5 formas en que Shikamaru ha crecido desde Naruto (y 5 que no)

Los personajes secundarios de Naruto son de los mejores. No siempre tienen el tiempo de pantalla que deberían tener, pero cuando lo hacen, siempre es genial verlo. Entre los secundarios destaca Shikamaru y su notable pereza. Aporta una personalidad tan contraria a la de Naruto que resulta refrescante.

También ha tenido uno de los mejores desarrollos de personaje de Konoha, a la altura del personaje principal. Ha crecido mucho desde que fue presentado por primera vez, manteniendo intactos algunos de sus rasgos más destacados.

Una faceta infravalorada del personaje de Shikamaru ha sido siempre su dedicación a sus amigos. Incluso en la primera parte, en la que era un vago notorio, siempre se preocupaba por el bienestar de sus amigos.

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Esto era especialmente cierto cuando se trataba de Choji, su mejor amigo en todo el Naruto-verso. Era una de las pocas personas que veía más allá del peso de Choji, viendo el verdadero valor que habitaba en su corazón. Es un vínculo que se hizo patente tras la muerte de su mentor.

Cuando Shikamaru era más joven, intentaba activamente evitar los conflictos, queriendo vivir una vida lo menos complicada posible. Siempre que se le presionaba, intentaba inventar cualquier excusa para no hacerlo o incluso decir directamente que no quería hacerlo.

A medida que ha ido creciendo, ha estado más dispuesto a arriesgarse para proteger a sus amigos. Su amistad con Choji y otros shinobi le ha ayudado a demostrar que no siempre puede evitar los conflictos.

Por mucho que ahora esté dispuesto a lanzarse a la lucha, Shikamaru sigue intentando aferrarse a su antigua pereza todo lo que puede. Si aún dependiera de él, desperdiciaría la mayor parte del día mirando las nubes o jugando al GO.

Aunque sus deberes actuales no se lo permiten, sigue evitando los objetivos a largo plazo y no expresa ningún disfrute en nada de lo que hace. Bajo todas sus responsabilidades, sigue siendo el mismo holgazán de siempre.

Shikamaru siempre tuvo la inteligencia para ser un líder, pero nunca tuvo el impulso ni el deseo de serlo. Fue necesaria la muerte de su mentor para que se diera cuenta de todo su potencial como shinobi.

La muerte de Asuma demostró que Shikamaru podía ser un líder no sólo de sus amigos, sino de toda Konoha. No cabe duda de que por eso Naruto lo eligió como su consejero, sabiendo que podía suplirlo durante su ausencia y tomar las decisiones difíciles que Naruto no podía.

Hubo que convencerle de que lo hiciera, pero la Voluntad de Fuego siempre había estado presente en el interior de Shikamaru, al igual que en la mayoría de los shinobi de Konoha. La Voluntad de Fuego es la filosofía en la que toda la aldea es como una gran unidad familiar, y cada shinobi de Konoha ama, cree, aprecia y lucha para proteger la aldea.

No es más evidente que con Mirai, donde se encarga de actuar como una figura paterna para ella cuando Asuma fallece antes de que pueda conocerlo.

Su planificación a largo plazo todavía deja un poco que desear, pero Shikamaru al menos tiene objetivos en su vida ahora. No quiere quedarse sin hacer nada todo el día. Esas eran opiniones infantiles que ya no tienen cabida en su mente.

En cambio, ahora quiere asegurarse de hacer del mundo un lugar más seguro para que sus hijos y nietos puedan tomar el manto de la pereza, si así lo deciden. Se trata de allanar un camino mejor para las generaciones futuras.

El carácter despreocupado que tenía Shikamaru sigue presente en gran parte de su vida, nada más que en su labor como padre de Shikadai. Cree que su hijo debe aprender por sí mismo, que todas sus actuaciones son un periodo de crecimiento por el que tiene que pasar.

Como tal, es muy laxo cuando se trata de los castigos de su hijo, nunca interviene demasiado. Es un fuerte contraste con su esposa, que es la clara disciplinadora en el hogar, algo por lo que ambos han entrado en conflicto antes.

Uno de los mayores problemas de Shikamaru en la primera parte es que tiene miedo a comprometerse con las cosas. Nunca quiere dedicarse por completo a algo, ya que le resulta molesto.

Sobre todo en lo que se refiere a las mujeres, por las que nunca se interesó, incluso pidiendo ayuda a su padre para entenderlas. Por eso su Tsukuyomi Infinito era una vida sin mujeres. Temari le ayudó a cambiar esa visión, permitiéndole ver lo importante que era el amor romántico. Le obligó a encontrar finalmente el valor para casarse con ella y formar una familia.

Desde su época de genin, Shikamaru siempre ha tenido miedo a las mujeres de carácter fuerte y agresivo. Todo comenzó con su madre y se extendió a su compañera de equipo Ino y a su esposa Temari.

Aunque acabó casándose con ella, eso no cambió en absoluto su mentalidad. Intenta evitar el conflicto siempre que puede y siempre se encoge cuando ella pierde los nervios con él. Su relación se asemeja a la que tenía su padre, lo que demuestra que los hombres de Nara prefieren un determinado tipo de mujer.

De niño, su atención se centraba en los juegos o en mirar ociosamente al cielo. Al convertirse en adulto, la siesta desenfrenada y la mirada a las nubes han sido sustituidas por el viejo vicio de Asuma: fumar.

En la mayoría de los casos, esa no sería una forma de mostrar cómo ha madurado alguien, pero es un método para mostrar el impacto que Asuma tuvo en su vida. Fue tan padre para él como lo fue Shikaku. Dadas sus crecientes responsabilidades, incluso la cantidad de tiempo que ha pasado jugando se ha reducido.