A los jugadores les encanta la tontería de Animal Revolt Battle Simulator
Un buen simulador de batalla basado en la física tiene un propósito: recrear esa sensación de ser un niño volcando una caja de juguetes al revés, cogiendo un montón de juguetes al azar -digamos, un Tiranosaurio Rex, un ejército de Boglins y Arnold Schwarzenegger de Last Action Hero- y aplastándolos unos contra otros mientras haces ruidos de láser llenos de saliva con la boca.
Puede que en Animal Revolt Battle Simulator no aparezca Arnie, pero tiene dinosaurios que disparan con láser, serpientes devoradoras de mundos, héroes de la antigua Grecia y un suministro infinito de bestias creadas por el jugador. Este irreverente simulador de batallas ha estado en Acceso Anticipado durante casi dos años y, desde su lanzamiento en Steam hace unos días, cuenta con una valoración "abrumadoramente positiva" de casi 3.000 opiniones.
La versión 1.0 del juego añadió varios combatientes como Aquiles, un tiburón Megalodón (que puede nadar por el aire, por supuesto), y el Carcharodontosaurus -un T-Rex que presumiblemente es menos famoso por su nombre de trabalenguas. Ahora también hay una sección de "Fortalezas" en el editor que recopila todos los bloques de construcción necesarios para construir fortificaciones sólidas.
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Ahora, para manejar las expectativas, este es un juego que se nutre de su jankiness. Es un guiso de animaciones de mala calidad, recursos simples y una física que hace que todo, desde un ogro hasta un húsar alado, se agite sin peso en cuanto lo matan. Todo en el juego tiene un aspecto sobresaturado, casi psicodélico, que estoy seguro de que es la forma en que yo veía el mundo cuando era niño (lo que puede ser un golpe de genialidad por parte de los creadores).
Además de construir fortificaciones para que tus ejércitos luchen, el juego también tiene un modo de creación de unidades, que te permite crear Hidras con varias cabezas de hipopótamo o arreglar por fin la única debilidad del T-Rex dándole brazos de hélice de helicóptero. Extrañamente, también hay un modo FPS que tiene un aspecto horrible, pero que de alguna manera está en consonancia con el tono general de esta rareza que parece gustar a todo el mundo.
Animal Revolt Battle Simulator ya está a la venta en Steam por 10 libras/ 15 dólares.