una buena metedura de pata en el set de una película. Es imposible tener el control de todo lo que pasa en un rodaje, y aquí te dejamos algún ejemplo de ello, algunos de directores irrepetibles. Las 13 meteduras de pata más increíbles del cine empiezan con…
La Gran Evasión (The Great Escape)
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La camiseta del personaje de Steve McQueen está hecha unos zorros, cómo la camiseta de cualquier preso en un campo de refugiados nazi que solo desea abandonar de cualquier manera posible. Lo que pasa es que cuando llega a la celda, está inmaculada, como de estreno.
Gladiator
Los problemas se multiplican cuando hablamos de cine histórico. En la popular película de Ridley Scott hay planos tan abiertos sobre las gradas que, bueno, era inevitable ver a parte del equipo técnico disfrutando de la velada de circo. O esperando su turno para coger su ángulo.
Cara a Cara (Face/Off)
Los únicos problemas de esta película son los planos directos que John Woo se marca de los especialistas en escenas de acción. Tampoco es que trate de esconderlos, pero oye, un poco de sombras no habría venido mal. No rompen la magia, pero están cerca.
Indiana Jones y la última cruzada (Indiana Jones and the Last Crusade)
En el regreso a la vida adulta del doctor Jones tras un inmenso flashback circense, volvemos a ser testigos de que no ha nadie en el cine que encaje mejor los golpes. Lo raro es que la sangre se cambie de lado entre plano y plano.
Salvar al Soldado Ryan (Saving Private Ryan)
No tenemos nada contra Spielberg, y que aparezca seguido aquí es pura coincidencia. Tampoco es que nos parezca un error grave, porque en ese bolsillo puede ir cualquier cosa y además el plano es muy rápido, pero…
Commando
Uno de los clásicos. Creo que pillamos este gazapo incluso la primera vez que la vimos, con ocho o nueve años. Ahí empezamos a descubrir que había diferentes tipos de magia en el cine.
Al igual que pasaba con el circo de los romanos, quién no querría aprovechar al máximo un crucero por aguas exóticas. Y si no que se lo pregunten al chulito que está detrás de Depp.
La Jungla de Cristal (Die Hard)
A ver, ya sabemos que para un europeo el apellido de la señora de John McClane es complicado, pero… ¿para ellos también?
Mentiras Arriesgadas (True Lies)
Este pedazo de doble tiene más sentido que otros: ¿de verdad crees que un pobre caballo soportaría el peso de ese pedazo de Schwarzenegger al galope corriendo por el asfalto?
Transformers: El lado oscuro de la Luna (Transformers: Dark of the Moon)
Un clásico de nuestro tiempo: la gorra que aparece y desaparece. En realidad en una peli de Michael Bay todo va tan deprisa que uno no se da cuenta hasta la tercera vez que la ve.
Misión Imposible 2
El equivalente adrenalítico de la gorra de quita y pon es, en este caso, el cinturón de seguridad de un veloz vehículo en carrera pilotado por Tom Cruise. Normal que con el fragor de la carrera nadie haya reparado en ello hasta hoy. Normal también si tenemos en cuenta que es la más aburrida de la saga y que tampoco es que haga mucha falta volver a ella con regularidad.
Noche y Día (Knight & Day)
Ok, esto es un poco localista pero, en serio, ¿San Fermines en Sevilla? ¿Con coches?
Quantum of Solace
El barrendero. El puto barrendero más famoso de todos los tiempos. Me río de Cantinflas.
