Teoría de Batman: Las películas de Joel Schumacher eran películas dentro de las películas

Puede queBatman Forever y Batman & Robin hayan encontrado una nueva vida hoy en día como comedias involuntarias y películas tan malas que son buenas. Sin embargo, los fans de los superhéroes, especialmente los de la trilogía de El Caballero Oscuro de Christopher Nolan, no las ven con buenos ojos. Pero, ¿y si hay una explicación canónica de por qué son tan ridículas?

Una teoría en línea sugiere que las dos últimas películas de la serie cinematográfica que comenzó con Batman de 1989 no sucedieron realmente, sino que fueron aventuras ficticias contadas dentro de ese universo en forma de cine. Explica que poco después de los acontecimientos de Batman Returns, Bruce Wayne revela su identidad como Batman. Un tiempo después, se compran los derechos de la historia de su vida y de su alter ego, dando lugar a las dos películas de Joel Schumacher. Ahora que The Flash devuelve a Michael Keaton al papel del Cruzado de la Capa y parece que borra las otras dos películas del canon, existe la posibilidad de que esta teoría sea plausible y merezca la pena explorarla en profundidad.

Al final de la segunda entrada en el universo de Batman de Tim Burton, Gotham City ya había pasado por dos grandes amenazas. Una de estas dos cosas puede haber ocurrido: o bien se produjo un suceso revelador de la identidad similar al de Batman: Arkham Knight, o bien el peso que Bruce Wayne tenía que soportar se convirtió en demasiado y decidió renunciar a todo. Al fin y al cabo, muchos de sus enemigos existen únicamente por las acciones de Batman. El Joker de 1989 es un buen ejemplo de ello.

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De un modo u otro, su identidad se hace pública. Esto, por supuesto, crea una tormenta mediática que finalmente lleva a la realización de una película sobre su vida y hazañas como el Caballero Oscuro. Sin embargo, al tratarse de un producto de ficción dentro de un universo de ficción, es fácil creer que acabe convirtiéndose en una pieza exagerada de entretenimiento cinematográfico.

No es un concepto nuevo que Warner Bros. exista dentro de sus propias películas. La compañía podría existir dentro del Burtonverso y haber adquirido los derechos para hacer una película basada en la vida de Bruce Wayne y Batman. La compañía contrata a Joel Schumacher para dirigirla, con Val Kilmer y George Clooney para interpretar al multimillonario justiciero. Pero estas películas no son documentales. En cambio, son películas de superhéroes llenas de acción. Al fin y al cabo, estamos en los años 90, así que el gigante de los medios de comunicación querrá hacer que la película sea lo más comercial posible creando todo tipo de productos relacionados con ella. Para hacer la historia más familiar, introduce un nuevo personaje con el que el público más joven puede conectar: Robin.

Como el público ya está familiarizado con el trágico pasado de Wayne, se limitan a aludir a su historia de fondo en Batman Forever. También hacen que el Acertijo y Dos Caras sean lo más excéntricos posible en una llamada al Joker de la vida real, lo que explica la crítica común de la película de que la interpretación de Jim Carrey es una versión más exagerada del personaje de Jack Nicholson. También podría explicar por qué Billy Dee Williams no volvió a interpretar a Harvey Dent. El éxito masivo de esta película lleva inmediatamente a la continuación, Batman & Robin, en la que el estudio redobla el tono campechano y el marketing de juguetes.

El fracaso de la segunda película de Schumacher probablemente llevó a la Warner Bros. del universo a cerrar la franquicia de Batman, al igual que en la vida real. Pero esta vez no hay un reinicio que devuelva la vida al superhéroe. En su lugar, el propio Bruce Wayne retoma el manto en algún momento de sus últimos años, preparando su aparición en la próxima película de Flash.

Ahora que Michael Keaton va a retomar su papel de Batman en The Flash, será interesante ver qué ha hecho su encarnación del personaje durante todos estos años. Tal vez sus hazañas con el Acertijo y Mr. Freeze nunca sucedieron y las secuelas de los cómics son la continuación canónica. O tal vez colgó la capa y se produjeron esas películas ficticias en el universo, lo que le llevó a ponerse la capucha una vez más para redimirse. Sea como fuere, los fans están ansiosos por ver esta versión del personaje que cambió el cine de superhéroes para siempre en 1989.

Aunque todo esto puede ser sólo una teoría, es una forma divertida de que los fans reexaminen las dos últimas películas de la serie original y acepten las películas de Burton como absolutas. Con suerte, un nuevo punto de vista hará que la gente se acerque a esas películas "malas" en lugar de ignorar su existencia por completo. En cualquier caso, nadie puede negar la diversión sin sentido que se puede tener con Batman Forever y Batman & Robin.