Las 5 mayores fortalezas de Ash Ketchum (y sus 5 peores debilidades)

Ash Ketchum es un individuo polifacético que tiene muchos puntos fuertes, pero también muchas debilidades. Mientras que ciertos aspectos de su carácter pueden impulsarlo hacia su sueño de convertirse en Maestro Pokémon , hay otros que lo obstaculizan.

Si hay algo que los fans han aprendido al ver a Ash en su viaje durante los últimos 23 años es que convertirse en un Maestro Pokémon no es nada fácil. Un entrenador necesita una serie de características para poder enfrentarse a los retos que le esperan. Ash sigue aprendiendo, y aunque sus puntos fuertes y débiles han cambiado con el tiempo, algunos han estado ahí desde el principio.

10 Fortaleza: Ash tiene un fuerte sentido de la justicia

Si Ash ve que alguien hace algo malo, nunca se hace de la vista gorda. Siempre defenderá a las personas y a los Pokémon que considere que están siendo víctimas de una injusticia. Sus buenas acciones le han llevado incluso a capturar Pokémon, como Heracross, grupo al que ayudó cuando expulsó al Equipo Rocket y, posteriormente, a una invasión de Pinsir que estaba talando los árboles de los que Heracross depende para alimentarse. Puede que el altruismo de Ash le haya distraído de convertirse en Maestro Pokémon, pero ha hecho del mundo Pokémon un lugar mejor.

9 Debilidad: Ash es demasiado impulsivo

Aunque a Ash se le da bien pensar con la cabeza, confiar en este rasgo le ha costado en el pasado. Ciertas situaciones requieren previsión y pensamiento estratégico en lugar de fe ciega. Sus decisiones están a menudo a merced de su temperamento, que puede perderse fácilmente en el fragor de la batalla.

Los buenos entrenadores se han dado cuenta de ello y han actuado en consecuencia. La confianza de Ash puede estar a veces fuera de lugar, y su naturaleza impulsiva ha hecho que esté a merced de entrenadores más calmados y serenos, como Alain y Tobías.

8 Fuerza: Ash se preocupa mucho por sus Pokémon

La serie de anime está repleta de historias sobre entrenadores que abandonan a sus Pokémon porque no son lo suficientemente fuertes. Tepig fue atado a un poste y abandonado, mientras que Charmander fue dejado esperando bajo la lluvia a un entrenador que nunca volvió. Ash, sin embargo, es empático con sus Pokémon, y con los Pokémon en general. Siempre se detendrá en su viaje para ayudar a una criatura necesitada, y sabe cuándo dar a un Pokémon un poco más de amor y cuidado y qué decir para que se sienta mejor.

7 Debilidad: El fresno no tiene en cuenta la eficacia del tipo

En numerosas ocasiones a lo largo de los años, los fans han sido testigos de cómo Ash no tiene en cuenta la efectividad del tipo y simplemente envía a Pikachu para que se encargue de quien sea que se interponga en su camino. Aunque esto ha funcionado a veces, los combates no siempre han sido tan sencillos como podrían haber sido si hubiera tenido en cuenta el tipo de los Pokémon con los que luchaba, y ha tenido que confiar en la suerte en más de una ocasión. Confiar en la fuerza de sus Pokémon para ganar las batallas en lugar de en el tipo hace que la vida sea más difícil de lo que debería para Ash, pero esa es su forma de hacer las cosas.

6 Fuerza: Ash tiene una conexión intuitiva con sus Pokémon

Ash parece desarrollar un vínculo con casi todos los Pokémon que captura, ya sea directamente o con el tiempo. Desarrolló una conexión subconsciente con Lucario incluso antes de que saliera del cascarón y, a medida que crecía, fue capaz de comunicarse con él a través de su capacidad para detectar el aura. Se vinculó con Greninja hasta el punto de que se creó una nueva forma: Ash-Greninja. Y, por supuesto, su conexión con Pikachu no tiene parangón. Esta sensibilidad le permite entender a sus Pokémon y sacar lo mejor de ellos.

5 Debilidad: Ash se rige por las emociones

Aunque Ash ha ganado innumerables combates -por no hablar de un Campeonato de la Liga Pokémon-, son su pasión y su empuje los que le han hecho ganar sus victorias, no necesariamente su habilidad como entrenador. Su corazón y su pasión han disimulado y compensado que no sea un entrenador nato. Entrenadores como Tobias, Cynthia y Leon tienen una crueldad y un sentido innato de lo que se necesita para ganar que Ash no tiene, y por eso no ha tenido mucho éxito en las últimas dos décadas.

4 Fuerza: La adaptabilidad de Ash compensa sus carencias

La otra cara de la moneda de la impulsividad de Ash es que, a veces, pensar con rapidez es lo que le saca de los problemas, o incluso le hace ganar una batalla. Con la ayuda de sus Pokémon, su rapidez mental ha frustrado al Equipo Rocket en innumerables ocasiones, y ha utilizado su capacidad de adaptación a las situaciones para dar un giro a las batallas.

Un ejemplo de esto fue en el Torneo de la Victoria, cuando Ash hizo que Grovyle esquivara el Rayo Hielo de Walrein para que el campo de agua se congelara. Esto permitió a Grovyle moverse mejor y, en última instancia, conseguir la victoria con Hoja de Hoja.

3 Debilidad: La falta de preparación de Ash le ha costado

Ash tiene la costumbre de ir a las grandes batallas sin prepararse mucho. Un ejemplo de esto fue en Teselia, cuando se enfrentó a Elesa en el Gimnasio Nimbasa con solo un Palpitoad. No preparar a ninguno de sus otros Pokémon para la batalla casi le cuesta, y si no fuera porque Pikachu le sacó de apuros una vez más, habría perdido. Si se tomara el tiempo necesario para prepararse en lugar de ir a toda prisa, tendría más éxito en las grandes batallas.

2 Fuerza: La persistencia de Ash le hace levantarse cada vez que es derribado

No importa cuántas veces sea derrotado, Ash siempre encuentra en sí mismo la forma de recuperarse y volver a hacerlo. Puede deprimirse, pero algo en su interior no le permite abandonar. Aunque puede ser muy solitario ser entrenador Pokémon -entrenar sin parar, viajar largas distancias y hacer amigos sólo para tener que dejarlos atrás-, Ash nunca renunciará a su sueño de convertirse en Maestro Pokémon.

1 Debilidad: La ceniza carece de madurez

Aunque Ash lleva casi 25 años intentando convertirse en Maestro Pokémon, sigue siendo un niño. En comparación con muchos de los entrenadores a los que se ha enfrentado, carece de la madurez que solo se consigue con la edad. Ser un niño significa que Ash es susceptible de verse abrumado, como parecía ocurrir en la región de Teselia. Su confianza es admirable pero inmerecida, lo que otros entrenadores le han demostrado en la batalla. Su intercambio con Max en su primer encuentro en "No hay lugar como Hoenn" muestra lo irritable que puede ser cuando la gente cuestiona su capacidad como entrenador Pokémon.

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