Moonpalace Records echa el cierre
Juanra Prado, responsable del sello discográfico donostiarra Moonpalace Records, anuncia el cierre del mismo por pérdida de ilusión.
En el ya remoto 2003 daba lugar una de las propuestas más interesantes en el panorama musical de nuestro país; un sello discográfico modesto pero con personalidad, que apostaba por una línea independiente, ofreciendo a aquellos quienes en verdad aman la música de ediciones artesanales, realizadas a mano con la cura que se le presume a quien ama su trabajo. Bajo este sello se han editado los sugerentes trabajos de The 99 Call, Francis Alun Bell, Ursula o el muy recomendable House of Wolves, pero ahora, Moonpalace Records se despide:
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“Pues ya está, llegó el momento de decir adiós, de bajar la persiana, mirar atrás y sentirse orgulloso del trabajo hecho.
Han sido trece años desde la primera referencia, trece años de sacar discos maravillosos, de conocer a gente, de disfrutar muchísimo con el proceso, y por qué no, también momentos de frustración al ver que eso que tú consideras maravilloso era incapaz de llegar a la gente, de ser escuchado, valorado… de sentir que estabas sacando los discos para apenas un puñado de personas.
Sin dramas, esto se acaba pero la música sigue ahí, que al final es lo importante. Y en mi caso lo que queda además es la sensación de haber logrado lo que desde un principio me propuse, o al menos eso creo firmemente, un sello totalmente personal, para lo bueno y para lo malo, con una línea muy definida, quizás no la más fácil ni popular, pero sí la que más me gustaba a mí, y la que con el tiempo he visto que ha habido gente que ha apreciado y valorado.
Sin más, he perdido la ilusión y sin eso es imposible seguir, al menos en algo tan personal y con esta filosofía tan definida de ocio y disfrute puro y duro. Las cosas que queremos, que hacemos porque nos llenan y nos aportan algo hay que hacerlas así, cuando se pierde la ilusión se convierten en rutina y eso lo acaba estropeando todo, antes de que eso pase es mejor ponerles final.
No habrá actos de despedida, ni fiestas, ni nada parecido… la “celebración” de este final será lo que siempre ha sido el principal objetivo y motivación de moonpalace records, sacar discos. Así que habrá una última referencia, la número 36, el “canto de cisne” del sello, un último disco que verá la luz en noviembre y que cerrará de manera definitiva una historia muy bonita y emocionante que me ha encantado compartir con vosotros.
Hasta siempre”.
Despedimos, con pesar, a Moonpalace Records.