Riley Keough le cuenta a Oprah cómo fueron los últimos años de Lisa Marie Presley y hasta dónde llegó su madre para procesar el duelo: "Entiendo que parezca una locura".

Riley Keough se sentó con Oprah Winfrey en la finca de su familia, Graceland, para un especial de una hora de la CBS dedicado a hablar del nuevo libro "From Here to the Great Unknown" (De aquí al Gran Desconocido), que Keough terminó después de que su madre empezara a dictarle recuerdos para unas memorias antes de morir en 2022. Entre las revelaciones que surgían el martes, con la publicación del libro y el evento en horario de máxima audiencia, estaba lo sumida que estaba Lisa Marie Presley en el dolor en sus dos últimos años, aunque parecía haber superado una adicción a las drogas, incluso mientras su salud se resentía.

Entre las anécdotas del libro de las que ya se está hablando más -y de las que se hablará en detalle en "An Oprah Special: The Presleys - Elvis, Lisa Marie and Riley" - es hasta qué punto Lisa Marie Presley literalmente no quería dejar marchar a su querido hijo, Ben, después de que muriera por suicidio en 2020.Historias relacionadas

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Como se cuenta en el especial, Lisa Marie conservó el cuerpo de Ben durante dos meses después de su muerte, incapaz de decidir si enterrarlo en Graceland o en Hawai, pero también sintiendo que podría procesar mejor su dolor si su presencia permanecía en la casa durante un largo periodo, incluso muerto.

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"Sobre el papel, podría ver cómo esto suena completamente loco y absurdo", dijo Keough, "pero mi madre era muy ella misma... Ya sabes, no era una loca"."Comparó la forma en que su madre tardaba más en procesar la muerte con lo que ocurre en las sociedades no occidentales, aunque reconoció que le parecía extraño cuando lo consideraba a través de los ojos de los demás... cosa que tuvo ocasión de hacer cuando vino un visitante a casa.

"Fueron unos dos meses, y todo el mundo en la casa estaba en proceso de duelo", dijo Keough a Winfrey, quien preguntó: "¿Puedes explicar cómo puede suceder eso?" Dijo Keough: "Ella hizo algunas cosas salvajes, pero creo que el plan era enterrarlo aquí (en Graceland) con su padre. Y no íbamos a venir hasta dentro de tres semanas... Ella sabía que la mujer iba a retener a mi hermano en la funeraria, y creo que no le gustaba la idea de que estuviera lejos, y no sabía lo que se estaba haciendo. Y creo que simplemente quería controlar la situación, dada nuestra familia y todo eso, y también por el hecho de ser madre... Básicamente, encontró a una propietaria de funeraria muy compasiva que era madre, y le dijo: 'Bueno, mira, si haces todas estas cosas, puedes mantenerlo en una habitación. (En el libro, Keough explica que la temperatura de la habitación debía mantenerse a 55 grados).

Winfrey hizo que Keough contara la historia de cómo llevaron a un tatuador para que les tatuara nombres en las manos que reflejaran los tatuajes de Ben. Lisa Marie "realmente quería que la colocación fuera exactamente la correcta, y él le dijo: 'Vale, ¿tienes alguna foto?' ... Y ella dijo: 'No. Pero puedo enseñártela'", guiándole hacia el cuerpo que había en la habitación de al lado. "Me quedé callado porque es mi madre y hace lo que quiere, pero fue sin duda uno de los momentos más absurdos. ... Dios le bendiga, fue muy normal con todo el asunto... Luego, cuando se fue, yo estaba como: '¿Sabes lo loco que fue?" Preguntó Winfrey: "¿Te imaginas lo que ese artista del tatuaje tuvo que decir a su familia cuando se fue a casa esa noche?" Keough espetó: "Estoy segura de que escribirá un libro, en algún momento".

Aunque tanto la presentadora como el sujeto tuvieron que sonreír brevemente mientras se relataba la extraña historia, el tema del dolor extremo de Lisa Marie se trató con la mayor seriedad, reproduciéndose grabaciones de sus últimos meses en las que hablaba de no haber querido seguir viviendo, "literalmente", tras el fallecimiento de Ben. Aunque Riley afirma que mantenía una estrecha relación con su madre, dice que el vínculo que su hermano tenía con Lisa Marie era como el legendario que Elvis Presley tenía con su madre, Gladys.

Como revela el nuevo libro, Lisa Marie no había tenido ningún problema grave con las drogas después de su adolescencia - hasta que tuvo gemelos a los 40 años, y entonces cayó en una adicción debilitante a los opiáceos, tomando drogas después de tener una cesárea. Keough dijo que su madre consiguió pasar por rehabilitación más de una década después, y que estaba orgullosa de Lisa Marie por no recaer gravemente tras la muerte de Ben. Pero en su último año, la combinación del dolor continuo y de no haber cuidado su cuerpo creó una situación ominosa que dejó a la hija con la sensación de que su madre podría no sobrevivir indefinidamente.

Al menos hubo algo de luz en los últimos meses de Lisa Marie, mientras buscaba una razón para seguir adelante: "Creo que su idea de seguir adelante era trabajar en el duelo y ayudar a otros padres a superar el dolor. Organizaba reuniones en su casa en las que ponía bocadillos para las familias y pedía a nuestro consejero que viniera y organizara círculos de duelo. Y quería hacer un podcast. Creo que tenía que ser sobre mi hermano si quería encontrar un nuevo camino para sí misma".

El especial también tuvo sus momentos más alegres, con Winfrey anunciando alegremente "¡Aquí estamos!" cuando el equipo llegó a Graceland, y compartiendo recuerdos de cómo ella y Lisa Marie se llamaban mutuamente "prima" después de que, en una visita en 2006, la presentadora compartiera la información de que Presley era un apellido por parte de su abuela materna.

Keough mostró objetos como la llave de su madre de uno de los carritos de golf que conducía temerariamente por Graceland cuando era adolescente, y el contenido de la caja negra que Elvis Presley llevaba de un lugar a otro.

Winfrey pidió a Keough que compartiera su recuerdo más entrañable de su madre, y fue lo mucho que Lisa Marie quiso cuidar y acunar a su nieta, Tupelo, cuando Riley fue madre hace dos años.

"Era una gran madre, pero también era especialmente buena con los bebés... Su instinto con los bebés era increíble. Creo que si puedo hacer que (Tupelo) se sienta querida, de la misma forma que mi madre nos hizo sentir queridos, fue incondicional", dijo Keough, "de verdad". E incluso cuando pasaba por momentos difíciles, las drogas... ya sabes, nos peleábamos, porque ella hacía cosas que yo no aprobaba. Teníamos interacciones horribles, como ocurre con alguien que se droga. Pero el amor siempre estuvo ahí".

Winfrey dijo: "Sé que le va a encantar que estemos juntos. Esté donde esté, dirá: 'Gracias, primo'".