10 animes de terror que no dieron en el clavo

Para crear una ilusión sólida como una roca, cualquier producción de cualquier género necesita alcanzar un cierto nivel. Ya sea la progresión de la historia, el desarrollo de los personajes, los efectos visuales o el mínimo de lo que la califica para el género en primer lugar. En ocasiones, el cumplimiento de al menos uno de ellos es suficiente para evitar que un espectáculo se hunda más allá de un punto irremediable. En el caso del terror, a veces basta con un buen susto.

Aunque llenar un maratón con lo mejor de lo mejor suena bien sobre el papel, en el caso del terror, esto significa elevar el factor miedo a su máxima capacidad. Por esta razón, algunos animes de terror suaves siguen mereciendo la pena, aunque no sea para limpiar el paladar con un ruido de fondo que no merezca la pena. Sin embargo, también hay series que no merecen la hora del día. Estos animes, en particular, son indudablemente evitables.

No es raro que el anime no esté a la altura de su manga, pero ningún anime ha tenido que estar a la altura del aclamado nombre de Junji Ito. El nombre del prolífico mangaka de terror tiene tanto peso como las historias más terroríficas del juego. Es un maestro narrador ampliamente conocido por sus historias que descienden lentamente hacia el caos. Su estilo artístico es maravillosamente espantoso y realza sus ya inigualables relatos.

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10 animes que no son de terror pero que consiguen asustarnos

Resulta dolorosamente irrespetuoso asociar el nombre de Ito con cualquier cosa que no sea el tesauro completo de la palabra "obra maestra". Sin embargo, los efectos visuales del anime no se acercan en absoluto al icónico estilo macabro de Ito, y el ritmo es todo un despropósito. Sin ningún punto de referencia, el anime presenta un horror algo efectivo, pero compararlo con el exitoso manga es criminal.

De alguna manera, Mars of Destruction ha conseguido puntuaciones increíblemente bajas en todos los sitios de calificación de Internet. Basado en un juego de PS2 preexistente, el anime envía a un grupo de niños con trajes de combate de aspecto poco impresionante a ser la última esperanza de la humanidad contra los alienígenas que se apoderan de la Tierra. Incluso la OVA de un solo episodio es demasiado generosa para esta lamentable excusa de anime.

El único episodio de 20 minutos parece un enrevesado sueño febril. La animación es plana, poco desarrollada y, en general, de mal gusto. Si hay algo que Mars of Destruction hace bien, es apestar más allá de lo salvable.

Para lo que ofrece su título, Deadman Wonderland ofrece exactamente lo que promete. Su hiperviolencia le da una calificación de aprobado en lo que respecta a los requisitos mínimos de terror. Lamentablemente, el anime es víctima de un error habitual en el mundo del terror. Después de crear eficazmente el suspense antes de la revelación del clímax, la trama empieza a desmoronarse cuando se desvelan todos los secretos oscuros.

Dando un poco más de crédito, quizás el grave error de Deadman Wonderland fue tratar de encajar una trama global en un número limitado de episodios. En consecuencia, la trama roza arcos argumentales que merecen ser explorados. Es una serie de terror de bajo rendimiento, pero un shonen decente.

Cuando el nivel de flotación es subterráneo, se necesitaría un poder inmenso para superarlo. A diferencia de Mars of Destruction, Ao Oni: The Animation tiene una premisa única. Cuando los mitos locales trascienden los medios, la gente del pueblo, desesperada por descubrir la verdad, se ve envuelta en ella. El caso es que eso es todo lo que ofrece. La premisa, curiosamente intrigante, nunca pasa de ser una idea aproximada.

Por desgracia, la trama no hace nada para reflejar su prometedor resumen. Sería amable decir que no hay progresión de la historia, pero ni siquiera tiene la oportunidad de desarrollarse ya que la trama es inexistente. El CGI hace que los dibujos 2D parezcan de Picasso, y la banda sonora deja mucho que desear. Aunque Ao Oni: The Animation no es exactamente el peor del grupo, está definitivamente por debajo de la media.

Cuando uno se siente abrumado por los horrores indescriptibles que se esconden en la oscuridad, un anime con un argumento poco convincente puede ser el antídoto. Blood-C cuenta la historia de una colegiala normal y corriente que mata monstruos despiadados en su tiempo libre. A decir verdad, el anime de terror está repleto de series petrificantes que hacen que la macabra premisa de Blood-C parezca cursi en comparación.

