Towersey, el festival independiente más longevo del Reino Unido, llega a su fin tras 60 años por "problemas económicos"
Los organizadores del Towersey Festival, el festival de música independiente más longevo del Reino Unido, han confirmado que la edición de 2024 será la última debido a la espiral de costes.
El festival fue fundado originalmente en 1965 por Denis Manners MBE, y llegó cinco años antes de que se fundara el emblemático festival de Glastonbury. Los organizadores han confirmado que, después de 60 años, el festival dejará de celebrarse definitivamente debido a presiones externas y problemas financieros.
La última entrega tendrá lugar este verano, y se celebrará en el Claydon Estate de Buckinghamshire entre el 23 y el 26 de agosto.
Entre los artistas programados para 2024 figuran Billy Bragg, The Staves, Tide Lines, Seth Lakeman y Pokey Lafarge.
Dos nietos de Manners, Mary Hodson y Joe Heap, que ahora dirigen el festival en calidad de codirectores, compartieron la noticia de que el festival cerraría tras la edición de este año.
"También nosotros transmitimos este mensaje con gran pesar. Como tantos otros festivales independientes y de base, Towersey se enfrenta a la triste perspectiva de terminar tras el festival de este año, nuestro 60º año", escribieron (vía Access All Areas).
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"Hemos trabajado muy duro en los últimos años para tratar de devolver la estabilidad financiera a Towersey. La pandemia acabó con todo nuestro respaldo y cambió la cara de los festivales en todo el sector. Reponerse de esto y de los retos económicos que todos hemos sentido desde entonces ha sido casi imposible. Si no contamos con socios inversores o con un cambio fundamental en el carácter del festival, hemos llegado a la conclusión de que tendremos que retirarnos después de este año.
"Estamos orgullosos de lo que hemos conseguido con Towersey y de las enormes contribuciones que hemos hecho a lo largo de los años a organizaciones benéficas, causas locales, turismo y artistas emergentes. Y lo que es más importante, creemos que festivales como Towersey son cruciales para crear comunidades y sociedades mejores y para encontrar esperanza y humanidad en un mundo por lo demás difícil."
La declaración concluía: "Seguiremos luchando y nos esforzaremos por encontrar la manera de seguir haciendo realidad las esperanzas y los sueños de nuestros abuelos y fundadores, pero ya no será a través del Towersey Festival".
La noticia llega pocos días después de que se informara de que ya son 40 los festivales británicos cancelados para este verano, y más de 170 los que han desaparecido en los últimos cinco años.
Las nuevas cifras fueron comunicadas la semana pasada por la Asociación de Festivales Independientes (AIF), la principal asociación comercial de festivales sin ánimo de lucro del Reino Unido, que representa los intereses de 202 festivales de música británicos, con capacidades comprendidas entre 500 y 80.000 localidades.
El Director General de AIF, John Rostron, ha compartido desde entonces una declaración sobre la pérdida del Towersy Festival.
"Towersy Festival es una institución en el sector de los festivales independientes del Reino Unido. El hecho de que no tenga más remedio que hacer de la de este año su última edición tras 60 años de éxitos demuestra que incluso los eventos más consolidados están pasando apuros en el clima actual", rezaba el comunicado.
"Muy pocos festivales son inmunes a las presiones que sufren los promotores debido a los impredecibles y elevados costes de la cadena de suministro desde Covid. Instamos a los demás a que apoyen a los festivales visitando fivepercentforfestivals.com y pidiendo a su diputado que reduzca el IVA sobre la venta de entradas de festivales durante tres años para salvar estos eventos esenciales."
La última parte del comentario de Rostron se refiere a la campaña de la AIF "5% para festivales", concebida para aliviar algunas de las tensiones que soportan los organizadores de festivales. Con este impulso, se informa a los asistentes a los festivales de los problemas sufridos en los últimos cinco años, animándoles a ponerse en contacto con sus diputados para presionar en favor de una reducción del IVA sobre las entradas.
Afirma que el apoyo temporal del Gobierno británico -bajando el IVA del 20% al 5% sobre la venta de entradas durante los próximos tres años- es todo lo que se necesita para dar a los promotores de festivales el espacio que necesitan para reconstruirse.
Como se menciona en el comunicado, Towersy no es ni mucho menos el primer festival británico que se ha visto afectado por tensiones financieras en los últimos años.
Sólo en los últimos cinco años han desaparecido 172 festivales en el Reino Unido. 96 eventos se perdieron debido a COVID, 36 se perdieron a lo largo de 2023, y ahora, ya se han perdido 40 desde principios de este año.
AIF ha advertido de que se trata de una tendencia que seguirá creciendo sin ayudas públicas y ha revelado que, sin intervención, el país verá desaparecer más de 100 festivales en 2024.
Los recientes informes de la AIF llegan también después de que NME investigara por qué se han cancelado o aplazado tantos festivales británicos en los últimos años, y hablara con expertos del sector para arrojar luz sobre el rápido declive.
En él se destacaba que el Nozstock Hidden Valley de Herefordshire anunciaba que 2024 sería su última encarnación después de 26 años debido al "aumento de los costes" y a los "riesgos financieros", y que el festival de patinaje y música NASS de Shepton Mallet anunciaba que tampoco celebraría un evento este verano, ya que "no era económicamente viable continuar".
Otros festivales mencionados fueron el cancelado Doonhame Festival de Dumfries, el Bluedot -que anunció un año de descanso para que el terreno se recupere "desesperadamente" tras sufrir fuertes lluvias y cancelaciones el verano pasado-, el Splendour de Nottingham, que se canceló este año debido a retrasos en la planificación por parte de un ayuntamiento en apuros económicos, y Barn On The Farm, que comunicó que se tomaría un año de barbecho debido a limitaciones financieras.
Oscar Matthews, codirector del festival, explicó a NME los problemas a los que se enfrenta: "Desde nuestro punto de vista, el festival de 2023 fue brillante en sí mismo -fue un año realmente exitoso-, pero nos vimos muy afectados a nivel financiero por una mezcla de aumento de los costes de producción y una gran reducción en la venta de entradas. Eso nos afectó desde ambos ángulos y significó que sufrimos pérdidas bastante sustanciales, a pesar de que el funcionamiento real del festival fue muy bien".
También se argumentó que, con la continua pérdida de locales de música de base en todo el Reino Unido, se necesitan festivales de música más pequeños para producir los cabezas de cartel de los grandes eventos del futuro.