Todos los personajes principales de la Casa del Dragón, clasificados según su pretensión al trono

Juego de Tronos estuvo plagado de traiciones y conflictos, mientras los buitres descendían sobre las distintas pretensiones al Trono de Hierro. La serie precuela La Casa del Dragón sigue debidamente el mismo camino. Como precuela, la serie tiene un límite en cuanto a su extensión antes de colisionar con la línea temporal de Juego de Tr onos, siendo el infame conflicto de la Danza de los Dragones el final de la serie.

La Casa del Dragón presenta de inmediato a un puñado de personajes que se están configurando como los principales focos de atención en el futuro. La serie comienza con el anterior rey, Jaehaerys, anunciando a Viserys como su sucesor frente a otra Targaryen, Rhaenys. Esta es sólo la primera de las muchas disputas y tensiones que se producen por el gobierno y el poder que conlleva sentarse en el Trono de Hierro. No todos los personajes principales tienen una reclamación directa al trono, pero cada uno de ellos tiene importancia en la historia general.

Aunque la Casa del Dragón recupera casas conocidas de Juego de Tronos, también introduce dos nuevas: los Hightower y los Velaryon. Corlys Velaryon es la presencia principal de la familia, así como el Señor de las Mareas y el Maestro de Driftmark. Conocido también por sus viajes en el mar y por haberse convertido en la Serpiente Marina, la ambición de Corlys no tiene límites.

Los Velaryon tienen la sangre de la antigua Valyria corriendo por sus venas, lo que les da incluso más historia que los propios Targaryen. Corlys incluso se casa con la princesa Rhaenys Targaryen, "la reina que nunca fue"; sin embargo, a pesar de los fuertes lazos familiares y de sangre, Corlys se encuentra lejos de cualquier pretensión al Trono de Hierro.

Como Corlys introduce a los Velaryon en la franquicia, Otto Hightower es la figura principal de su familia. Otto fue la Mano del Rey de Jaehaerys Targaryen y luego de su nieto, Viserys I. La Mano del Rey actúa como gobernante si el rey está ausente o no es capaz de ocuparse de sus obligaciones.

Aunque Otto tiene muchas oportunidades de cumplir su papel, nunca podrá reclamar el Trono de Hierro. Casar a su hija Alicent con el Rey Viserys pondrá a su familia en mejor posición tanto en nombre como en poder, pero no lo convierte en un sucesor potencial. Sin embargo, le permite manipular los procedimientos desde la barrera.

Ni siquiera la hija de Otto, Alicent, será considerada como una potencial sucesora obvia, a pesar de haberse convertido en la segunda esposa de Viserys. Un hijo que tenga con Viserys amenazará la pretensión de Rhaenyra al Trono de Hierro, pero tendrán que darse ciertas circunstancias para que la propia Alicent tenga una pretensión fuerte.

Cersei Lannister es un ejemplo de cómo una madre y una reina pueden reclamar el Trono de Hierro, pero el camino no es agradable. Se necesita la muerte del rey Robert Baratheon, de sus propios tres hijos y de cualquier Baratheon potencial que pudiera suponer una amenaza para el gobierno de los Lannister para que Cersei asuma ese poder. No está en el destino de Alicent gobernar directamente, pero aún así jugará un papel importante en la batalla por la sucesión.

Rhaenys Targaryen es una de las figuras más desafortunadas de la Casa del Dragón. Apodada "La Reina que nunca fue", nunca podrá olvidar su pasado. Fue ignorada por Jaehaerys Targaryen, quien en lugar de hacerla su heredera y la primera mujer en sentarse en el Trono de Hierro, eligió a Viserys como su sucesor.

Rhaenys es la Targaryen de más edad que aún puede gobernar, pero la elección de Viserys deja a su lado de la familia fuera de la carrera. En el segundo episodio de La Casa del Dragón, Corlys intenta casar a Viserys con su hija y la de Rhaenys. Esto consolida el hecho de que creen que Rhaenys ya no se considera una opción para la sucesión.

El rechazo de no hacer reina a Rhaenys conlleva la noción de que los hombres nunca respetarán o aceptarán a una mujer gobernante. Mientras Rhaenys se aferra a esto como la razón por la que no fue elegida, Rhaenyra se propone demostrar que se puede hacer. La hija de Viserys es finalmente nombrada heredera del rey, pero sólo después de sus infructuosos intentos de producir un hijo.

Viserys toma la decisión activa de nombrar a Rhaenyra su heredera por encima de su propio hermano Daemon, a pesar de que hay muchos que nunca aceptarían el gobierno de Rhaenyra. En contra de la tradición de la tierra y del orden natural de las cosas, la pretensión de Rhaenyra al Trono de Hierro descansa únicamente en una decisión tomada por el Rey Viserys.

El hermano de Viserys, Daemon, es el sucesor obvio al Trono de Hierro, en ausencia de hijos. Sin embargo, a pesar de su posición casi garantizada, su arrogancia y sus tendencias despiadadas ponen en peligro la relación con su hermano, y posteriormente le cuesta la sucesión.

Puede que Daemon se haya forjado una reputación de "chico malo", pero a los ojos de muchos, sigue siendo un Targaryen varón que podría mostrar más fuerza de la que su hermano había conseguido nunca. La pretensión de Daemon se verá desplazada hacia abajo en cuanto Viserys produzca otro heredero varón, pero siempre estará ahí como respaldo, en caso de que los hermanos se reconcilien o de que ocurran más tragedias en la familia.

Viserys es nombrado sucesor de Jaehaerys Targaryen al principio de la serie y es el gobernante que, sin querer, fomenta la inminente Danza de los Dragones. Elegido para gobernar por encima de su prima Rhaenys, los hijos de Viserys se han convertido en los descendientes directos del trono, por tradición.

Casi de inmediato, Viserys debe soportar varias pruebas y dificultades, desde sufrir la muerte de su esposa y su hijo recién nacido, hasta verse obligado a volver a casarse a pesar de su dolor. Nombra a su hija Rhaenyra su heredera, pero su persistente deseo de tener un hijo que pueda sucederle siempre estará presente.