5 formas en que Vegeta ha crecido desde Dragon Ball Z (y 5 que no)

Hay muchas series de anime que resuenan con el público y se convierten en franquicias eternas, pero Dragon Ball Z se ha convertido en una de las series de anime más reconocidas de su generación y ha desempeñado un papel importante en la prominencia del medio fuera de Japón. Dragon Ball Z conecta con el público porque continúa el viaje de Goku, pero también introduce nuevos y queridos personajes, como el Príncipe Saiyan, Vegeta.

Dragon Ball Z tiene casi 300 episodios, pero también hay un par de series de anime de secuelas que continúan explorando los personajes de la serie. Vegeta es un individuo que ha mostrado una enorme cantidad de crecimiento desde sus días en Dragon Ball Z, pero todavía hay algunas áreas en las que es más terco que nunca.

Dragon Ball Z hace un trabajo impresionante no sólo con la introducción de Vegeta como villano terrorífico, sino también con su transformación en un valioso aliado y en un hombre de familia por encima de todo. Las habilidades de Vegeta como marido y padre superan a las de Goku, pero aún así aprende mucho a lo largo de la carrera de Dragon Ball Z.

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Dragon Ball Super presenta a un Vegeta genuinamente cambiado que está dispuesto a ir de vacaciones con su familia, a tomarse el tiempo para entrenar adecuadamente a su hijo, e incluso a arriesgar su vida contra un Dios de la Destrucción después de que Beerus humille públicamente a Bulma delante de todos.

El orgullo y la arrogancia pueden ser algo extremadamente peligroso en Dragon Ball y es algo que puede corromper a los individuos y llevarlos a una ruina innecesaria por algo aparentemente insignificante. Vegeta se enfrenta realmente a este tema debido a su pasado como Príncipe de los Saiyans.

Dragon Ball Z cuenta con varias ocasiones en las que Vegeta se va de la lengua y se pierde en su propia arrogancia, lo que termina en su derrota. Vegeta sigue sin poder superar esto y Dragon Ball Super contiene un doloroso caso en el que la burla de Vegeta sobre Frieza permite al villano el tiempo suficiente para poner en marcha la destrucción de la Tierra.

Dragon Ball Z contiene algunos personajes excepcionalmente testarudos y Vegeta puede tener a menudo una opinión bastante inamovible. A Vegeta no le resulta fácil abrirse a los demás y cooperar en equipo, e incluso en Dragon Ball Z le cuesta trabajar de verdad con Goku y dejar atrás su historia.

Vegeta es capaz de crecer mucho en este departamento y el Torneo de Poder de Dragon Ball Super demuestra que Vegeta puede aceptar a Frieza como compañero a pesar de que siempre ha visto al tirano como uno de sus mayores enemigos y una plaga para la raza saiyan.

Una tradición común no sólo a Dragon Ball Z, sino a las series shonen en general, es que un héroe o villano experimente un cambio temporal de corazón y cambie de bando. La Saga Buu de Dragon Ball Z hace que Vegeta vuelva a sus impulsos más oscuros cuando es poseído por Babidi y se convierte en Majin Vegeta.

Es bastante interesante ver que tanto Dragon Ball GT como Dragon Ball Super también contienen casos en los que el cuerpo de Vegeta es tomado con fines nefastos, ya sea en el breve arco de Copy-Vegeta de Super o en la dominación más extensa de Baby en Dragon Ball GT.

Vegeta está lejos de ser invencible. Ha sido humillado varias veces y los casos más graves han acabado incluso con la muerte del Saiyan. Sorprendentemente, Vegeta a veces prefiere la derrota a recibir la caridad de otra persona y tarda en aceptar que a veces los demás son capaces de ayudarle de verdad.

Vegeta se desprende de este bagaje después de Dragon Ball Z, lo que puede verse a través de su entrenamiento con Whis o su visita formativa al Planeta Yardrat en Dragon Ball Super. Vegeta incluso permite a Bulma crear tecnología para empujarle al estatus de Super Saiyan 4 en Dragon Ball GT.

En el momento de la conclusión de Dragon Ball Z, por fin queda claro que Vegeta ha sido capaz de aceptar a Goku como amigo y encuentra una forma de justificar mentalmente el trabajar a su lado.

Vegeta tolera a Goku como compañero, pero el dúo casi se enfrenta a la derrota en Dragon Ball Z debido a la reticencia de Vegeta a compartir un cuerpo con Goku mediante la fusión. Dragon Ball Super ilustra que esto sigue siendo un obstáculo para Vegeta y que se requiere una gran persuasión para que acepte convertirse en Vegito y Gogeta.

Es lógico que, a medida que la gente envejece, se vuelva más sentimental y aprecie los acontecimientos que le suceden. La historia de Vegeta está llena de muerte y destrucción. El sentimentalismo no era su prioridad en el Planeta Vegeta y sigue luchando contra él en Dragon Ball Z.

Goku intenta reclutar a Vegeta para el Torneo de Poder en Dragon Ball Super, pero Vegeta se niega inicialmente debido al embarazo de Bulma. Vegeta no se perderá el nacimiento de su hija, Bulla, y demuestra que ha llegado a apreciar esta faceta de la vida incluso más que el combate en algunos aspectos.

A nadie en Dragon Ball Z le gusta perder, pero es aún más humillante cuando un héroe se da cuenta prematuramente de que no tiene lo necesario para triunfar sin hacer algo increíblemente drástico. La derrota de Majin Vegeta contra Buu hace que el saiyan recurra a una maniobra autodestructiva que acabará con ambos. Vegeta perece, pero Buu sobrevive.

Vegeta se enfrenta a un momento similar de desesperación en el Torneo de Poder de Dragon Ball Super y decide llevar a cabo el mismo enfoque. Una vez más, no consigue lo que quiere, pero Vegeta al menos no fallece esta vez.

Gran parte de la dinámica de Vegeta en Dragon Ball Z gira en torno a su perpetua comparación con Goku. Dragon Ball Z termina con Vegeta encontrando finalmente la paz sobre el hecho de que Goku es más fuerte que él. Dragon Ball Super continúa por este camino, ya que Vegeta establece su propio método para hacerse más fuerte, que se desvía intencionadamente de la estrategia de Goku.

Vegeta desarrolla una nueva forma de Super Saiyan Azul en lugar de Ultra Instinto, pero también aprende la Fisión Espiritual Forzada en el Planeta Yardrat en lugar de dominar una técnica que Goku ya conoce. Está decidido a continuar con esta nueva dirección para él.

Los saiyans son una parte cada vez más importante de la mitología de Dragon Ball y al final de Dragon Ball Z son prácticamente los únicos luchadores relevantes que quedan. Vegeta se siente encadenado al pasado de su pueblo y a sus pecados colectivos, mientras que Goku ha adoptado una actitud más sana en la que deja que su lado humano influya en sus raíces saiyanas.

Vegeta se esfuerza por encontrar un equilibrio y siente un dolor constante por sus vínculos con su pasado, ya sea la historia saiyan con los Tuffles y la rabia resultante de Baby en Dragon Ball GT o el daño causado por Beerus y Broly en Dragon Ball Super.