Nemo, ganador de Eurovisión, critica el "increíble doble rasero" del concurso y dice que "necesita arreglo"

El concursante suizo ganó el concurso anoche (11 de mayo) en Malmö, Suecia, con su canción "The Code", después de haber encabezado la votación del jurado y haber quedado quinto en la votación del público.

La victoria de Nemo es la primera para el país desde que Celine Dion se alzara con el triunfo en 1988 con "Ne partez pas sans moi". También es el primer ganador no binario en la historia del concurso.

Durante su aparición en la rueda de prensa posterior al espectáculo, Nemo aprovechó la oportunidad para criticar la forma en que la Unión Europea de Radiodifusión (UER) dirigía el concurso, haciendo referencia específica a su política de no permitir banderas no binarias en la arena.

"Tuve que meter mi bandera de contrabando porque Eurovisión dijo que no, pero lo hice de todos modos, así que espero que algunas personas también lo hicieran", dijeron. "Pero, quiero decir, vamos, esto es claramente un doble rasero".

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Nemo también pareció romper el trofeo de cristal del ganador, y añadió: "El trofeo se puede arreglar - quizás Eurovisión también necesite arreglarse un poco, de vez en cuando."

Describieron la experiencia de Eurovisión como "realmente intensa, y no sólo agradable en todo momento".

"Había muchas cosas que no parecían estar relacionadas con el amor y la unidad. Y eso me entristeció mucho y al mismo tiempo... aquí también había mucho amor", continuaron, y dedicaron su victoria a la "gente que se atreve a ser ella misma y a la gente que necesita ser escuchada y comprendida".

El concursante irlandés Bambie Thug fue más mordaz en sus opiniones sobre la UER en su rueda de prensa. "Estoy tan orgulloso de que haya ganado Nemo", dijeron, sonando al borde de las lágrimas. "Estoy tan orgulloso de que todos los que estamos en el top 10 hayamos estado luchando por esta mierda entre bastidores porque ha sido tan duro y tan horrible para nosotros. Estoy tan orgulloso de nosotros.

"Sólo quiero decir", continuaron, "que nosotros somos lo que es Eurovisión. La UER no es lo que es Eurovisión. A la mierda la UER. Ya ni siquiera me importa. Que se jodan. Lo que hace esto son los concursantes, la comunidad que hay detrás, el amor y el poder y el apoyo de todos nosotros es lo que está haciendo el cambio."

"El mundo ha hablado", concluyeron. "Vienen los maricones. Los no-binarios por la puta victoria".

El concurso de este año se vio salpicado de polémica tras la decisión de la UER de permitir competir a Israel entre el conflicto palestino-israelí.

Organizaciones como Queers for Palestine, que escribió una carta abierta al británico Olly Alexander para que boicoteara el concurso de este año, criticaron la medida por considerarla "una cobertura cultural y un respaldo a la violencia catastrófica que Israel ha desatado contra los palestinos".

Más de 1.000 artistas suecos pidieron este año la prohibición de Israel, como Robyn, Fever Ray y First Aid Kit, y artistas como Olly Alexander se enfrentaron a llamamientos para boicotear el evento.