Los 10 cameos cinematográficos más extraños de todos los tiempos

Un cameo puede hacer que una gran película sea aún mejor o que se quede en nada, dejando al público preguntándose qué es lo que acaba de ver. La aparición de Mike Meyers en el biopic de Queen como el ejecutivo discográfico que odiaba "Bohemian Rhapsody" fue brillante porque uno de sus personajes más famosos rockeaba con esa canción en Wayne's World.

Por otro lado, el cameo de Madonna en Muere otro día fue un torpe intento de sacar provecho de su poder de estrella, al tiempo que daba a James Bond otra oportunidad de participar en bromas insinuantes. Las apariciones de Stan Lee en las películas del MCU no sólo eran relevantes, sino que eran muy queridas. Por desgracia, demasiadas veces un cameo parece forzado, inapropiado o simplemente raro.

Dwayne "The Rock" Johnson era una gran estrella de la lucha libre profesional, cuya carrera cinematográfica acababa de despegar cuando lo metieron en El regreso de la momia. El pequeño papel del malvado Rey Escorpión fue un trágico error de casting, porque Johnson es un buen tipo carismático y simpático hasta la médula.

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La mala interpretación de The Rock en esta película no es más que un mero detalle. Fue el horrible renderizado CGI lo que lo convirtió en una catástrofe. The Rock no sólo tiene un aspecto ridículo y deforme, sino que el modelo generado por ordenador es una completa basura.

Una comedia ligera sobre un dentista de Miami que hereda un equipo de trineos tirados por perros en Alaska nunca iba a ser una candidata al Oscar, pero Snow Dogs no carecía de valor como entretenimiento. Sin embargo, la película adolece de un horrible cameo de Michael Bolton que le resta calidad.

El impostor del R&B apareció en un sueño con el personaje de Cuba Gooding Jr. en forma de carátula de CD parlante para pedirle unas galletas. El cameo pasó de ser malo a ligeramente racista: Bolton, que es blanco, le dijo al personaje negro: "No importa de qué color seas, puedes tener alma".

Si alguien ha dicho alguna vez que quería ver a Al Pacino rapear, probablemente estaba bromeando. En Jack and Jill, la broma fue para el público, porque eso es justo lo que hizo el actor. Lo que se suponía que iba a ser un momento de humor no hizo más que provocar escalofríos.

Pacino (interpretándose a sí mismo) es engañado para que haga un anuncio de Dunkin' Donuts, lo que parece parte de la trama, pero en realidad es un truco de casting de la vida real utilizado por el veterano actor. Ver a alguien de la talla de Pacino rapeando sobre el café "Dunkachino" hace olvidar lo brillante que estuvo en El Padrino y Serpcio.

La superestrella David Beckham es dinámico, fotogénico y reconocido internacionalmente, lo que debería haber supuesto una transición sin problemas del fútbol al cine. Su incómodo cameo en Rey Arturo: La leyenda de la espada demuestra, sin embargo, que se le dan mejor los pases que las frases.

Cuando el Rey Arturo se dispone a sacar la espada Excalibur de la piedra, el personaje de Beckham pronuncia la hilarante frase: "¡Eh, con las dos manos!" Después de que el Rey Arturo saque la espada, el personaje de Beckham pone una cara graciosa y sisea como un gato. Con ello, "Bend it like Beckham" adquirió un nuevo y extraño significado.

Resulta tentador decir que cualquier cameo de Vanilla Ice es raro, pero en realidad estuvo divertidísimo en That's My Boy. No se puede decir lo mismo de su aparición en Teenage Mutant Ninja Turtles II: The Secret of the Ooze. En un intento de sacar provecho de los quince minutos de fama del rapero, quince minutos demasiado tarde, lo metieron en una película mala, empeorándola.

En una de las escenas más artificiosas de la historia, las Tortugas comienzan la batalla contra el jefe final en un club donde casualmente actúa Vanilla Ice. Gracias al poder del "Ninja Rap", las Tortugas son capaces de abrirse paso a golpe de Kung-Fu y breakdance entre docenas de villanos. Menos mal que Vanilla Ice no puntuó este vergonzoso momento diciéndole a Shredder "Palabra a tu madre".

Desde el impactante final de El sexto sentido, los giros de M. Night Shyamalan no han dejado de decaer. En Señales, la gran revelación fue que no sabe actuar. Al meterse en el papel de un veterinario que mata accidentalmente a alguien, el director de suspense casi mata su película.

En una de las peores interpretaciones de cualquier película, la técnica de actuación de Shyamalan consistió en mirar al suelo con frecuencia, como si estuviera leyendo las líneas de un guión cuidadosamente colocado, mientras ponía cara de pato triste. Shyamalan hizo numerosas pausas incómodas para alargar esta insoportable escena durante lo que pareció una eternidad.

La ex estrella de la NBA Shaquille O'Neal ha tenido cameos en varias películas como él mismo, lo que está bien en teoría, ya que él es quien es. Sin embargo, en Grown Ups 2, Shaq apareció como un policía calvo que baila. La escena no sólo carecía de gracia y era trágicamente infantil, sino que además no aportaba nada a la historia.

Los cameos de otras películas de Adam Sandler, como Billy Idol en El cantante de bodas u Ozzy Osborne en Little Nicky, funcionaron porque eran relevantes para la historia. Si la aparición de Shaq se hubiera dejado en la sala de montaje, el público no se habría rascado la cabeza y la película podría haber continuado sin él.

En una película llena de humor soez, donde todos los nombres de los personajes son insinuaciones sexuales y los elefantes tienen intimidad durante un partido de hockey, de alguna manera el cameo de Kanye West en El gurú del amor parece de lo más extraño. West aparece durante un par de segundos con Mike Meyers en una escena que no tiene sentido.

Es de suponer que se trataba de un intento de aprovechar el extraño vídeo sobre el huracán Katrina que grabaron Meyers y West, en el que el rapero soltaba "A George Bush no le importan los negros", pero eso no se mencionaba en la película, sino que West proclamaba: "¡Me encanta el hockey!" Además de carecer de valor cómico, el cameo no tenía sentido.

En cierto momento de la carrera de Michael Jackson, todo lo que hacía era raro, y su cameo en Men in Black 2 no es diferente. Interpretar el papel de un ser alienígena que quiere formar parte del equipo quizá fuera una buena elección, pero Jackson resultó a la vez cursi y espeluznante, en gran parte debido a las extremas medidas que tomó para cambiar su aspecto.

Jackson rechazó la oportunidad de participar en la primera película de Men in Black porque no quería que le representaran como un bicho raro alienígena. Después de ver la película, lloró y le suplicó al director Barry Sonnenfeld que saliera en la secuela. Al parecer, se dio cuenta de que tenía capacidad para ser bizarro e inquietante.

Antes de ser un presidente controvertido y polarizador, Donald Trump era una figura mediática multimillonaria controvertida y polarizadora. Fiel a su estilo, su cameo en Solo en casa 2. Perdidos en Nueva York fue polémico: Perdidos en Nueva York fue polémico, ya que el director Chris Columbus dijo que el multimillonario "intimidó" su entrada en la película.

La película requería una escena en el emblemático Hotel Plaza de Nueva York, que por aquel entonces era propiedad de Trump. Si querían rodar en su propiedad, Trump exigió que se le incluyera en la película. El resultado fue el joven Kevin, una vez más abandonado, pidiendo indicaciones y Trump señalando el camino con suficiencia.