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Sakura es quizás uno de los personajes más infravalorados, y tristemente odiados, de Naruto debido a su excesiva dependencia de otras personas para salvarla durante las misiones y batallas importantes. Sin embargo, esto sólo ocurría cuando era joven. Se entrenó y mejoró mucho con el tiempo, lo suficiente como para contarse en la misma liga que su maestra Tsunade, la legendaria Sannin.

Sakura era una chica sencilla que no poseía un Kekkei Genkai ni el poder de una Bestia de Cola, un hecho que los fans tienden a olvidar al criticarla. De hecho, la verdad es que en muchos casos, si no hubiera sido por Sakura, se habrían perdido muchas vidas a lo largo de la serie.

Durante la primera misión seria del Equipo 7, se enfrentaron a Zabuza Momochi y a su ayudante, Haku. Zabuza estaba clasificado como un shinobi de rango S, un enemigo para el que el equipo junior no estaba obviamente preparado. Sin embargo, ante la adversidad, Sasuke y Naruto estuvieron a la altura de las circunstancias e intentaron vencer a Haku mientras Kakashi luchaba con Zabuza.

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En términos de conocimiento shinobi, Naruto era tan despistado como Sakura. De hecho, estaba incluso más perdido que ella, pero aun así se esforzaba mientras Sakura no hacía absolutamente nada. Sasuke estuvo a punto de morir durante la batalla, pero ella se limitó a permanecer junto a Tazuna y a observar cómo se desarrollaba todo.

Sakura se había convertido en una shinobi excepcional bajo la tutela de Tsunade. Su mejor hazaña era que se había convertido en una maestra sanadora. Cuando Sasori envenenó a Kankuro con un veneno desconocido que no tenía antídoto, Sakura intervino y de no ser por ella, Kankuro habría muerto.

Los fans deben recordar que incluso Lady Chiyo, que era mucho mayor y experta en medicina, no pudo ayudar a Kankuro. Sakura fue la única que pudo extraer el veneno de su cuerpo, averiguar un antídoto para él y salvarlo.

Sakura y sus compañeros de Konoha pensaron que Sasuke estaba demasiado lejos, y que lo mejor sería matarlo. Sakura se encargó de matarlo por su cuenta, pero a la hora de la verdad, dudó antes de acabar con él.

Tan inteligente y despiadado ninja como era Sasuke, se dio la vuelta y estuvo a punto de matarla cuando Naruto intervino a tiempo y la salvó. Si no hubiera sido por Naruto, Sakura habría muerto ese día por su indecisión.

Lady Chiyo le pidió a Sakura que se marchara cuando se le acabaron las opciones de cómo derrotar a Sasori. Su arena de hierro había destruido sus marionetas y no había mucho que pudiera hacer, y aunque Sakura podría haber tomado el camino más fácil, no se fue.

En su lugar, le pidió a Chiyo que utilizara su cuerpo como una marioneta. Mientras la anciana la titiritaba con un brazo, Sakura utilizó su monstruosa fuerza y su capacidad de análisis para asestar un golpe tras otro a Sasori y a sus marionetas, hasta que las dos damas acabaron venciendo.

Aunque Sakura era una ninja médica increíble, también tenía una fuerza y una destreza de combate increíbles que apenas utilizaba. Un ninja médico era extremadamente valioso durante la batalla y necesitaba estar vivo para salvar a sus compañeros en momentos de necesidad, así que tenía sentido que luchara muy poco.

Sin embargo, hubo varias batallas en las que su fuerza y agilidad que rompen la tierra podrían haber sido fácilmente útiles e incluso habrían salvado más vidas si hubiera luchado.

El Byakugou era una técnica que requería un control de chakra extremadamente delicado, y era algo que tardaba años en ser dominado por una persona. Incluso Shizune, que había sido aprendiz de Tsunade durante mucho más tiempo que Sakura, no había sido capaz de activarlo, sin embargo, después de sólo tres años de estar con Tsunade, Sakura fue capaz de dominar la técnica.

Sakura era conocida por sus habilidades de control del chakra, y el hecho de que fuera capaz de utilizar esta técnica tan pronto era un testimonio de sus habilidades como Kunoichi.

Durante la Cuarta Guerra Shinobi, cuando el Equipo 7 se reunió contra Madara Uchiha, Sakura estaba decidida a demostrar que era tan capaz como Naruto y Sasuke.

Sentía que ya no necesitaba su protección y quería protegerlos a ellos. Para probarse a sí misma, actuó precipitadamente. Se abalanzó hacia Madara, pero terminó siendo empalada por su espada, y como siempre, Naruto tuvo que apresurarse a salvar su vida.

Cuando Kaguya lanzó a Sasuke a otra dimensión para evitar que la sellara, Obito tenía una forma de traerlo de vuelta pero estaba demasiado bajo de chakra.

Sakura, que también estaba agotada y con poco chakra, se ofreció a darle el chakra que le quedaba para traer de vuelta a Sasuke y, juntos, lo consiguieron. Más tarde también ayudó a sellar a Kaguya asestándole un golpe en la cabeza mientras sus compañeros la sellaban.

Cuando Obito se dio cuenta de lo equivocado que había estado todo el tiempo, quiso enmendarse. No quería seguir cumpliendo las órdenes de Madara y por eso le pidió a Sakura que destruyera su ojo Rinnegan. Cualquier otro shinobi en su posición habría sabido lo crucial que era esto, sin importar lo difícil que fuera para ellos hacerlo.

Sin embargo, ella dudó antes de actuar, y esos momentos de vacilación les costaron muy caro. Madara llegó justo cuando ella extendía su mano y le puso fin, y finalmente consiguió el Rinnegan, con el que puso al mundo bajo el Tsukuyomi Infinito.

Un Jinchuuriki murió cuando se le extrajo la Bestia de Cola que llevaba dentro. Esto le ocurrió a Naruto durante la Cuarta Guerra Shinobi, cuando Kurama fue extraído de su cuerpo. Antes de ser extraído, Kurama le pidió a Gaara que llevara a Naruto a Minato, quien tenía la mitad oscura de Kurama en su interior y reviviría a Naruto una vez que entrara en él.

Minato estaba muy lejos de ellos y Naruto no habría hecho el viaje si no hubiera sido por Sakura. Ella puso su mano en su pecho y manualmente mantuvo su corazón latiendo mientras le daba respiración boca a boca. Si ella no hubiera salvado a Naruto, el mundo, tal como lo conocían, habría terminado.