Nadie ve Blood-C por su argumento. Desde un ritmo perezoso hasta personajes unidimensionales y diseños de personajes "bonitos", Blood-C no es exactamente Berserk. A pesar de todo, el anime ofrece una sólida experiencia sangrienta que sólo deja al público con ganas de más. Se trata de un leve repaso satisfactorio para preparar a su público para algo mucho más aterrador en el panorama del anime de terror.

King's Game: The Animation se queda corto en todas las facetas narrativas conocidas por el hombre. Obligados a participar en un retorcido juego de supervivencia, Nobuaki Kanazawa y sus compañeros reciben órdenes que deben cumplir en menos de 24 horas, o perderán sus vidas a manos de una entidad desconocida llamada "El Rey".

La narrativa no lineal resulta entrecortada y confusa. King's Game: The Animation no tiene ningún desarrollo de los personajes, y la animación es una broma. En cuanto al terror, la incoherencia de las muertes aleatorias le quita el susto que pretende. En todo caso, la parte más terrorífica de la serie se reduce a lo horriblemente que está escrita.

Todos los elementos incorporados en High School of the Dead explican su confuso tono de voz. Olvidando sus raíces de terror, High School of the Dead se centra cada vez más en el fanservice a medida que avanza el anime.

Francamente, el anime no tiene mucho de malo en sí mismo. De hecho, para el público adecuado, es divertido. Sin embargo, aquellos que busquen un espectáculo realmente angustioso se sentirán decepcionados. Inclinándose más hacia su ángulo romántico, High School of the Dead presenta distribuciones desproporcionadas de comedia, acción y horror. La presencia de zombis en el anime no hace mucho por asustar al público, pero, con o sin terror, es un espectáculo agradable.

DarkCat sólo alcanza altos niveles de comedia debido a su pura mediocridad. Desde el cambio de forma del protagonista en variantes de gatos domésticos poco convincentes hasta la actuación de voz insoportablemente amateur, los intentos de horror de Dark Cat son divertidísimos.

De nuevo, Dark Cat es un anime en el que abunda el terror. Por desgracia, los terroríficos demonios con tentáculos que pretenden asustar al público no se perciben como tales cuando van acompañados de una pésima animación. Es una lástima que todo el miedo que hay en Dark Cat se vea ensombrecido y mal traducido por su pobre producción.

Hell Girl es un buen anime de entrada. Da miedo, pero no es mortalmente aterrador. El anime gira en torno a Ai Enma, una enigmática joven cuyo trabajo consiste en atraer a las almas a las profundidades más oscuras del infierno. Con una premisa tan espeluznante como ésta, el producto final de Hell Girl no es lo suficientemente aterrador.

Cada episodio es en cierto modo independiente, protagonizado por una nueva víctima en cada nuevo episodio. A pesar de la estructura de antología, la serie empieza a resultar un poco repetitiva y formulista. Por suerte, Ai Enma es un personaje lo suficientemente encantador como para mantener al público enganchado. Tanto es así que a la mayoría de la audiencia no le importa excusar la decepcionante falta de sustos. Algunos incluso empiezan a apreciar el híbrido iyashikei-horror tal y como es.

La premisa por sí sola es suficiente para que a cualquiera se le revuelva el estómago. Dedicada a una hermana caníbal que se alimenta continuamente de su hermano regenerativo, la trama de Pupa no rehúye las escalofriantes demostraciones de horror. Sin embargo, esta lealtad inquebrantable a la idea central se duplica como el ajuste de cuentas del anime.

La trama depende en exceso del ángulo enfermizo y no se desarrolla más allá de él. Los episodios de apenas cinco minutos de duración ni siquiera intentan resolver el asunto. Tal vez por su falta de tiempo en pantalla, Pupa se precipita hacia su desaparición. No hay desarrollo de los personajes, no se construye la tensión, y no hay una sólida música inquietante que establezca el tono para la mortificante alimentación incestuosa. Sin tiempo suficiente para desarrollar nada, el producto final del anime parece más una idea incompleta que una serie bien producida.