Por fin puedo disfrutar de otro juego sobre un tipo raro y desagradable atrapado en una dimensión infernal de otro mundo.

Por fin puedo disfrutar de otro juego sobre un tipo raro y desagradable atrapado en una dimensión infernal de otro mundo.

Con lo avanzados que han llegado a ser los gráficos 3D, me gustaría que utilizáramos estas técnicas de renderizado para hacernos más locos, ¿entiendes? La extraña iluminación y la carga ultrarrápida de Alan Wake 2 me picaron el gusanillo el año pasado, pero a lo que me refiero realmente es a Scorn de 2022: un sueño febril enfermizo que sólo podía cobrar vida en un juego. Ahora parece que tendremos nuestro primer Scornlike en Necrophosis.

Soy un hombre sencillo: Me encanta la obra de H.R. Giger, el icónico artista suizo que diseñó el Xenomorfo, soy un fanático de Zdzisław Beksiński, un pintor polaco especializado en paisajes oníricos inquietantemente bellos y desconcertantes, y créanme que estaba dispuesto a probar Scorn, un juego de terror que se inspiraba en ambos. No hay nada como Scorn, y los parches posteriores al lanzamiento contribuyeron en gran medida a solucionar mis mayores quejas al analizar el juego.

Alpha Beta Gamer publicó por primera vez Necrophosis como un juego a tener en cuenta, y también subió una partida completa de la demo de Steam del próximo juego de aventuras. Desde el primer momento, Necrophosis me impresionó por su aspecto y sonido: una música ambiental espeluznante y unos crujidos y chirridos enfermizos acompañan a la ciudad desértica de pesadilla en la que estás atrapado, llena de cráneos monolíticos y "edificios" horriblemente picados que inducen a la tripofobia. El desarrollador Dragonis Games se ha puesto en plan Beksiński.

La jugabilidad de la demo consiste enteramente en explorar y resolver puzles, y uno de mis toques favoritos es la posibilidad de coger y examinar objetos. Hay un bichito horrible que se pone a gritarte cuando lo levantas para examinarlo, retorciéndose mientras le das la vuelta como un salmón ahumado de Skyrim en tu menú de inventario, y ese es justo el tipo de interacción perturbadora y sorprendente que quiero de un juego como este.

Hay una gran pega aquí, y es una queja que comparto con Alpha Beta Gamer: estas entidades inhumanas son demasiado parlanchinas. La primera vez que entro en el mundo, estoy maravillado con esta ciudad abandonada, un tipo gigante y repugnante con una cabeza de falo se me acerca, pongo cara de Sickos de los dibujos políticos de Onion, y entonces este gilipollas empieza a hablar. Se lanzó a una interpretación completa de "Ozymandias" de Percy Bysshe Shelly, y déjenme decirles que esto mató el estado de ánimo más duro que el compañero de piso de una cita de Tinder preguntando si todos quieren unirse a una partida de Colonos de Catán.

¿Qué es esto, una clase de literatura de instituto? Me gusta Ozymandias tanto como a cualquiera, pero a estas alturas ya está un poco trillado, como cuando ya no se puede poner "Hallelujah" de Leonard Cohen en una escena dramática. Puede que Breaking Bad haya acabado con este juego para todos, e incluso aparte de eso, es un poco demasiado directo, golpeando a los jugadores con un poema sobre los orgullosos monumentos de una civilización perdida mientras deambulan entre los orgullosos monumentos de una civilización perdida... creo que entiendo lo esencial.

Imagen 1 de 5 bone structure in freaky desert city ominous red structure amid massive graveyard bone structures in desert city tall alien man beckons toward freaky desert city Freaky desert city

No me opongo necesariamente a los diálogos y a la historia en un juego de terror cósmico, pero Divine Frequency, un espectáculo de fenómenos en primera persona, te muestra cómo se hace: no expliques nada, usa las palabras con moderación y, cuando lo hagas, abruma con cacareos sin sentido al estilo Dark Souls y una sobrecarga de alusiones a la historia.

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