Star Wars: Las 5 mayores fortalezas de Palpatine (y sus 4 peores debilidades)

Sheev Palpatine fue el principal antagonista del universo deLa Guerra de las Galaxias y uno de los sith más poderosos que han existido. La serie se definió a través de su perniciosa y exitosa corrupción de Anakin Skywalker que precedió al surgimiento del Primer Imperio Galáctico.

A pesar de ser una fuerza indescriptiblemente poderosa para el mal, puede sorprender que Sheev tenga casi tantas debilidades como fortalezas. Al identificarlos, podemos determinar mejor si era o no un villano digno de ser enfrentado por el Consejo Jedi y los rebeldes.

A pesar de ser uno de los personajes más antiguos de la serie, Palpatine es alarmantemente ágil. Esto se vio sobre todo durante su pelea con Mace Windu en La venganza de los Sith, donde voló por la habitación y mató a dos jedis endurecidos al instante.

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Se volvería a demostrar en su conflicto con Yoda, donde ambos bailaban entre plataformas en un esfuerzo por obtener la ventaja del otro. La agilidad de Palpatine es un digno ejemplo del poder del lado oscuro.

Uno de los mayores problemas de Palpatine es que no puede adaptarse fácilmente a los cambios de plan. Esto quedó demostrado durante la estancia de Luke Skywalker a bordo de la Estrella de la Muerte, donde esperaba plenamente que el joven acabara con su padre.

Aunque Darth Vader había asumido los votos de los sith, Palpatine seguía sin estar preparado para la traición, y su único "plan de contingencia" le permitía resurgir varias décadas después. Su incapacidad para dar cuenta de las variables se demostró de nuevo durante el asalto de Mace Windu a su despacho, donde quedó totalmente a merced del juicio de Anakin.

Aunque Palpatine no tiene otras opciones para muchos de sus planes, esto se debe principalmente a que sus diseños originales son impecables. En última instancia, su táctica para manipular a Anakin dio resultado, sobre todo porque los Jedi eran tan complacientes que no se dieron cuenta de por qué era peligroso descartarlo.

Todo en las Guerras Clon salió según el plan. Palpatine no sólo ideó una amenaza que justificara su ascenso al poder, sino que también ayudó a construir un ejército que erradicó a casi todos los miembros de la Orden Jedi. Los logros del villano son especialmente impresionantes si se tienen en cuenta los agudos sentidos de Yoda.

El exceso de confianza de Palpatine ha sido su perdición en los dos encuentros culminantes con Luke y Rey. El primero lo derrotó exponiendo su confianza equivocada en Darth Vader, mientras que la segunda adoptó un enfoque mucho más singular.

Aprovechando el poder del Jedi caído, paró su rayo y lo reflejó contra él. Estaba tan aturdido por su fuerza que no se dio cuenta de su plan hasta que fue demasiado tarde para detenerlo. Al final, Palpatine fue destruido por su propio orgullo.

La capacidad de Palpatine para manipular a los demás siempre ha sido magnífica. Esto se vio más evidentemente a través de su corrupción de Anakin Skywalker, pero fue quizás aún más notable en su conversión de Kylo Ren.

Consiguió ganarse el corazón de este último a pesar de que Kylo conocía el legado de Palpatine y el caos que desató en la galaxia. Incluso teniendo en cuenta ese conocimiento, acabó eligiendo a Snoke antes que a Luke después de casi ser asesinado por él mientras dormía.

A pesar de ser un hábil manipulador, es casi imposible que una persona racional confíe en Palpatine. En una de sus conversaciones con Anakin, insinuó haber asesinado a su anterior mentor en un intento de conseguir el poder, transmitiendo así su naturaleza traicionera.

Una vez que se reveló la verdadera forma de Palpatine, se volvió aún más abiertamente malvado, ya que intentó predicar las "virtudes" del odio y la ira. Probablemente por eso no consiguió corromper a Luke y solo logró manipular a Kylo a través de un apoderado.

Palpatine tiene una cantidad aterradora de sensibilidad a la fuerza. Esto se ilustró mejor en El ascenso de Skywalker, donde utilizó a los sith del pasado para mejorarse a sí mismo y brutalizar sin ayuda a toda la flota rebelde, para horror mutuo de Kylo Ren y Rey.

Se demostró de nuevo en su batalla con Yoda tras el inicio de la Orden 66, donde luchó de forma igualada con su archienemigo Jedi e incluso le obligó a retirarse. Aunque Palpatine no prefiera entrar en combate directamente, posee habilidades más que suficientes para hacerlo cuando sea oportuno.

En casi todos los casos, el ansia incesante de poder de Palpatine ha sido su perdición. El ejemplo más obvio puede observarse a través de Darth Vader. Al principio, el villano esperaba que, corrompiendo a Anakin y convirtiéndolo en un arma, podría destruir a los Jedi para siempre.

Aunque su plan tuvo un éxito parcial, el propio Vader sería su perdición en El retorno del Jedi. Asimismo, dejó pasar la oportunidad de evitar la justicia por sus crímenes al volver a reunir a la Primera Orden y regresar al escenario galáctico cuando los rebeldes ya le habían derrotado. Este último error provocó su presunta muerte definitiva.

Además de la sensibilidad a la fuerza y la agilidad, Palpatine es un espadachín sorprendentemente eficaz. Consiguió derrotar simultáneamente a Darth Maul y a Savage Opress, ambos rivales adecuados contra formidables Jedi.

Además, mató a varios de los mejores guerreros de Mace Windu durante el enfrentamiento en la oficina y estuvo a punto de obtener la ventaja antes de ser sometido. Muchos todavía especulan que Palpatine lanzó deliberadamente su lucha contra Windu ya que quería influir en la decisión de Anakin entre el lado luminoso y el oscuro de la fuerza. Independientemente de ello, su capacidad para luchar de forma igualada con los Jedi atestigua su competencia con el sable.