Naruto: 5 formas de usar las células de Hashirama para el bien (y 5 para el mal)

La serie Naruto terminó hace unos años, pero sigue siendo una de las propiedades de manga y anime más populares del mundo, y lo consiguió porque la historia estaba llena de mensajes positivos, personajes atractivos e interesantes, y gran acción. La serie también contaba con un gran mundo con mucha historia, y hasta el día de hoy, Hashirama Senju es una parte importante de esa historia, y también resulta ser uno de los ninjas más fuertes que jamás haya existido.

Hashirama es visto como un dios ninja debido a sus inmensos niveles de chakra, pero también porque utilizó la Liberación de Madera, que resulta ser una de las naturalezas de chakra más raras que existen. La Liberación de Madera es extremadamente versátil y poderosa, por lo que mucha gente intentó replicarla utilizando las células de Hashirama, y aunque estas células han hecho algo de bien, también han sido utilizadas para el mal.

Muchos creen que Hashirama fue el mejor Hokage, y parte de la razón es que fundó y ayudó a construir la Aldea de la Hoja Oculta. Utilizó su Liberación de la Madera para hacer crecer el espeso bosque que rodea la aldea, y gracias a sus células, la aldea pudo ser reconstruida después de haber sido completamente destruida.

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Cuando Pain utilizó su Empuje Todopoderoso para destruir la aldea, fue Yamato quien utilizó las células Hashirama de su cuerpo para bombear madera que se utilizó para reconstruir innumerables casas y negocios, dando así a los aldeanos un lugar al que volver.

Orochimaru está considerado como uno de los shinobi más fuertes de la historia, pero siempre será recordado por todas las cosas terribles que hizo mientras intentaba aprender todos los jutsu existentes. Creció en la Aldea de la Hoja, pero eso no le impidió secuestrar niños y experimentar con ellos.

Sólo funcionó porque Hashirama era una reencarnación del hijo del Sabio, al igual que Madara, y el legendario Uchiha pasó a trasplantar luego sus ojos a Nagato. Aunque el Rinnegan se utilizó para el mal, también hicieron mucho bien, porque si no fuera por esos ojos, Nagato nunca habría podido devolver a la vida a cientos de aldeanos tras la destrucción de la Aldea de la Hoja.

Al igual que Zetsu Blanco, Tobi fue una víctima original del primer Tsukuyomi Infinito, y también fue sacado de la estatua de Gedō Mazō por Zetsu Negro, que lo modificó utilizando las células de Hashirama. Mientras servía como secuaz de Madara, se hizo amigo de un joven Obito Uchiha, y de hecho se adhirió al cuerpo de Obito durante algún tiempo.

Tobi comenzó como un personaje juguetón, pero se volvió mucho más serio cuando reapareció durante la Cuarta Gran Guerra Ninja. Cuando apareció en el campo de batalla, lo hizo mientras encajaba todo el cuerpo de Yamato, y básicamente obligó a los Shinobi de la Hoja a atacar a las Fuerzas Shinobi Aliadas.

Obito pasó la mayor parte de la serie fingiendo ser tanto Tobi como Madara, y fue responsable de muchos sinsabores en todo el mundo ninja. Al final, sin embargo, quedó bastante claro que Obito no era más que un peón manipulado, y cuando vio el error de sus actos, ayudó a Naruto y a su equipo a salvar el mundo.

Se creía que Obito estaba muerto porque el lado derecho de su cuerpo había sido completamente aplastado, pero Madara lo encontró y ordenó a Zetsu Blanco que lo salvara. Obito se salvó porque Madara colocó parte del ADN de Hashirama en su cuerpo, y si esto no hubiera ocurrido, Obito nunca habría podido sacrificarse para detener a Kaguya.

Danzō no quería otra cosa que proteger la Aldea de la Hoja, pero esta necesidad le llevó a hacer cosas horribles. Era plenamente consciente de los experimentos de Orochimaru, y de hecho se alineó con el shinobi enemigo para aumentar su propio cuerpo.

Como resultado, Orochimaru unió quirúrgicamente el brazo de Shin Uchiha a Danzō, y luego amplificó la fuerza del brazo añadiéndole el ADN de Hashirama. Había alrededor de una docena de Sharingan incrustados en la carne del brazo. y las células permitían a Danzō utilizar la técnica Izanagi del Sharingan, pero principalmente quería que las células se ocuparan algún día de Naruto y los Nueve Colas.

Durante mucho tiempo, las Bestias de Cola fueron vistas como nada más que monstruos que podían ser capturados y convertidos en armas, pero en realidad eran individuos que tenían sus propios nombres, sentimientos y personalidades. Dicho esto, las Bestias de Cola solían alborotar, bien porque se les provocaba, bien porque se les obligaba.

Hashirama era capaz de manipular, suprimir y absorber chakra, lo que le permitía someter y tomar el control de las Bestias de Cola. Alguien que tiene acceso a sus células puede no ser capaz de controlar completamente a una Bestia de Cola, pero puede someter a un Jinchūriki que carece de control, como demostró Yamato cuando impidió que Naruto se desbocara en su estado de Cuatro Colas.

La fuerza de Madara es legendaria, y su mayor rival era de hecho Hashirama, un hombre al que también envidiaba. Durante su batalla final, Madara consiguió obtener una porción del ADN de Hashirama, y cuando utilizó el Izanagi para revertir su muerte, implantó las células en su cuerpo para curar sus heridas.

Madara también utilizó estas células para crear el ejército Zetsu Blanco que mató a tantos shinobi durante la Cuarta Gran Guerra Ninja, pero también le permitió convertirse en el Jinchūriki de las Diez Colas, lo que le dio el poder del Sabio de los Seis Caminos, y utilizó ese poder para lanzar el Tsukuyomi Infinito sobre todo el planeta.