One Piece: 5 maneras en las que Hody Jones tenía razón (y 5 en las que no)

Hody Jones fue el principal antagonista del arco de la isla del Hombre Pez y el primer desafío real al que se enfrentó Luffy tras el salto temporal del universo deOne Piece. Aunque no era el adversario más fuerte al que se enfrentaban los Sombreros de Paja, tenía motivos y ambiciones únicas que lo distinguían de los demás villanos de la serie.

En concreto, buscaba la superioridad del hombre pez a cualquier precio, aunque preferiblemente a costa de los humanos. Al identificar los matices de su posición y cómo sus acciones han reflejado sus creencias, podemos determinar mejor los méritos y defectos de su filosofía.

Un rasgo distintivo del valor de las creencias de una persona es lo mucho que está dispuesta a sacrificar por ellas. Durante Impel Down y Marineford, Luffy se sometió a múltiples inyecciones de hormonas de Ivankov solo para poder salvar a su hermano (a sabiendas de que hacerlo reduciría considerablemente su vida).

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Comprendiendo que no podría enfrentarse a los Sombreros de Paja de otro modo, Hody hizo un sacrificio similar tomando esteroides energéticos. Evidenció su convicción en su filosofía y proporcionó un oscuro reflejo de Luffy a la hora de seguir sus sueños.

Al principio, Hody hizo dos suposiciones erróneas sobre la tripulación del Sombrero de Paja: postuló que eran malvados e inferiores. Irónicamente, estas afirmaciones lo describían mejor si se tiene en cuenta que la tripulación de Luffy no sólo lo derrotó, sino que evitó la destrucción de la isla y de prácticamente todos sus habitantes.

Su victoria fue tan decisiva que muchos de los nuevos piratas Fish-Man desertarían al ejército de Neptuno tras el encarcelamiento de Hody y una vez cerrado su distrito.

La ideología de Hody no estaba confeccionada exclusivamente por los relatos de Arlong durante sus días en los Piratas del Sol; vio la depravación de los humanos de primera mano cuando visitaron el distrito del Hombre Pez e intentaron tomar rehenes.

Teniendo en cuenta que prácticamente todos los que atraviesan la isla son piratas (y que muchos de ellos no son tan benévolos como la tripulación del Sombrero de Paja), es fácil entender que se forme una disposición negativa sobre los humanos en general. Sobre todo porque los marines no han demostrado ser más morales que sus homólogos rufianes.

La decisión de Hody de aliarse con Vander Decken puede haber sido calculada debido al fruto de su camarada Mark-Mark, Noah, y al gigante bajo su mando, pero no deja de ser una asociación completamente inmoral dadas las circunstancias y las motivaciones que impulsan al cretino de capa amarilla.

Decken no sólo estaba encaprichado con una princesa de seis años, Shirahoshi, sino que los objetivos de ambos villanos no se alineaban de forma coherente. Esto hizo que la traición final de Hody no fuera sorprendente: a pesar de sus defectos, puso fin a una asociación que moralmente nunca debería haberse producido.

Uno de los puntos más fundamentales de Hody era que los hombres-pez eran superiores a los humanos. Aunque eran igualmente cognitivos y, por tanto, merecedores de derechos y dignidad, no se pueden ignorar las disparidades físicas entre ambas razas.

Se afirmaba que el hombre-pez medio era diez veces más fuerte que un humano, y esta diferencia era aún mayor bajo el agua. Por lo tanto, Hody tiene al menos parcialmente razón en su afirmación inicial, aunque confunda los derechos y la dignidad de los demás con su potencial físico como guerreros.

A pesar de haber sido testigo de la depravación humana de primera mano, Hody admitió que nunca había sufrido bajo ellos directamente antes de tomar a Fukaboshi con la guardia baja y golpearlo.

Esta fue una gran revelación que conmocionó y horrorizó a las fuerzas de Neptuno. A partir de ese momento, el líder rebelde sería correctamente etiquetado como un monstruo. En última instancia, Hody era una manifestación de racismo y un participante voluntario en un ciclo de odio que esperaba que nunca terminara. Su abierto desprecio y predisposición contra los humanos hace que cualquier reparo que tenga hacia ellos sea difícil de considerar seriamente.

Los nobles del mundo apenas dejaron una mejor impresión a los hombres-pez que los piratas. De hecho, podría decirse que fue mucho peor. Cuando uno de ellos naufragó en la isla, anunció sus intenciones de reclamar a sus esclavos y amenazó con su pistola a los curiosos locales que se reunían en las cercanías.

Para empeorar las cosas, eran los principales compradores de las sirenas que los piratas secuestraban y vendían en subastas humanas. Su barbarie dio credibilidad a las afirmaciones de Hody de que su pueblo debía levantarse.

Para avivar el fuego del odio y acabar con el lobby pro-humano de Otohime, Hody le disparó durante un mitin, quemó sus papeletas y culpó tanto del incendio como del asesinato a un pirata a sueldo cercano.

Esta fue una de sus acciones más atroces, ya que intentó arrebatarle la vida y el sueño a la reina en una sola maniobra brutal. Además, era un mal presagio para los méritos de sus afirmaciones: si los humanos fueran tan reprobables como él decía, no habría necesitado falsificar un crimen para criticarlos.

Una vez que Tigre Pescador devolvió a Koala a su aldea natal, fue rápidamente acosado por los marines. El pueblo de la niña lo había entregado a las autoridades bajo la promesa de que los nobles del mundo no vendrían a buscarla como esclava fugitiva.

Esta fue una profana ilustración de salvajismo que acabaría provocando la muerte de Fisher Tiger. Dado que era un icono para los hombres-pez de todo el mundo y que su bondad hizo que lo mataran, es comprensible que Hody desconfíe de los humanos.

Cuando el Noah de Vander Decken llegó para perseguir a Shirahoshi, Hody se dio cuenta de la oportunidad de destruir a su rival y reaccionó en consecuencia. Saltó a bordo de la nave y atacó a su antiguo camarada, dejándolo inconsciente.

Perder el control del Noé supuso el fin no sólo de los Sombreros de Paja, sino también de todos los demás en la isla, incluyendo a sus propios nuevos aliados piratas del Hombre Pez. Jones era consciente de estos sacrificios, pero estaba demasiado consumido por su odio como para considerar el bienestar de los que le habían jurado lealtad.