Los 10 mayores logros de la dinastía Targaryen en la Casa del Dragón

Los orígenes de la Casa Targaryen se remontan al Dominio Valyrio en Essos, uno de los mayores imperios de la historia mundial. Curiosamente, esta llamada Casa del Dragón no tenía mucho poder político en su tierra natal, ya que tenía que compartir su riqueza y privilegios con otras treinta y nueve Casas Nobles.

Sin embargo, las catástrofes naturales pueden destruir sin esfuerzo incluso las civilizaciones más avanzadas. El Dominio Valyrio y sus orgullosos gobernantes fueron casi aniquilados en una mega erupción volcánica, dejando a la Casa Targaryen para recoger los pedazos humeantes de su otrora magnífico imperio. Los Targaryen finalmente volvieron la vista hacia Poniente, inaugurando un régimen dinástico que duraría trescientos años.

Daenys la Soñadora tuvo una visión profética que predijo la inminente perdición de Valyria, lo que llevó a su padre Aenar Targaryen a trasladar a su familia a Rocadragón. El joven Aegon y sus hermanas-esposas, Visenya y Rhaenys, lanzaron un ataque intercontinental contra los Siete Reinos.

La Casa del Dragón: 10 cosas que no sabías sobre la dinastía Targaryen

Los 10 mayores errores de Rhaenyra Targaryen en La Casa del Dragón

Conocida históricamente como la Conquista de Aegon, esta breve pero brutal serie de enfrentamientos y batallas acabó convirtiendo a la Casa Targaryen en la primera Casa real de Poniente. Curiosamente, Aegon ni siquiera intenta conquistar las Tierras de Siempre Invierno, quizás porque sus dragones no podrían tolerar el clima gélido durante mucho tiempo.

El Dominio Valyrio no se construyó en un día, pero fue destruido en cuestión de horas. El Mundo de Hielo y Fuego de George R.R. Martin describe la catástrofe con gran detalle, afirmando que " loslagos hirvieron o se convirtieron en ácido, las montañas estallaron, las fuentes ardientes escupieron roca fundida, [...] y el suelo se astilló y se derrumbó y cayó sobre sí mismo".

Este cataclismo creó un vacío de poder que las ciudades hijas de Valyria intentaron llenar, desencadenando "el justamente llamado Siglo de Sangre" en Essos. Aegon Targaryen ayudó a mitigar este violento conflicto debilitando la sobrepotenciada armada de Volantis.

El ilustre rey Jaehaerys I Targaryen era famoso tanto por sus habilidades para montar dragones y su destreza en el combate como por su personalidad desarmante y persuasiva. La Casa Targaryen alcanzó alturas increíbles durante su robusto régimen: 55 gloriosos años de paz y prosperidad sin precedentes.

Umbert, el archimaestre de Ciudad Vieja en la obra Fuego y Sangre de George R.R. Martin, escribió que "Aegon el Dragón y sus hermanas conquistaron los Siete Reinos [...] pero fue Jaehaerys el Conciliador quien realmente los convirtió en uno" Este Rey estableció una serie de alianzas entre varias Casas del reino, llevando efectivamente a Poniente a una era de estabilidad política.

Aunque Aegon Targaryen intentó desesperadamente asegurar el Principado de Dorne, este reino más meridional rechazó con éxito a los invasores valyrios. Dorne siguió manteniendo su autonomía política hasta el régimen del rey Daeron II, que utilizó una estrategia alternativa para incorporar este obstinado principado al redil real.

Al igual que su descendiente Rhaegar Targaryen, que se casó a regañadientes con Elia Martell, Daeron extendió su mano en matrimonio a Myriah Martell, transformando así a Dorne en un aliado del Trono de Hierro. Este Rey prudente reforzó aún más el vínculo con la Casa Martell al casar a su hermana Daenerys con el Príncipe Maron.

El Rey Baelor Targaryen siempre fue más leal a la Fe que al Trono de Hierro. Su ardiente devoción a los Siete aseguró el bienestar de su pueblo, lo que explica que se le llame Baelor el Bendito. Aunque algunos miembros del Pequeño Consejo rechazaron sus propuestas altruistas, otros ensalzaron su naturaleza piadosa y su actitud humanitaria.

