Shameless: 10 maneras en que Frank ha cambiado desde la primera temporada

Después de 11 largos y entretenidos años, Shameless ha dejado de emitirse. Esto no sólo significa probablemente que esta es la última vez que los fans verán a la familia Gallagher (a menos que un spinoff inesperadamente llegue a buen término), sino que ciertamente será la última vez que los fans verán a Frank Gallagher, ya que el patriarca de la familia murió durante el final.

A lo largo de 11 años, gran parte de la familia Gallagher creció como individuos y aprendió valiosas lecciones, pero haciendo honor al título de la serie, Frank fue el único personaje que permaneció prácticamente igual que cuando se emitió el primer episodio. De hecho, en muchos aspectos, Frank retrocedió ocasionalmente como personaje a lo largo de los años e ignoró los acontecimientos que le cambiaron la vida en favor de abrazar su antiguo yo. Sin embargo, eso no significa que no haya cambiado, aunque sea brevemente, en esos 11 años.

En sólo los siete primeros episodios de la serie, Frank demuestra ser un alcohólico inestable y un padre ausente. Sin embargo, en el octavo episodio, se produce un gran cambio para Frank cuando decide dejar de beber de golpe.

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Es cierto que sólo lo hace a instancias de un médico que le promete 3.000 dólares para un estudio hospitalario si deja de beber durante dos semanas, pero su comportamiento demuestra que, cuando está sobrio, es realmente un padre bueno y solidario.

Durante la segunda temporada, los espectadores por fin consiguen ver claramente por qué Frank es como es y en qué persona se ha convertido. Es porque, durante toda su vida, ha sufrido abusos emocionales y verbales por parte de su madre, que vuelve a entrar en su vida para mandarle como siempre.

No es hasta el episodio de la segunda temporada "¿Puedo tener una madre?" que Frank, por primera vez en su vida, es capaz de hablar y enfrentarse a su madre. Es cierto que no sirve de nada, ya que su madre no le toma en serio y su relación sigue siendo la misma, pero al menos por un momento, Frank tuvo un gran momento de crecimiento personal.

Sus últimos momentos durante los últimos episodios de Shameless están lejos de ser el primer roce de Frank con la muerte en la serie. Una de sus primeras experiencias cercanas a la muerte se produce en la cuarta temporada, cuando su hígado finalmente se rinde tras años de adicción al alcohol.

Como era de esperar, cuando necesita un donante, la situación de Frank no despierta ninguna simpatía en el clan Gallagher y, por tanto, nadie se ofrece a ayudarle. Fiona es una donante compatible, pero se niega porque Frank se lo ha buscado. Así que acude a su otra hija en busca de ayuda. No, no a Debbie.

Para sorpresa de todos, tanto del público como del reparto de personajes, también se revela durante la cuarta temporada que Frank tiene otra misteriosa hija fruto de una relación con una mujer llamada Queenie, a la que el público no llega a conocer hasta la sexta temporada.

Su hija mayor, hasta ahora inédita, es Samantha "Sammi" Slott, y tiene un hijo con necesidades especiales llamado Chuckie, lo que convierte a Frank en abuelo. Aunque su relación comienza de forma incómoda, ya que ella pensaba inicialmente que Frank estaba intentando salir con ella sin haberlo conocido antes, con el tiempo, ella llega a quererlo más que cualquiera de los otros Gallagher.

A pesar de lo mucho que Sammi quería a su padre, eso no le impidió dispararle en el séptimo episodio de la quinta temporada, aunque accidentalmente. No obstante, acaba en el hospital donde es atendido por un médico que sufre un cáncer de páncreas en fase 3.

A lo largo de los siguientes episodios, crea un vínculo con la doctora, Bianca, y la ayuda en su intento de vivir una vida plena antes de que se acabe. Se embarcan en una escapada a Costa Rica, pero durante el viaje, Bianca se adentra sola en el océano para no volver a ser vista ni a saber de ella. Frank se siente realmente desconsolado por su marcha, demostrando que Bianca puede haber sido la primera y única mujer a la que ha amado de verdad desde Mónica.

A lo largo de los años, Frank siempre se ha encontrado en desventaja con su familia, pero siempre ha encontrado la manera de recuperar su amor y atención. Sin embargo, su familia pareció llegar a la gota que colmó el vaso durante el final de la sexta temporada, cuando arruinó la boda de Fiona sacando a la luz los secretos de la familia y revelando que el futuro marido de Fiona aún no había dejado su adicción a la heroína.

Mientras Sean se aleja de la vida de Fiona, los Gallagher apartan a Frank de sus vidas por última vez arrojándolo a un río, lo cual revelan en la séptima temporada que esperaban que muriera. Aunque él permaneció en sus vidas en temporadas posteriores, su relación nunca se recuperó de ese fatídico día.

Frank siempre había rebotado de casa en casa a lo largo de las temporadas, pero nunca había estado verdaderamente sin hogar hasta la séptima temporada, a raíz de no ser ya bienvenido en la Casa Gallagher. Se muda a un refugio para indigentes donde adopta una nueva familia Gallagher 2.0, como él la llama.

Una cosa lleva a la otra, y en el espíritu de la casualidad, Frank acaba abriendo brevemente su propio refugio para indigentes. Este nuevo empeño no dura mucho, ya que acaba despilfarrando el dinero de las donaciones.

Lo más cerca que está Frank de reconciliarse finalmente con su familia es en el duelo mutuo por la muerte de su ex, Mónica, durante el final de la séptima temporada. En la octava temporada, Frank espera pasar página y convertirse en un adulto responsable, es decir, dejar de mendigar, conseguir un trabajo de verdad e intentar disculparse por todas las cosas terribles que ha hecho a su familia y amigos.

Su familia se refiere a la nueva vida de Frank como "San Francisco". Sin embargo, al igual que su intento de sobriedad, no dura demasiado, ya que vuelve a ser el mismo a mitad de temporada tras ser despedido de su trabajo.

Durante la novena temporada, la última y más ambiciosa estafa de Frank se produce cuando recluta a un ex congresista caído en desgracia llamado Mo White y lo postula para el congreso, sirviendo como director de la campaña de Mo.

A medida que se acercan las elecciones, Mo se encuentra en el último lugar de la carrera, pero milagrosamente consigue una victoria inesperada con el 52%, gracias en gran parte a que Frank convence a Terry Milkovich para que haga votar a sus amigos neonazis. Esto acaba con las ambiciones políticas de Frank, especialmente después de descubrir los verdaderos colores de Mo.

La última temporada de Shameless es cuando los años de libertinaje de Frank Gallagher finalmente lo alcanzan. Tras un diagnóstico de demencia, su estado no hace más que empeorar, lo que le lleva a un intento de suicidio. Sobrevive, pero su vagabundeo por las calles de Chicago le lleva a un hospital donde muere por el coronavirus, en manos de una enfermera a la que confunde con Fiona.

Apropiadamente, de la manera más oscura posible, el personaje más desvergonzado y posiblemente irredento de Shameless muere solo en la cama de un hospital mientras los miembros de su familia ni siquiera son conscientes de su muerte, pero siguen siendo más felices por ello.