Amy Winehouse murió por consumir demasiado alcohol
3 BOTELLAS DE VODKA
Después de tres semanas sin consumir ningún tipo de sustancias ni alcohol, Amy Winehouse decidió ingerir cuatro veces la cantidad de alcohol permitida para conducir, lo que causó que Winehouse falleciese por intoxicación etílica.
Según la investigación, la cantante tenía al morir 416 miligramos de alcohol por 100 mililitros de sangre, una cantidad muy superior a lo permitido en Inglaterra para poder llevar un vehículo: 80 miligramos.
En su casa se encontraron tres botellas de vodka vacías, dos grandes y una pequeña, por lo que no es de extrañar que alcanzara esta cifra. Aun así, sigue siendo una patada para todos los que especularon con que la causa podría haber sido una sobredosis de drogas, ya que Amy se encontraba en rehabilitación.
Vía NME.