X-Men: Cable confirma el destino infernal del demonio más peligroso de Inferno
ADVERTENCIA: Lo siguiente contiene spoilers de Cable #9 de Gerry Duggan, Phil Noto y Joe Sabino de VC, ya a la venta.
Los distintos estratos y formas del infierno que existen en el Universo Marvel hacen que haya una plétora de figuras demoníacas a las que los héroes pueden enfrentarse. Gracias a sus elementos místicos, es raro que puedan ser derrotados o abatidos por completo. Pero al menos uno de los arquitectos de la invasión demoníaca más infame de Marvel está sufriendo por sus crímenes.
Como revela Cable #9, el demoníaco N'astirh recibió un cruel destino de Magik, la Reina del Limbo, por su participación en la formación de la invasión del "Infierno".
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N'astirh era uno de los muchos demonios procedentes del reino infernal del Limbo, y apareció por primera vez en el número 32 de X-Factor de 1988, escrito por Louise Simonson y Jon Bogdanove. Antiguo alumno del cruel y poderoso Belasco, N'astirh acabó dirigiendo su atención a la Tierra, haciendo tratos con varias figuras del Universo Marvel, incluida Madelyne Pryor. Percibiendo su potencial, N'astirh llegó a un acuerdo con ella para salvar a su joven hijo Nathan y acabó participando en su corrupción hasta convertirse en la Reina Goblyn. Junto a ella y al demoníaco S'ym, N'astirh pudo ayudar a provocar los acontecimientos de "Inferno", desatando una armada infernal de demonios y monstruos en la ciudad de Nueva York.
Incluso tuvo repercusiones en otros rincones del Universo Marvel, como otorgar a una versión de Hobgoblin poderes demoníacos y crear inadvertidamente al Demogoblin. N'astirh se convirtió en un enemigo particular de Illyana Rasputín durante el transcurso de ese evento, jugando con su lado oscuro y manipulándola para que abriera portales de la Tierra al Limbo. Al parecer, fue destruido por Tormenta al final del evento, pero fue restaurado en el momento de la historia "Quest for Magik", donde ahora servía a una Illyana restaurada. Intentó poner a Pixie en contra de su nuevo maestro, pero finalmente fue derrotado y encarcelado por Magik en el Limbo. Se desconoce qué le hizo exactamente hasta los acontecimientos de Cable nº 9.
Mientras intenta encontrar una forma de dar caza a Stryfe, Cable decide investigar una posible conexión a través del Limbo. Hablando con Magik, ambos se aventuran en el Limbo para encontrar al N'astirh encarcelado. Resulta que el demonio está relativamente ileso, pero encadenado a una piedra y constantemente torturado de la forma más mundana posible: siendo remitido a escuchar un coro de pobres flautistas que tocan canciones desafinadas durante casi un siglo. Para cuando Cable y Magik lo encuentran, el demonio está desesperado por escapar de su tortura, e incluso afirma que dirá cualquier cosa que Cable quiera si eso significa ayudarle a liberarse de su condena. Pero como N'astirh no tiene ninguna información real sobre Stryfe, los mutantes le dejan con su sufrimiento.
Es un destino hilarante para un personaje que amenazó brevemente a todo el Universo Marvel, con su incapacidad para protegerse o para argumentar algo más que la misericordia convirtiendo a la antigua amenaza en una figura cómicamente lamentable. Con Magik como gobernante indiscutible del Limbo, podría seguir dejando al demonio en este lugar durante algún tiempo. Pero siempre existe la amenaza de que alguna otra amenaza demoníaca con rencor contra los X-Men -como la Bestia y su Hija, cuya boda Lobezno echó por tierra durante los sucesos de X de Espadas- pueda enterarse del destino de N'astirh y liberarlo, dándoles un demonio experto en la lucha contra los mutantes. Aunque es bueno que el villano esté al menos contenido por el momento, vale la pena estar atento por si el demonio regresa en una forma más peligrosa más adelante.
