MCU: 10 duras realidades de ser Bucky Barnes

No es raro que los héroes tengan antecedentes trágicos. Incluso en el Universo Cinematográfico Marvel, muchos personajes tienen pérdidas y traumas en su pasado que marcan su crecimiento y sus decisiones. Sin embargo, pocos héroes del MCU han sufrido tanto como James Buchanan Barnes.

Al amigo de la infancia del Capitán América se le creía muerto tras una misión fallida durante la Segunda Guerra Mundial, para resurgir años después como agente de HYDRA con el cerebro lavado. Ser Bucky Barnes no es fácil. Tiene que enfrentarse a muchas realidades duras cada día.

La caída de Bucky del tren tiene más consecuencias que su captura a manos de HYDRA. Sobrevive al accidente gracias a los experimentos previos realizados en él por Arnim Zola. Sin embargo, pierde su brazo en el proceso. Recuerdos espantosos muestran a Zola operando a Bucky, cortando lo que queda de su brazo para instalar su prótesis de metal.

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No es una pérdida fácil de afrontar, y es una que se hace más difícil por el hecho de que su brazo metálico lo identifica como una herramienta: el puño de Hydra.

A Bucky le lavaron el cerebro y fue utilizado por HYDRA durante más de medio siglo. A lo largo de este tiempo, sufre niveles de abuso sin precedentes. Algunas de las escenas más brutales de Capitán América: El Soldado de Invierno y Civil War lo muestran atado a la máquina supresora de memoria. Sus gritos son absolutamente desgarradores.

Golpeado y torturado, ni siquiera se le considera humano. Cuando se crean los otros Soldados de Invierno, también tiene que luchar contra ellos, y son aún más despiadados que él. Es una existencia cruel e, incluso después de escapar de HYDRA, Bucky puede que nunca se libere realmente de ella. Esos recuerdos siempre estarán ahí.

Como herramienta de lavado de cerebro de Hydra, Bucky se convierte en un asesino que es enviado para acabar con las amenazas al plan de dominación mundial de HYDRA. No tiene capacidad de acción ni voz en el asunto. En una ocasión memorable, tiene que matar a Howard Stark, un hombre con el que solía trabajar y que le reconoce. Años más tarde, este incidente resultó ser la sentencia de muerte para los Vengadores debido a que Steve Rogers no se lo contó a Tony Stark.

Peor aún, junto a sus misiones reales, innumerables inocentes quedan atrapados en el fuego cruzado. La madre de Tony, María, es un buen ejemplo, pero es sólo una de muchas. El Halcón y el Sold ado de Invierno muestra a Bucky teniendo flashes del Soldado de Invierno cazando testigos inocentes de sus asesinatos, y es algo con lo que tiene que hacer las paces.

A partir de FATWS, Bucky recibe una nueva oportunidad de vida. Su tratamiento a manos de Hydra ha sido reconocido y se le ha concedido la libertad con la condición de acudir a terapia. Pero el proceso no es sencillo y Bucky tiene que enfrentarse poco a poco a la culpa por su pasado.

Aunque es un paso en la dirección correcta, no siempre se siente cómodo con él, sobre todo porque es algo que se aplica legalmente. Parece que avanza a lo largo de la serie, pero aún le queda mucho camino por recorrer.

En Vengadores: Endgame, a Steve Rogers se le encomienda la tarea de devolver las Piedras del Infinito al lugar que les corresponde tras la derrota de Thanos. Steve lo hace pero elige quedarse en el pasado y casarse con Peggy Carter. Tras la muerte de esta, regresa a su línea temporal anterior para entregar a Sam Wilson su escudo.

Bucky no culpa a Steve por su decisión. En todo caso, parece que lo esperaba. Por lo tanto, está claro cómo prioriza la felicidad de su amigo sobre su comodidad, pero eso no significa que le duela menos.

Hay muchos momentos tristes en FATWS, pero uno especialmente memorable es una confesión desgarradora de Bucky. Después de que Sam Wilson dona el escudo de Steve al Smithsonian y el gobierno de los Estados Unidos lo utiliza para crear un nuevo Capitán América -John Walker-, Bucky se enfrenta a Sam por ello y le reprende por haber renunciado al escudo.

En un momento dado, Bucky confiesa que el escudo es la única familia que le queda. Puede que esto haya cambiado a lo largo de la serie, a medida que se acerca a la familia y los amigos de Sam, pero el hecho de que se sienta así es trágico. También hace que la decisión de Steve de no pasarle el escudo sea aún más triste. Puede que Bucky no estuviera interesado en recoger el manto del Capitán América, pero habría respetado más los deseos de Steve.

En Capitán América: Civil War, el barón sokoviano Helmut Zemo inculpa a Bucky del devastador ataque al Centro Internacional de Viena y de la muerte del rey T'chaka de Wakanda. Todo forma parte de su plan para destrozar a los Vengadores, y funciona de maravilla.

Al final, Zemo es detenido por Pantera Negra y encarcelado en el Correccional de Berlín. Pero en FATWS, los ataques de los Aplastadores de Banderas y su uso del Suero del Súper Soldado obligan a Bucky a acudir a Zemo en busca de ayuda. No es fácil trabajar codo con codo con un antiguo enemigo, y menos teniendo en cuenta que pone a Bucky en desacuerdo con los wakandeses, que le ayudaron a superar sus palabras desencadenantes.

En Capitán América: El Soldado de Invierno, Bucky es un auténtico portento que está a punto de matar a Steve. Al principio de Civil War, es visiblemente menos amenazante. En FATWS, se hace evidente que es reacio a utilizar armas letales como cuchillos y pistolas. También suele contenerse en la batalla, claramente temeroso de las experiencias que ha acumulado a lo largo de su tiempo como asesino.

Sin embargo, al trabajar con Zemo, tiene que fingir brevemente que vuelve a ser el Soldado de Invierno. Es fácil para él desatar la devastación en los demás, pero le afecta emocionalmente tener que volver a la época en que era la herramienta de Hydra. Es más fuerte bajo la apariencia del Soldado de Invierno, pero tiene un precio.

La caída del tren no es la única vez que Bucky pierde el brazo. En Capitán América: Civil War, Bucky recibe un golpe devastador en el brazo con el rayo de Iron Man. Recibe un brazo de repuesto en Wakanda, pero en un giro quizá poco sorprendente, la Dora Milaje Ayo es capaz de quitárselo cuando persigue a Zemo.

Aunque es comprensible que los wakandianos instalen algún tipo de seguridad en su tecnología, también es triste. Significa que, pase lo que pase, Bucky no puede confiar en que su propio cuerpo funcione, al igual que no podía confiar en su mente antes de la eliminación de sus gatillos.

El arco de Bucky es increíblemente trágico. En parte, esto se debe a la recepción del público hacia su personaje, que sigue siendo hostil. Aunque sus acciones como Soldado de Invierno provocaron dolor a mucha gente, no se le puede responsabilizar de ellas. Y aunque es el prisionero de guerra más antiguo del mundo, aun así, mucha gente lo sigue percibiendo como un villano, tanto dentro del propio MCU como en el fandom. En definitiva, se merece algo mejor.