Los efectos secundarios de la Fuerza Fénix siguen atormentando a un vengador
ADVERTENCIA: Lo siguiente contiene spoilers de Avengers #46, por Jason Aaron, Javier Garron, David Curiel y Cory Petit de VC, a la venta ahora.
Recientemente, la devastadora Fuerza Fénix cósmica llegó a la Tierra en busca de un nuevo huésped. La ardiente entidad había estado vinculada durante mucho tiempo a los X-Men, con Jean Grey como su anfitrión más famoso, pero los flashbacks han revelado desde entonces que el Fénix ha estado presente en la Tierra desde tiempos prehistóricos. Como miembro destacado de los Vengadores de 1.000.000 a.C., Fénix llegó a entablar una relación romántica con un Odín más joven y, desde entonces, ha afirmado ser la verdadera madre de Thor, sacudiendo al Dios del Trueno hasta el fondo. Y aunque la Fuerza Fénix acabó encontrando un nuevo anfitrión, una Vengadora que se unió temporalmente a una fracción de su poder en el ínterin permanece cambiada por la prueba: She-Hulk.
En la búsqueda de un nuevo huésped, la Fuerza Fénix se dividió entre varios candidatos a heredar su poder, encargándoles a cada uno de ellos pruebas de combate para ver quién de ellos era lo suficientemente digno de ejercer todo su ardiente poder. Entre los héroes elegidos estaba She-Hulk, lo que supuso una mejora cósmica temporal para Jennifer Walters al enfrentarse a sus competidores. Finalmente, Eco fue seleccionada como nueva anfitriona del Fénix, absorbiendo todo su poder y quitándole la parte que le correspondía a She-Hulk. Sin embargo, mientras los Vengadores disfrutan de un raro momento de descanso en su cuartel general, queda claro que She-Hulk ansía algo más que el sabor de la Fuerza Fénix que recibió.
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Durante un prolongado periodo de tiempo, She-Hulk había descendido al salvajismo en lugar de conservar su intelecto como había hecho durante gran parte de su carrera de superhéroe. Tanto la Fuerza Fénix como las experiencias de She-Hulk durante el crossover Empyre ayudaron a restaurar sus capacidades cognitivas. Al dejar de ser la anfitriona de la Fuerza Fénix, se ve a She-Hulk entrenando en el cuartel general de los Vengadores con una notable dosis de furia. Aunque Jen asegura a sus compañeros de equipo que tiene su potencial de radiación gamma bajo control, un vistazo a la mente de She-Hulk revela que todavía está preocupada por la Fuerza Fénix y sus posibles efectos residuales.
La influencia y los efectos de la Fuerza Fénix tienden a durar más que cuando se vincula a un anfitrión. Jean siguió vinculada a Fénix en algún nivel por sus experiencias anteriores como anfitriona de la entidad cósmica, mientras que Namor el Submarino buscó activamente reclamar su poder para sí mismo después de recibir una parte de él durante el evento crossover de 2012 Avengers vs. X-Men. Es posible que She-Hulk experimente una conexión similar con la Fuerza Fénix, ya que su repentina liberación deja un vacío en la vida de Jen, que se siente incompleta tras haber recibido sus energías cósmicas.
Todo esto ocurre poco antes de que los Vengadores sufran una emboscada por parte del equipo de superhéroes rusos de la Guardia de Invierno, y la derrotada She-Hulk sea detenida y recluida en la clandestina Habitación Roja. She-Hulk ha sido sometida a un experimento que ha provocado un cambio físico y, si la Fuerza Fénix ha dejado efectos residuales en Jen, estos pueden combinarse en algo inesperado que puede hacer que She-Hulk se descontrole de nuevo. Y si hay una cosa que es abundantemente cierta, es que la radiación gamma y la energía cósmica hacen una combinación infernal que incluso la Guardia de Invierno puede no haber previsto.
