Star Wars: 5 veces que Palpatine tenía razón (y 5 que no)

La Guerra de las Galaxias ha creado un montón de grandes villanos, pero el Emperador Palpatine es probablemente el más icónico. Palpatine , el mayor Sith deluniverso de La Guerra de las Galaxias, sería el pegamento que mantuvo unidas las tres trilogías, y sus acciones sirvieron de fuerza motriz en la política galáctica durante casi un siglo. En todos esos años, tuvo tanto éxitos masivos como fracasos épicos, ambos de los cuales dieron forma a la galaxia durante generaciones.

Palpatine tuvo razón en muchas cosas a lo largo de los años y su recompensa por tener esa razón fue más poder. A la inversa, también se equivocó en algunas cosas bastante importantes, lo que al final le llevó a la perdición.

La batalla de Endor fue una gran trampa de Palpatine. Sabía que no podrían resistirse a un objetivo tan grande o tan peligroso como una Estrella de la Muerte inacabada, y puso la baraja en su contra, reuniendo lo que él consideraba una fuerza abrumadora en el sistema sin importancia. Les marcó la pauta y ellos la bailaron, cayendo en su trampa.

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Palpatine siempre fue un maestro de la manipulación y la batalla de Endor representa una de sus mejores manipulaciones. No dio ninguna opción a los Rebeldes y les tendió las migas de pan de tal manera que nunca sospecharon en qué se estaban metiendo.

Palpatine, como siempre, esperaba que la fuerza bruta de su Imperio se impusiera en Endor, pero cometió un gran error y fue subestimar la habilidad de la Alianza Rebelde. Les superaron en armamento, pero no en clase, lo que marcó la diferencia. Palpatine esperaba ganar por su poder y eso fue un gran error.

Durante años, había salido adelante gracias a su crueldad y astucia, pero ambas le fallaron en Endor. Lo que pensó que sería una victoria abrumadora para el Imperio se transformó en una terrible derrota, ya que la Alianza Rebelde era simplemente mejor de lo que él pensaba.

Las manipulaciones de Palpatine sobre el Senado de la República fueron algunos de sus momentos más brillantes. Fue capaz de comprenderlo rápidamente y utilizó ese conocimiento en su beneficio. Fue un ejemplo más de cómo él marcaba la pauta y todos bailaban al son de ella. Rara vez, si es que alguna vez, tuvo que usar la Fuerza, en su mayoría se limitó a hacer política y a aprovecharse de la corrupción del Senado.

Apenas se enfrentaron a él en nada y, cuando lo hicieron, se aseguró de que los que luchaban contra él no tuvieran realmente el poder de promulgar ningún cambio. Manipuló brillantemente a todo el Senado, ganando más y más poder.

Darth Maul fue entrenado por Palpatine para ser poco más que un bisturí, algo para cortar a los enemigos que lo acosaban, lo que resultaría ser la menor de sus habilidades. De hecho, cuando finalmente fue puesto a prueba contra los Jedi, mató a un Maestro Jedi pero perdió contra un Padawan al que podría haber matado fácilmente con un empujón de la Fuerza. Las acciones posteriores de Maul demostraron que había usos mucho mejores para él.

Maul demostraría ser un maestro manipulador y un líder astuto, ganando cada vez más poder tras su regreso a la fama. Su lista de crueldades demostró que estaba a la altura de su sucesor, el Conde Dooku, y habría sido mejor utilizado en un papel similar que como pitbull de Palpatine.

Al igual que el Senado, los Jedi en los últimos días eran bastante ineficaces, atascados por la burocracia y la rutina. Palpatine vio una oportunidad y la explotó de forma experta, engañando a los Jedi para que hicieran todo lo que él necesitaba que hicieran y poniéndolos en el camino de su propia destrucción. No sólo fue capaz de engañarlos, sino también de ocultarles su poder e identidad hasta el final.

Los Jedi nunca tuvieron una oportunidad contra alguien como Palpatine. Ellos jugaban al ajedrez, pero él jugaba a un juego totalmente diferente, uno que no pudieron ver hasta que fue demasiado tarde. Al igual que el resto de la República, cayeron fácilmente ante sus planes.

El último plan de Palpatine no fue uno de los mejores, ya que dependía de ese dechado de pureza que es su nieta Rey. Todo el plan de Palpatine giraba en torno a que ella lo matara para poder apoderarse de su cuerpo, pero no contaba ni con su resistencia ni con el hecho de que el Jedi que él había derrotado años atrás le había concedido el poder extra que necesitaba.

Estos últimos errores de cálculo le costaron muy caros, ya que había basado todo su plan de retorno en el hecho de que ella simplemente lo derribaría y estaría abierta a que él se hiciera cargo de ella. Este fracaso puso fin a su plan de regreso contra la galaxia, permitiendo el retorno de la paz y la libertad.

Desde el momento en que lo conoció, Palpatine supo que había algo en Anakin que lo convertiría en el aprendiz Sith perfecto. Anakin estaba lleno de miedo, rabia y el deseo de demostrar que era más que un esclavo. Palpatine vio todo esto y lo explotó, elogiándolo al mismo tiempo que se aseguraba de ponerlo en situaciones que lo llevarían cada vez más cerca de la desesperación y la ruptura.

Anakin demostró ser tan fácilmente manipulable como el resto de la estructura de poder de la República. Incluso el único momento en el que fue en contra de lo que Palpatine quería, al informar a Windu, resultó a la larga ventajoso para Palpatine.

Palpatine no entiende el amor y el primer indicio de ello es con Luke Skywalker. Para Palpatine, el amor es una fuerza que hay que manipular, no algo que actúa como algo positivo en la vida de las personas. Para él, el amor de Luke hacia su padre no era altruista, era sólo algo que podía utilizar para que Luke quisiera ser como su padre.

Luke nunca iba a caer en el lado oscuro porque no quería unirse a su padre por el poder; quería salvarlo. Palpatine nunca entendió esta diferencia y tomó su decisión basándose en una lectura equivocada de la situación.

Las manipulaciones de Palpatine en los últimos días de la República dependían de que varias cosas salieran exactamente como él quería. La República, los Jedi, Dooku, Anakin y los separatistas tenían que reaccionar exactamente como él pensaba que lo harían ante sus planes. Había muchas maneras de que todo saliera mal, pero no fue así, y se demostró que tenía razón al poner en práctica sus planes.

Palpatine hizo la apuesta definitiva y se demostró que tenía razón al hacerlo. La galaxia entera hizo exactamente lo que él esperaba. Construyó una máquina con muchas piezas móviles y funcionó perfectamente. Cualquier cosa podría haber salido mal, pero cumplió su propósito tal y como él lo diseñó.

La incomprensión del amor por parte de Palpatine le costó la batalla de Endor. Primero fue con Luke, pero luego subestimó por completo el amor de Vader por su hijo. En lugar de quedarse quieto y dejar que su amo matara a Luke, como Palpatine esperaba de él, Vader arremetió y detuvo a Palpatine, arrojándolo por el hueco de un reactor y poniendo fin a su reinado como Emperador.

La profunda incomprensión de Palpatine del amor que Vader era realmente capaz de sentir por otra persona condujo al fin del Imperio. Apostó a que Vader se quedaría a su lado y observaría impasible cómo mataba a Luke. Estaba completamente equivocado.