Los superhéroes de DC, ¿obligados a recular?
Tras acumular severas pérdidas a lo largo de un año, se postula el regreso de los superhéroes de DC a su estatus original de Nuevos 52
Ser lector de DC es muy duro desde que en un giro de volante inesperado la editorial decidió ponerlo todo patas arriba con un reinicio de DC Comics, con el que únicamente se conservaron algunos de los elementos clásicos de la compañía de Batman y Superman. Aquel evento bautizado como los Nuevos 52 de DC elevaría por las nubes las ventas de la compañía, permitiendo que personajes como la Liga de la Justicia, Aquaman, Flash o Wonder Woman volviera a ser colecciones superventas, manteniéndose durante una buena temporada en lo más alto de la tabla de ventas.
Los jugadores del acceso anticipado a 'Star Wars Outlaws' se ven obligados a borrar todo su progreso
Los hombres obligados a llevar burka en 'Jacky In Women's Kingdom'
Desgraciadamente, muchos de los cambios de los superhéroes de DC que tuvieron lugar en este relanzamiento recibiendo multitud de críticas por decisiones como romper los matrimonios de Superman y Lois Lane, Barry Allen y su esposa, quitarle los calzoncillos a El Hombre de Acero, la desaparición de personajes como Wally West o Donna Troy, pero -sobre todo- el reinicio de los superhéroes de DC que convirtió en un caos la continuidad de la editorial, borrando de un plumazo la historia de numerosos personajes sin que ni los propios guionistas tuvieran demasiado claro que era válido y que no.
Superhéroes violentos
Sin embargo, nada de esto era especialmente nuevo para una editorial de cómics de superhéroes que ya tuvo que atravesar un trance similar cuando en la primera 'Crisis en Tierras Infinitas' de 1985. Lo que de verdad consiguió enervar a multitud de fans de la editorial más allá del borrado de continuidad -que también-, fue la calidad bastante discutible de muchos de aquellos títulos, recurriendo a autores tan cuestionados como Rob Liefeld, y la proliferación de un estilo grimm and gritty siniestro estilo 'Saw' / 'Mortal Kombat', pero con más explotación de lo gratuito que gracia.
Pero no todo fue malo, y conforme fueron pasando los años la editorial comenzó a apostar por la diversidad, acompañando a títulos para fans de la violencia más cafre (Deathstroke), la acción gótica (Batman) o el espectáculo estilo Michael Bay (Liga de la Justicia) con una gran variedad de títulos que iban desde el todas las edades ('Gotham Academy'), misterio sobrenatural ('Gotham by Midnight'), un Superman de nuevo volvía a parecer Superman o las series de espionaje más sofisticadas ('Grayson'), teniendo como principales éxitos la nueva serie de 'Harley Quinn' y una 'Batgirl' con un enfoque puramente pop, que tuvo un gran éxito entre la audiencia femenina.
La moda hipster
Tal éxito tuvo, que la editorial comenzó a promover series con este enfoque, jugándosela además con arriesgadas propuestas argumentales para sus personajes centrales, con un nuevo Batman / mecha / robot que no era Bruce Wayne, un Superman con los poderes mermados cuya identidad secreta había sido revelada al mundo -no more Clark Kent-, Hal Jordan fugitivo, Wonder Woman con nuevo traje y un larguísimo etc. Al principio el público se mostraba reacio, pero conforme los cómics comenzaron a aparecer, sus lectores se mostraron entusiasmados con este nuevo rumbo en la que la editorial no solo se mostraba más diversa y creativa que lo que llevaba sin verse en mucho tiempo, sino en la que además a los personajes les ocurrían cosas.
Pues bien, según reporta Bleeding Cool, severas perdidas que ascienden a los dos millones podría haber hecho que la cúpula de DC haya instados a sus editores a abandonar esta dirección, solicitando que dejen de Bargirlizar -aplicar la fórmula de la nueva Batgirl- a sus personajes para volver a un enfoque más rudo, sangriento y malote como el que tenían al comienzo de los Nuevos 52.
Sin tanto éxito como esperaban
No habiendo confirmación de ningún tipo, por lo que bien podría ser desde la opinión de un directivo puntual hasta una de las campanadas que escucha ocasionalmente Rich Johnston, el cambio afectaría fundamentamente tanto a los grandes iconos, deshaciendo cambios de personajes como Batman y Superman para que vuelvan a sus formas más reconocibles (no más nuevo Batman con armadura, ni más Superman con tejanos y camiseta), como a todas las series más “creativas” que han surgido bajo la estela de Harley Quinn y Batgirl, sin incluir a las series de éxito como estas.
¿Significa esto que no hay espacio para la creatividad en los cómics de superhéroes? ¿Somos los lectores demasiado tradicionales para soportar tanta novedad? ¿Preferimos leer lo mismo de siempre, y que personajes como Batman o Superman cambien lo menos posible? ¿No hay publico real para tanta serie hipster? ¿DC debió haber sido más valiente y seguir apostando por sus tramas en lugar de recular a la primera señal de perdida? De confirmarse esta decisión, ¿han hecho lo correcto, y los cómics de superhéroes deberían ser rudos y violentos?
¿No more experimentos?