Shakira agradece el desamor en 'Las Mujeres Ya No Lloran', una odisea de la música pop latina: Reseña del álbum

En su primer álbum en siete años, Shakira se centra en su evolución.

La cantante se consolidó como uno de los pilares del estrellato pop internacional, impulsada por su debut en inglés "Laundry Service", en 2001, y en su recién estrenado "Las Mujeres Ya No Lloran," en su recién estrenado "Las mujeres ya no lloran", hace una gran reaparición en sociedad después de lo que ella ha llamado abiertamente las "horas más oscuras" de su vida, definidas por los cotilleos de la prensa sensacionalista en torno a sus finanzas y su muy pública ruptura con el futbolista Gerard Piqué.

Pero no se equivoquen: "Las Mujeres Ya No Lloran" no es un tema oscuro. En su lugar, Shakira muestra la progresión de su arte de siempre. Hace honor a las raíces rock y pop que cultivó en su Barranquilla natal, Colombia, al tiempo que muestra su interés por los subgéneros regionales, como ya hizo en el pasado con el afrobeats y el pop árabe. En su duodécimo álbum de estudio, Shakira invierte plenamente en estas maravillas intergenéricas -canciones con la rapera Cardi B, la banda tejana Grupo Frontera, el grupo mexicano Fuerza Regida y los maestros de la EDM Bizarrap y Tiesto, entre otros- que juntas representan el paisaje sonoro del pop latino actual.

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Cardi aparece en el tema inicial, "Puntería", una canción pop nu-disco en la que escupe versos de rap juguetones ("Tengo una empanada, mamá, que a él le encanta comer") y armoniza en español sobre recibir un flechazo de amor y regocijarse en el encanto del romance sin adulterar (y del buen sexo). Cohete", un tema que comparte con Rauw Alejandro, otro colaborador nominado a los Grammy Latinos, mantiene un ánimo similar, recubierto de las mismas melodías pop azucaradas que facilitan la escucha.

El poder de Shakira brilla más cuando se adentra en el Afrobeats en "Nassau", donde está sola pero parece más segura que nunca. Desde su colaboración en "Monotonía" con la estrella del reggaeton Ozuna, hasta los estilos regionales de "El Jefe" y "(Entre Paréntesis)", Shakira consolida su compromiso de estudiar el panorama actual del pop latino.

Cuenta con la sólida ayuda de los Vengadores de la composición y la producción latinas: Tainy y Albert Hype, productores de Bad Bunny; Keityn, que ha escrito para Karol G y J Balvin, y Edgar Barrera, un aclamado compositor de canciones para artistas como Grupo Frontera y Peso Pluma, entre otros.

Mientras tanto, su maestría en la creación de éxitos está a pleno rendimiento. El tema "TQG", protagonizado por Karol G y cuyo videoclip ha sido visto más de mil millones de veces en YouTube, y "Shakira: Bzrp Music Sessions, Vol. 53″ (con Bizarrap)", ganadora del récord Guinness, transmiten su afición por las frases hechas memorables e ingeniosas ("Suerte que mis pechos son pequeños y humildes, para que no los confundas con montañas"). Shakira ya ha hecho historia en la cultura pop con este álbum, al escribir la infame frase de "Vol. 53": "," ("Yo sólo hago música, perdona si te he salpicado") que tiene un juego de palabras en la última palabra () haciendo referencia al nombre de su ex novio supuestamente infiel y padre de sus hijos. Desde esos primeros discos de 2023, estaba claro que Shakira tenía suficiente munición emocional y musical para lanzar este álbum como quisiera.

Y así lo hizo, eligiendo honrar el dolor tanto como el amor. En "(Entre Paréntesis)", una cumbia a dúo con Payo Solís, del Grupo Frontera, la voz de Shakira alcanza ocasionalmente un pico en el que parece que podría doblarse y quebrarse, pero no lo hace, y el resultado son gruñidos intrínsecos, crudos y magnéticos.

El amor de Shakira por las guitarras acústicas y las teclas de piano conforman las canciones más vulnerables de este álbum como la confesional "Última" y "Acróstico", en la que aparecen sus dos hijos pequeños. Con "Cómo, Dónde y Cuándo", Shakira vuelve al entramado de guitarras y batería que la caracterizó en su época de rockstar con "Pies Descalzos, Sueños Blancos" y la armónica "Donde Están Los Ladrones"."Cuando el dance y el disco pop entraron en juego en sus últimos álbumes, al igual que el reggaeton, la Shakira rockstar pasó a un segundo plano, lo que hace de éste -por muy actualizado que suene para adaptarse a los estándares de 2024- una apuesta digna de apreciar.

Shakira dice que creó este álbum como medio de terapia -exorcizando cualquier último resquicio de pena ligado a sus últimos años- pero, en el ámbito del legado internacional de la cantante, "Las Mujeres Ya No Lloran" es el testamento actualizado de su exitosa trayectoria. Se regocija en la experimentación y la liberación de la nueva escuela que ayudó a construir.