School-Live!: 5 veces que Yuki casi mata a todo el mundo (y 5 que salvó a todos)

¡Yuki es la protagonista del anime School-Live! Esta excéntrica, simpática y enérgica estudiante ha sobrevivido durante mucho tiempo al apocalipsis gracias a los esfuerzos de sus amigos, que crearon el club School Living como táctica para mantenerla dentro de la escuela tras el brote zombi. A diferencia de sus amigos, Yuki no tiene ni idea de lo que ocurre en el mundo que la rodea, ya que ha sufrido una crisis mental que le hace creer que todo está bien.

Aunque vivir bajo esas ilusiones permite a Yuki sobrellevar la situación, le causa algunos problemas a sus amigos, a los que a veces pone en peligro con sus payasadas. Sin embargo, a pesar de los problemas que puede causar, Yuki también es su salvadora en más de una ocasión.

Mientras está atrapada en el interior de la escuela, a todos les corresponde ayudar con la jardinería, llevar la cuenta de los suministros y mantener las barricadas que protegen a las chicas de los zombis de abajo. Aunque Yuki realiza algunas tareas consideradas como deberes del club, no puede hacer nada que le recuerde el apocalipsis que la rodea, sino que sigue sus viejas rutinas de asistir a clase.

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Esto hace que sus amigos se pongan en peligro, realizando los trabajos peligrosos que les obligan a salir de su zona de seguridad, especialmente Kurumi, que asume los peores trabajos como luchadora del grupo.

Aunque parezca que no tiene mucha importancia, los juegos e imaginaciones de Yuki realmente salvaron al club School Living una y otra vez. El festival deportivo le recordaba a Miki que la vida era algo más que una simple supervivencia. Las cartas que las chicas enviaban al mundo las llenaban de la esperanza de que algunos otros humanos pudieran haber sobrevivido también, y la prueba de valentía permitía a las chicas asaltar la tienda de la escuela en busca de suministros sin ceder a sus miedos.

Sin la esperanza y el sentido de la rutina que crearon las payasadas de Yuki, Miki, Kurumi y Yuuri bien podrían haberse dado por vencidos.

Por muy ilusa que sea, Yuki no ve las ventanas rotas, la sangre en las paredes o la destrucción general que la rodea; es completamente ajena a su entorno. Aunque la mayoría de las veces esto se interpreta como algo simpático o inofensivo, en realidad es un rasgo bastante preocupante. Sin la capacidad de percibir el peligro, Yuki suele ser demasiado ruidosa y bulliciosa, lo que delata constantemente la posición del club en escenarios en los que tienen que ser sigilosos. Aunque el club consigue controlar a Yuki, dándole razones para que se calle, podría haber habido un momento en el que esto hizo que los mataran a todos.

El club no sólo ignora la tendencia de Yuki a llamar la atención, sino que participa activamente en sus juegos. En la saga del centro comercial, Yuki les animó a jugar a disfrazarse con ella en la tienda de ropa. Aunque esto podría parecer una buena diversión, podría haber acabado de forma terrible; después de todo, ¿quién podría esperar huir de una horda de zombis sin zapatos?

Tras el viaje al centro comercial, las chicas se disponen a regresar a la escuela, para no volver a salir de ella en un futuro próximo. Sin embargo, poco después de salir, Yuki está segura de haber oído algo desde el interior del edificio. Las demás la convencen de que está imaginando cosas y de que deben marcharse.

Yuki ignora a sus amigos y corre hacia el interior, donde encuentra a Miki, rodeada de zombis. Habiendo seguido a Yuki de vuelta al interior del centro comercial, el grupo es capaz de salvar la vida de Miki, llevándola de vuelta a la escuela.

En otro de sus delirios, Yuki tiene una conversación con Megumi que la lleva a idear una prueba de valor en el club. El objetivo de la prueba es recorrer la escuela por la noche, enfrentándose a la idea de los fantasmas y otras imaginaciones por el estilo. Aunque los demás utilizan la prueba como medio para asaltar la tienda de la escuela, no parecen considerar la mala idea de la prueba.

