Novedades en "He estado matando Limos"

ADVERTENCIA: lo siguiente contiene spoilers del episodio 4 de He estado matando limos durante 300 años y he maximizado mi nivel, que ahora se transmite en Crunchyroll.

Después de tres siglos de masacrar slimes para acumular oro y XP, la bruja de las tierras altas, Azusa Aizawa, ha hecho unos cuantos amigos nuevos, entre ellos Laika, el dragón rojo. A diferencia de la hogareña Azusa, que se toma las cosas con calma en su reclusión, la trabajadora Laika tiene toda una red de amigos y familiares entre los suyos, y en el episodio 4, es hora de que Azusa los conozca.

Leila, la hermana mayor de Laika, está a punto de casarse, y Laika invita a Azusa, Halkara y los demás a ver cómo se desarrollan las nupcias. Laika adopta su forma de dragón y lleva a sus amigos al monte Rokko, hogar de los dragones rojos, sólo para que una antigua enemistad se manifieste.

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Al principio, todo parece ir bien en el monte Rokko, ya que un par de docenas de dragones rojos se reúnen y charlan alrededor de gigantescos platos de comida. Laika presenta a Azusa, a la elfa Halkara y al resto a su familia, incluida su hermana, la propia novia: Leila. Pero, justo cuando todos se están conociendo, surgen los problemas. Las hermanas Falfa y Shalsha, e incluso Halkara, se acobardan ante la aparición de una manada de dragones azules, liderados por Flatorte, que guarda un gran rencor hacia Laika y Leila. Los dragones azules atacan con su aliento de hielo, deteniendo la boda en más de un aspecto.

Laika y los dragones rojos contraatacan, pero Flatorte se jacta de que tiene otra manada de dragones que ataca el monte Rokko y su pueblo, lo que hace pensar que los dragones azules ya han ganado. Pero entonces Azusa entra en acción y se enfrenta a ellos, derribando a los dragones con potentes patadas. Los últimos dragones azules huyen a la ciudad de aguas termales dentro del monte Rokko, y para cuando Azusa y los demás los alcanzan, se dan cuenta de que otra cara amiga ha venido a ayudar: Belcebú, el Señor de las Moscas.

Belcebú, que es un gran fan de la bebida energética Nutri-Spirit de Halkara, se lo había tomado con calma hasta que Flatorte y sus compinches dragones azules aparecieron en el monte Rokko. Belcebú, molesto por la interrupción de su viaje a las aguas termales, atrapó a todos los dragones azules con runas arcanas, dando a Azusa la oportunidad de hablar con los escamosos alborotadores. Flatorte está simplemente celosa de que Leila haya podido casarse mientras ella ahuyenta a la gente con su mala actitud. A petición suya, Flatorte asume su forma humana, y acepta a regañadientes un tratado de paz con Laika, que representa a todos los dragones rojos. Además, Flatorte carga con la factura de todos los daños materiales causados por su ataque.

Cuando todos se llevan bien, la boda se reanuda y todos los dragones adoptan sus formas humanas para la recepción. Leila, la novia, se sorprende gratamente cuando Flatorte se acerca a ella y le ofrece una rosa roja, un gesto amable después de todos los problemas que ha causado. Azusa, por su parte, no hace más que disfrutar de las sorprendentes imágenes y sonidos de la sociedad dragón, ya que nunca ha visto nada parecido en este mundo isekai. Laika, por su parte, tiene sentimientos encontrados al respecto, ya que su hermana ya no estará cerca para consolarla cuando se sienta mal, así que Azusa se ofrece a ser la nueva base emocional de Laika. Laika se muestra muy agradecida y todas las amigas se reúnen en las termas del monte Rokko para terminar la velada a lo grande. Azusa por fin despliega sus alas para explorar su nuevo mundo.