Los Punsetes al Pulpop
El Pulpop Festival celebra su decimocuarta edición afianzándose como una de las citas más importantes del verano pop en Andalucía. Durante los días 6 y 7 de julio, Roquetas de Mar volverá a acoger este sólido proyecto musical, que desde sus primeras ediciones ha traído hasta la provincia de Almería a los mejores grupos españoles de la escena indie.
Los Punsetes y Ángel Stanich son los primeros artistas confirmados de esta nueva entrega de uno de los mejores festivales gratuitos del panorama indie.
Pulpop, gran éxito de asistencia al clásico del panorama pop en Andalucía
Viva el nuevo vídeo de Los Punsetes
El Pulpop Festival es uno de los festivales gratuitos más veteranos del sur de Andalucia, caracterizado por el apoyo a bandas locales de la provincia y por programar un cartel con algunas de las formaciones más determinantes del momento.
"Sumando igualmente nuevos valores con la celebración del concurso de bandas, siendo esta la tercera convocatoria, donde los finalistas tendrán la posibilidad de actuar junto con las bandas del momento", informa la organización en el comunicado remitido a Europa Press.
Los Punsetes se han convertido en una de las bandas con mayores himnos generacionales de los últimos años. Publicaron su primer LP en 2008 y hoy por hoy son un nombre consolidado en la escena independiente iberoamericana y uno de los grandes referentes en España.
Su quinto disco, “¡Viva!”, está producido Pablo Díaz-Reixa, “El Guincho”, y el resultado es una rotunda obra maestra marca de la casa: el grupo sonando como nunca, letras para enmarcar con la acidez habitual y unos cuantos momentos memorables para revivir en directo. Los Punsetes han vuelto y prometen poner patas arriba al veterano festival.
Antigua Y Barbuda, lo último de Ángel Stanich, es un safari emocional por 10 maravillosas historias (11 en CD), donde esa extraña e inconfundible voz nos guía a través de expediciones literarias en el tiempo y sonidos cambiantes que te dejan boquiabierto. De la acidez romántica que destila la preciosa oda de fragilidad “americana” que abre el disco (Escupe Fuego), a la malévola ironía bailable de Hula Hula, ingenioso homenaje a la indietrónica nacional de los 90’s (de La Casa Azul a Hidrogenese) y/o al Bowie–Chic). Del sublime escalofrío que recorre esa imposible odisea de crónica negra que esGalicia Calidade (entre Grateful Dead y los mejores Wilco), a la hondura emocional de esa enorme epopeya existencial, Casa Dios, con sentencias definitivas como “soy un náufrago convencido”; o la insólita recreación historicista (Camaradas) de un romance de izquierdas en la hoy ¿denostada? Transición del ‘78, en la que él ni siquiera había nacido.