Star Wars: Las 10 mejores frases de Luke en Los últimos Jedi

Elviaje de Luke Skywalker no podría haber llegado a un final más conmovedor, triunfante y, en general, adecuado que en Los últimos Jedi; la magnífica interpretación de Mark Hamill como una versión más cansada y cínica del héroe de la trilogíaoriginal de Star Wars, mezclada con el enfoque de Rian Johnson en la caracterización hacia el interior, hizo una excelente reconstrucción del mito detrás de Luke.

Los diálogos de Luke a lo largo de la película están llenos de joyas, muchas de ellas con una cualidad autorreflexiva, tanto sobre él mismo en el universo como sobre la estatura de Star Wars en nuestro mundo.

Al principio, Luke no se deja intimidar por los ruegos de Rey de que regrese del exilio para ayudar a la Resistencia. Para disuadirla, le ofrece este comentario sarcástico, argumentando el absurdo de que un solo hombre, incluso un Jedi tan poderoso como él, pueda derrotar a un ejército. Por supuesto, como en la mayoría de las películas de Rian Johnson, los detalles de Los últimos Jedi se suman, a veces de forma deliberadamente contrastada.

Star Wars: Las 10 mejores frases de Rey en Los últimos Jedi

Luke Skywalker se convertirá al lado oscuro en 'Star Wars: Los Últimos Jedi'

En este caso, la película llega a su clímax con Luke realizando el mismo gesto del que se había burlado anteriormente, aunque no de la manera que todos esperaban.

La primera lección de Luke a Rey, sobre lo que es la Fuerza y cómo se manifiesta en la galaxia, es la explicación más hermosa del concepto en cualquier película de Star Wars. Mientras Rey siente que la Fuerza fluye a través de todo lo que hay en la isla, incluida ella misma, Luke señala un ejemplo de la arrogancia que condenó a los Jedi en dos ocasiones: no son dueños de la Luz, simplemente la manejan.

El momento también ayuda a cimentar uno de los temas clave de la película: la Fuerza pertenece a todos, no sólo a los de linajes afortunados.

La culpa de Luke por la caída de su sobrino Ben Solo fue el impulso para su autoexilio. Cuando Rey siente la presencia del Lado Oscuro durante su primera lección, intenta alcanzarlo. Un Luke horrorizado ve los paralelismos entre Rey y su sobrino, paralelismos que la película reproduce en todo momento.

Así, el viejo Maestro Jedi, convencido de que la historia podría repetirse pronto, se aleja de su alumna, dejándola sola con su culpa e incertidumbre durante un tiempo.

Cita completa: "Ahora que están extintos, los Jedi son romantizados, deificados. Pero si se quita el mito y se miran sus hechos, el legado de los Jedi es el fracaso. Hipocresía. Hubris... En la cúspide de sus poderes, permitieron que Darth Sidious se alzara, creara el Imperio y los aniquilara. Fue un Maestro Jedi el responsable del entrenamiento y creación de Darth Vader".

Una de las cosas más inteligentes de Los últimos Jedi fue abrazar la trilogía de precuelas, incluyendo todo lo malo que esas películas aportaron a Star Wars. De hecho, las críticas de Luke a la Orden Jedi a lo largo de la película se hacen eco de las que los fans habían hecho durante mucho tiempo sobre los Jedi en esas películas; la Orden estaba calcificada y era arrogante, en lugar de los caballeros heroicos venerados en la época de la trilogía original.

Ninguna de estas críticas es tan clara como la segunda lección de Luke a Rey. Le cuenta cómo la arrogancia de los Jedi les cegó ante el ascenso de Darth Sidious, arrogancia que supuso la destrucción de la antigua República y de los propios Jedi.

La segunda lección de Luke continúa a partir de ahí. Mientras Rey cuenta cómo fue Luke quien restauró el equilibrio de la Fuerza y devolvió a Darth Vader a la Luz, una historia que cualquier fan de Star Wars conoce, el maestro Jedi está de acuerdo en que esas hazañas lo convirtieron en una leyenda.