Baelor es más conocido por haber construido el Gran Septo en la Colina de Visenya, en Desembarco del Rey, un acto de buena fe que le valió el respeto eterno de la plebe. Por desgracia, el Gran Septo de Baelor fue destruido por Cersei Lannister en la sexta temporada de Juego de Tronos.

Hijo segundo de Daemon y Rhaenyra, Viserys II Targaryen sucedió a su sobrino Baelor en el Trono de Hierro. Pasó menos de doce meses llevando la corona antes de su prematura muerte, pero sus ingeniosas estrategias revitalizaron eficazmente la decaída economía de Poniente.

En Canción de Hielo y Fuego, Tyrion Lannister le recuerda a Oberyn Martell que "Viserys pudo haber reinado sólo un año, pero gobernó durante quince", como Mano del Rey. El rey Viserys II "reformó la casa real y sus funciones, estableció una nueva ceca real, se esforzó por aumentar el comercio a través del Mar Angosto y revisó el código de leyes" formulado por Jaehaerys el Conciliador.

Samwell Tarly ensalza el sutil heroísmo de Aemon Targaryen, afirmando que "ningún hombre fue más sabio, ni más gentil, ni más bondadoso", y afirma además que Aemon "podría haber sido un Rey", pero rechazó la Corona en favor de su hermano menor. El maestre Aemon demostró su lealtad tanto a Poniente como a la Guardia de la Noche en innumerables ocasiones.

No sólo aconsejó a decenas de Lords Comandantes a lo largo de su carrera de maestre, sino que también votó por Jon Nieve en la elección que siguió a la muerte de Jeor Mormont. La decisión de Aemon, aunque acertada, dividió inadvertidamente a la Guardia de la Noche en dos facciones. Afortunadamente, Melisandre consiguió deshacer el daño resucitando a Jon.

El rey Aegon V Targaryen fue el último de su nombre en gobernar Poniente. Como "cuarto hijo de un cuarto hijo", la pretensión de Aegon al Trono de Hierro era endeble en el mejor de los casos e inexistente en el peor. Sin embargo, este improbable candidato es elegido Rey en el Gran Consejo de 233 AC.

Su régimen se caracterizó por un invierno excepcionalmente crudo, que provocó una hambruna generalizada en todo el Norte. En El Mundo de Hielo y Fuego, George R.R. Martin escribe que "Aegon, siempre preocupado por el bienestar de los pobres y los débiles, hizo lo que pudo para aumentar el flujo de grano y otros alimentos al Norte", aunque algunos miembros de su corte no estuvieran contentos con la generosidad del Rey.

En La Casa del Dragón, Viserys informó a Rhaenyra de que los dragones "son un poder con el que el hombre nunca debería haber jugado"; sin embargo, la íntima relación entre estas majestuosas criaturas y las personas con sangre Targaryen es la prueba de que los dragones pueden, como mínimo, ser domesticados.

Sin embargo, los dragones se extinguieron por siglos de endogamia y cautiverio. 146 años después, la princesa Daenerys Targaryen recibió tres huevos de dragón supuestamente fosilizados como regalo de bodas de Illyrio Mopatis. Nadie esperaba que salieran del cascarón, pero Daenerys consiguió dar a luz a Drogon, Viserion y Rhaegal en el ardiente calor de la pira funeraria de su marido.

La Casa Targaryen es destruida durante la Rebelión de Robert. El rey Aerys, la reina Rhaella y el príncipe Rhaegar perdieron la vida, obligando a los jóvenes Viserys y Daenerys a huir de Poniente. En su intento de vengar a su familia y reclamar su derecho de nacimiento, Daenerys reúne un enorme ejército compuesto por guerreros dothraki y unsullied, lo que la convierte en uno de los personajes más formidables de Juego de Tronos.

El problema, sin embargo, es que Daenerys Targaryen pierde de vista sus objetivos benévolos al llegar a Desembarco del Rey. Incinera toda la ciudad antes de asolar la Fortaleza Roja. Afortunadamente, el mandato tiránico de la reina Daenerys se interrumpe antes de que pueda infligir su violenta visión al resto de Poniente.