Salen de su zona de seguridad en la oscuridad de la noche, mientras siguen a Yuki, que es demasiado ruidosa. Al final, el ruido de Yuki atrae a un zombi que Kurumi tiene que eliminar.

Después de que Kurumi fuera mordida por una Megumi zombificada, Miki se comprometió a recuperar la medicina que necesitaba en el refugio del sótano, que era, con mucho, la zona más peligrosa de la escuela. Aunque Yuki se ofreció a ayudar, al haberse liberado de sus delirios bajo la tensión de un acontecimiento tan traumático, Kurumi optó por ir sola.

Habiendo sido puesta en su lugar, Yuki inicialmente permaneció escondida, pero después de un tiempo, supo que tenía que hacer todo lo posible para asegurarse de que sus amigos estuvieran a salvo. Saliendo de la seguridad de la sala del club, el discurso de Yuki por la megafonía creó una distracción, haciendo que los zombis dejaran a Miki en paz.

Pensando que los clubes de la escuela salen de excursión, Yuki decide que ella y sus amigos también deberían hacerlo, reclutando a sus amigos para un viaje al centro comercial. Incapaz de aplastar el espíritu de Yuki, el club acepta el viaje, asumiendo sus mayores riesgos desde que comenzó el brote. Tienen que salir de la escuela, atravesar el aparcamiento, aprender rápidamente a conducir un coche, y eso antes de llegar al centro comercial infestado.

Una vez finalizado el viaje, las chicas no tienen mucho que mostrar, ya que se llevan un oso de peluche para Yuki en lugar de las docenas de suministros que podrían haber llevado en su lugar.

Tras encontrar una llave entre las pertenencias de Megumi, Miki y Yuuri se ponen a buscar en la oficina del profesorado de la escuela que pueda arrojar algo de luz sobre su situación actual. Aunque buscan por todas partes, no hay rastro de nada que pueda serles útil. Yuki encuentra a las chicas en su búsqueda y se une a ellas, deseosa de ayudar a encontrar lo que su versión imaginaria de Megumi quería. En medio de su caprichosa búsqueda, Yuki consigue encontrar un compartimento secreto con los archivos que Miki y Yuuri estaban buscando.

Los archivos que Yuki descubre detallan los orígenes del brote zombi, información sobre otros refugios y la ubicación de un búnker secreto bajo la escuela. Sin su descubrimiento de los archivos, Kurumi habría muerto, y el club School Living nunca habría tomado la decisión de buscar supervivientes en los otros refugios.

Tras oír a Miki y correr de nuevo al centro comercial para encontrarla, Yuki se enfrenta pronto a una horda de zombis, todos los cuales habían muerto allí antes del brote. Aunque Yuki está algo lúcida en este momento, consciente de que tiene que salvar a Miki o cortar y huir, se paraliza, teniendo un ataque de pánico.

Yuuri y Kurumi corren en ayuda de Yuki y Miki, actuando rápidamente para salvarlas. Aunque el grupo consigue salir ileso del centro comercial infestado, las acciones de Yuki casi consiguen que todos mueran.

En el final de la serie, la escuela es invadida por los zombis de los ex alumnos y miembros de la facultad. Un Tarōumaru zombificado rescata a Yuki, lo que hace que se dé cuenta de que los zombis conservan recuerdos residuales de sus vidas anteriores. Con el fin de salvar a sus amigos, Yuki corre a través de la espesura de la horda, haciendo su camino a la sala de transmisión de la escuela.

Una vez allí, utiliza el sistema de megafonía de la escuela para dar un sentido discurso, diciendo a los zombis que es hora de que se vayan a casa. Sin derramar una sola gota de sangre, Yuki consigue librar a la escuela de todos los zombis, salvando a todos los que están dentro.