Sin embargo, reconoce que la reputación se le subió a la cabeza y se convirtió en arrogancia, arrogancia que le llevó a pensar que sólo él podía salvar a su sobrino de las tentaciones del Lado Oscuro. Es un momento sorprendente que encaja perfectamente en la exploración de la película sobre la falibilidad incluso de los más grandes héroes.

Cita completa: "Miré dentro, y fue más allá de lo que había imaginado. Snoke ya había transformado su corazón. Traería la destrucción, el dolor y la muerte, y el fin de todo lo que amo por lo que se convertiría, y por un breve momento de puro instinto, pensé que podría detenerlo. Pasó como una sombra fugaz, y me quedé con la vergüenza y las consecuencias. Y Lo Último Que Vi Fueron Los Ojos De Un Niño Asustado Al Que Le Falló Su Maestro".

Los últimos Jedi ofrece tres flashbacks de la confrontación final de Luke y Ben; cada uno se desarrolla de forma diferente en la línea de Rashomon (un homenaje apropiado, dado el papel que las películas de Akira Kurosowa jugaron en la inspiración de George Lucas para dedicarse al cine). Por tercera y última vez, vemos lo que presumiblemente más se aproxima a la verdad; al igual que una vez Luke abatió a su padre en un arrebato de rabia, sólo para retroceder horrorizado por lo que casi había hecho, también se planteó matar a Ben Solo cuando sintió que la oscuridad ya era fuerte dentro de él. Luke envainó su sable, pero no lo suficientemente rápido. Así, queda claro que Luke no fue a Ahch-To sólo por la culpa de no haber salvado a Ben, sino por la vergüenza de haber estado a punto de abrazar la oscuridad.

Tras conocer la verdad sobre la caída de Kylo Ren y conectar con él a través de su vínculo en la Fuerza, Rey decide acudir al joven Caballero Oscuro, convencida de que puede devolverlo a la luz como en su día hizo Luke con Vader. Luke sólo puede advertirle que las cosas no se desarrollarán como ella espera. Por supuesto, no sólo se dirige a Rey, sino también al público, especialmente a aquellos que esperaban una versión más directa de la Trilogía Original.

Es uno de esos momentos en los que casi puedes imaginarte al director de la película diciendo la frase él mismo, pero no es una mala declaración de intenciones para una película que forma parte de una serie habitualmente atrapada en un pozo de nostalgia.

En su última conversación con su hermana Leia en Crait, ésta admite que ha perdido la esperanza de que su hijo pueda ser redimido. Luke argumenta lo contrario y le da esta sabia pieza de sabiduría a Leia como regalo de despedida antes de salir a enfrentarse él mismo al hijo de Leia.

Aunque a primera vista esto puede parecer sólo un consuelo para su hermana, Luke tiene razón; las almas de los fallecidos viven en la memoria, y sí, en las leyendas.

Esta frase, pronunciada dos veces, es un ejemplo más de cómo la historia de Luke se completa desde el principio de la película hasta su final. Durante su primera lección a Rey, la aspirante le dice a Luke que la Fuerza es "un poder que tienen los Jedi que les permite controlar a la gente y hacer que las cosas floten", lo que le vale este comentario.

Más tarde en Crait, cuando Kylo Ren brama impotente que una vez que mate a Luke, habrá extinguido la llama de los Jedi para siempre, Luke le dice lo mismo que le había dicho a Rey antes.

Como refutación final a la furia de Kylo, Luke ilustra que su postura contra la Primera Orden será un nuevo comienzo tanto para la Primera Orden como para los Jedi, pues un nuevo campeón de la Luz se ha levantado en Rey.

Como muestran las escenas finales de la película en Canto Bight, Luke tenía razón; fue su esperanza restaurada y su sacrificio redentor lo que reavivó el mismo sentimiento de esperanza en toda la galaxia.