Marvel: ¿Cómo es la relación entre Rogue y Gambit?

Rogue y Gambit son una de las parejas más grandes de los cómics, y nadie parece estar de acuerdo en el porqué. No son necesariamente tan buenos el uno para el otro, pero parecen trabajar juntos muy bien. Generan tanta fricción en los lectores como entre sí, y lo han hecho durante casi treinta años.

¿Pero qué les hace una buena pareja? ¿Qué los hace una pareja terrible? ¿Es una sola cosa o es la acumulación de muchos factores diferentes? Aquí hay cinco razones por las que Rogue y Gambit son la mejor pareja cómica, y cinco razones por las que son terribles juntos.

8-. Positivo: El coqueteo de los dos

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El coqueteo que hay entre lo dos está rodeado por un sarcasmo más que profundo. Coquetear era todo lo que podían hacer durante largos períodos de su relación, así que tenía que ser divertido, y ambos saben cómo hacer limonada con limones. Recuerda de alguna manera la dinámica entre Batman y Gatúbela, aunque más torturada.

7-. Negativo: Problemas de confianza

Una de las principales razones por las que su relación tiene los problemas que tiene es que cualquier relación debe basarse en la confianza. Y eso no es algo que estos dos mutantes puedan asumir fácilmente. La cuestión principal es que uno de los poderes de Gambit es su encanto hipnótico, que ha usado en otros para hacerles hacer cosas que él quería que hicieran. Esto por sí solo significaría la perdición para la mayoría de las relaciones. Otra cuestión es que Rogue puede ser y ha sido otras personas, una consecuencia de su poder mutante.

6-. Positivo: Fondos similares

Rogue y Gambit llegan a un entendimiento porque tienen antecedentes similares. Ambos son del sur, pero lo más importante es que ambos provienen de familias difíciles. Los padres de Gambit lo abandonaron de bebé por sus ojos rojos, y fue criado por el Gremio de Ladrones. Los antecedentes de Rogue son bastante turbios, pero fue pupila de Mystique, un tiempo confuso y traumático que finalmente llevó a Rogue a un enfrentamiento con los Vengadores y después de eso, con los X-Men.

5-. Positivo: Ella tampoco es perfecta

Rogue es uno de los X-Men más nobles y comprometidos luchando por la causa de los derechos de los mutantes donde y cuando sea necesario. Pero ella llegó al equipo con un pasado a cuadros. Rogue fue presentada como villana en el Anuario de los Vengadores #10, luchando contra el equipo (incluyendo al Capitán América) antes de absorber los poderes y recuerdos de Carol Danver al por mayor. Rogue tiene muchos esqueletos en su armario, lo que a veces la hace dudar de sí misma, pero eso les da algo con lo que unirse en un nivel que pocos pueden.

4-. Negativo: No hay reglas

Junto con el coqueteo ocasional, ha habido generalmente una falta de límites entre los dos en el curso de su relación. Esto es especialmente desconcertante dado el hecho de que Rogue no puede tocar a nadie. A pesar de todo, estos dos siempre estuvieron encima del otro, aunque pudieran estarlo o no.

3-. Negativo: Errático

Arriba, abajo, juntos, separados. Rogue y Gambit están por todas partes. Se pelean, se separan, vuelven a estar juntos, se casan (cuando ni siquiera era su boda). Algunas parejas tienen una energía caótica natural que es un poco volátil, pero la de estos dos parece permanente.

Rogue dejó a Gambit en coma después de besarle. Y eso no fue el final de todo. Era un jinete del Apocalipsis, ¿recuerdas? No es una atracción magnética, pero hay algún tipo de fuerza entre ellos, y a veces es menos que beneficiosa.

2-. Positivo: Siguen volviendo el uno al otro

Hay mucha esperanza en la relación de Rogue y Gambit. Por difícil que haya sido su pasado, por complicada que haya sido su vida, ambos se esfuerzan por ser mejores personas y mejores con el otro. No siempre funciona, pero el esfuerzo es inspirador. 

1-. Negativo: ¿Se gustan entre ellos?

Su romance de ida y vuelta es esperanzador, siempre y cuando esté basado en la confianza y el amor. La confianza está definitivamente bajo revisión y hay bastante evidencia de que el amor también lo está. Pero la observación central de esta entrada es que, por mucho que se peleen, es justo preguntarse si se gustan.