The Drums estrena vĂdeo y gira, la banda del mejor disco de 2011
En el año 2010 The Drums lo petaba con una canciĂłn más o menos mediocre pero muy pegadiza que logrĂł que un disco notable los convirtiera en la sensaciĂłn del momento. Varios años, discos y abandonos despuĂ©s, The Drums estrena vĂdeo y gira, la banda del mejor disco de 2011.
Su debut regalaba un puñado de melodĂas repetitivas y pegadizas que envolvĂan canciones pop perfectas, como “Me and the moon”, “Book of stories”, “Forever and ever amen”, “Down by the water”, “We tried”…
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Apenas un año después y con la ausencia de su guitarrista, Adam Kessler, sobrepasado por los acontecimientos, regresaron con “Portamento”, uno de los discos más redondos de ese año (o el mejor a secas) y un ejercicio de honestidad brutal que dejaba pequeño un disco tan brillante como su debut homónimo.
Y es que “Portamento” era sincero desde la portada. Johnny Pierce, su cantante, huyó de casa con dieciocho años espantado por el fanatismo religioso de su madre, que regentaba una iglesia pentecostal de esas en las que la gente se desmaya locamente. No tengo ni puta idea de si la foto de portada es real o es un antihomenaje exorcista, pero desde un primer momento puedes darte cuenta de lo malrollero de semejante portadón.
Bastante más oscuro, “Portamento” tenĂa la muerte bien presente en casi todas sus canciones, donde intenta dejar claro que la muerte es muerte y la vida hay que vivirla aunque sea una puta mierda. Quizás por eso un buen nĂşmero de fans confundan oscuridad con melodĂa y ataquen al disco con acusaciones sin fundamento, porque argumentar que este álbum no tiene melodĂas es como decir que el “Pet Sounds” de los Beach Boys era blandito. Vamos, que una cosa es que no haya melodĂas a base de silbidos y otra muy distinta que no tenga buenas canciones. Y, en efecto, no tenĂa buenas canciones. Las tenĂa perfectas, sobre todo en una cara A primorosa. Muerte, ruina, cielo y tierra y mucha bajona melancĂłlica con un puñado de acordes tan repetitivos como deliciosos grabados en la cocina del apartamento de Pierce y cocinados con delicadeza. Tanta, que no hay una sino dos canciones que incluĂan la palabra love en su tĂtulo. Y no sĂłlo eso, además iban seguidas y eran sencillamente gloriosas. Probablemente sea “Hard to love” la mejor del disco.
Una pena que los fanáticos no comprendan el asco que les provoca tocar la cansina “Let’s go surfing” en sus directos, renegando de lo Ăşnico que podrĂa hacerles parecer un one hit wonder.
En 2014 perdieron a otro miembro y presentaron el más artificioso “Encyclopedia”, su disco más difĂcil, algo que parecen haber dejado atrás con la presentaciĂłn del primer vĂdeo del que será su prĂłximo trabajo, "Abysmal Thoughts”, que saldrá a la venta el prĂłximo mes de junio y donde parece que The Drums ya solo es Jonny Pierce. Ni tan mal si todo parece volver a su punto de partida. Su gira tendrá a Pierce desgranando este nuevo trabajo el 14 de septiembre en el Teatro BarcelĂł de Madrid y el 15 de septiembre en la sala Razzmatazz II de Barcelona (además de en Kutxa Kultur Festibala de Donosti el 16 de septiembre). Las entradas salen a la venta el 7 de abril a un precio de 25 euros.