Watchmen: Cómo se relaciona el Doctor Manhattan con la nueva misión de Rorschach

ADVERTENCIA: Lo siguiente contiene spoilers de Rorschach #7 de Tom King, Jorge Fornés, Dave Stewart y Clayton Cowles, ya a la venta.

Rorschach es un cómic lleno de misterio. Al principio de la serie, un hombre mayor se puso el traje del justiciero muerto e intentó matar al candidato presidencial Turley por razones desconocidas. Desde entonces, el investigador encargado del caso se enteró de que el dibujante de cómics Wil Myerson era el hombre que se escondía bajo la máscara, pero esto era sólo el comienzo de una investigación que se haría mucho más profunda, y mucho más complicada.

De hecho, en Rorschach #6, el investigador se encontró con otra persona que llevaba la máscara de Rorschach, alguien que aparentemente intentaba ayudar. Ahora, en Rorschach #7, este nuevo Rorschach revela no sólo que conocía a Wil Myerson, sino que sabe exactamente por qué intentó matar al gobernador Turley. Y todo fue, aparentemente, por el Doctor Manhattan.

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En Rorschach #6, gracias a las cartas que le dejó esta nueva persona que llevaba la máscara de Rorschach, el investigador se enteró de cómo Wil Myerson y Laura Cummings, alias The Kid, entraron en contacto, cómo encontraron el parentesco entre ellos y cómo acabaron conociéndose. Pero nada de eso explicaba por qué convirtieron al gobernador Turley en su objetivo.

En el libro, el investigador se sienta con el otro Rorschach, una persona que se revela como una versión ficticia del icono del mundo del cómic Frank Miller. En el número 1 de Rorschach se reveló la existencia de Miller en el universo del cómic de Watchmen, pero su aparición fue breve. Aquí, sin embargo, el papel del creador no sólo se amplía y se hace crucial en la historia del cómic.

Miller revela que, hace mucho tiempo, tanto él como Myerson formaron parte de un grupo muy reducido de creadores que se reunieron brevemente para asistir a una sesión de espiritismo organizada por Otto Binder, cocreadorde Supergirl y guionista fundacional de Superman y Shazam, que creía que los muertos podían comunicarse a través de un dispositivo de grabación. Binder, un creyente en la vida extraterrestre en el mundo real, creía que podía contactar con su hija fallecida gracias a los "Spirit Men", ovnis que podían entenderse a través de energías electromagnéticas grabadas en una cinta.

Durante esta sesión, Otto grabó una respuesta que estaba convencido de que se refería a su hija. Sin embargo, años después, Wil Myerson y Laura Cummings, ahora disfrazados de Rorschach y The Kid, volvieron a la casa de Frank Miller con esa misma grabación. Allí le explicaron su misión. Creían que los calamares alienígenas que atacaron Nueva York en 1985 eran demasiado poderosos para que el Doctor Manhattan pudiera detenerlos. Según ellos, su salida de la Tierra formaba parte del plan del superhéroe: mientras los calamares se centraban en él, utilizaba sus poderes para enviar un mensaje a través del espacio y el tiempo que explicaba cómo derrotar a los calamares de una vez por todas.

Creían que el Doctor Manhattan era el Hombre Espíritu, y que el dispositivo de grabación había recogido su mensaje sobre cómo detener a los calamares. Mientras Otto Binder tenía su propia interpretación de lo que decía el mensaje, Myerson escuchó algo más: "El Wil es la máscara". Esto fue lo que le impulsó a disfrazarse finalmente de Rorschach. Entonces, Miller, Wil y Laura hicieron una nueva grabación, y escucharon la retroalimentación - y a través de ella, creyeron escuchar algo claro como el día del Doctor Manhattan: "Maten a Turley".

Esta revelación es una pieza importante del rompecabezas. Ahora, sabemos que Wil y Laura apuntaron al gobernador Turley porque creían que el Doctor Manhattan les había enviado un mensaje a través del tiempo que les indicaba que debían matar al candidato presidencial para derrotar a los calamares. El único problema con esto es que no puede ser cierto. Mientras la gente del mundo cree que los calamares alienígenas son reales, nosotros sabemos que no lo son. En Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons, el ataque alienígena de 1985 fue fabricado por Adrian Veidt en un intento de lograr la paz mundial. No había extraterrestres, sólo un hombre que utilizó sus vastos recursos para hacer creer al mundo que debían unirse contra un enemigo común.

Por lo tanto, sabemos que Wil y Laura están equivocados. Pueden creer que están en una misión sagrada para salvar al mundo de seres extraterrestres, pero la verdad es que no es así en absoluto. No hay calamares extraterrestres, y no hay ninguna misión del Doctor Manhattan. A través de Binder, Myerson y Laura, el mensaje grabado sirve como una especie de test de Rorschach. En este caso, la grabación desempeña el papel de la obra de arte manchada, y cada uno de ellos recoge su propia interpretación, añadiendo una capa más al significado del título de la serie, y a su tema principal.