Clasificación de los 10 momentos más emotivos de la franquicia The Legend of Zelda

La franquicia The Legend of Zelda es conocida por su icónico elenco de personajes recurrentes. Aunque adoptan formas diferentes en cada iteración, su viaje y sus objetivos siguen siendo en gran medida los mismos. Aun así, Link se encuentra a menudo en momentos excepcionalmente emotivos que recuerdan a los jugadores que el mundo de Hyrule está lleno de gente real que necesita ser salvada.

A menudo, los momentos más emotivos de los juegos de Zelda suelen ser las escenas finales. TLOZ sabe construir los personajes a lo largo del juego, pero sin sacar al jugador del juego con demasiada historia. Al final del juego, todo encaja, y la emoción de este gran viaje que por fin llega a su fin se concentra en un último y poderoso momento.

Breath of the Wild contiene posiblemente la mejor y más compleja versión de la princesa Zelda en cualquier juego. Pasa por un desarrollo de personaje realista que la hace simpática y relatable, y todo eso llega a su punto álgido en el Recuerdo 16, titulado "Desesperación".

Clasificación de las 10 mejores escenas de la franquicia The Legend of Zelda

Las 10 líneas más icónicas de la franquicia Legend of Zelda

Tras la muerte de los campeones y el fracaso a la hora de detener a Ganon, la princesa Zelda se da cuenta de lo que acaba de ocurrir y no puede contener la emoción. Se encuentra en una situación vulnerable con Link, a quien antes despreciaba por los celos que sentía hacia él.

Ganon siempre fue un personaje directo antes de ser recreado como el Ganondorf más humano de Ocarina of Time. En Wind Waker, Ganondorf mostró su personalidad más humana hasta la fecha.

En lo que probablemente sea el momento más conmovedor de Ganondorf en cualquier juego de Zelda, se toma un momento para explicar sus sentimientos y motivaciones a Link. Es un breve respiro que sirve para humanizar a este personaje que antes solo se veía relegado a una forma puramente bestial, y hace que su caída en desgracia sea aún más trágica en esta ocasión.

La forma en que se cuenta la historia de Tears of the Kingdom ha sido objeto de críticas por parte de los fans debido a la naturaleza no lineal de cómo se puede descubrir. Sin embargo, cuando se toma como lo que es, TOTK tiene muchos momentos emotivos que están a la altura de los más poderosos de toda la serie.

Tras encontrar todos los recuerdos y descubrir el verdadero destino de la princesa Zelda, el Dragón de Luz sobrevuela la zona llorando una última lágrima. Con el conocimiento del sacrificio de Zelda fresco en sus mentes, los jugadores se verán en apuros para no derramar una lágrima junto al Dragón de Luz en este trágico momento.

Para muchos jugadores, Fie era una compañera más o menos interesante que otras como Navi o Midna. Aun así, nadie puede negar que su momento final antes de volver a empuñar la Espada Maestra al final del juego fue uno de los más emotivos de todos los Zelda. Sin embargo, incluso ese momento se vio eclipsado por la revelación de la identidad de Impa que tuvo lugar justo después.

Tras elegir quedarse en el pasado, Impa prometió a Zelda que volvería a verla algún día. Esa promesa se hizo realidad cuando el grupo regresó al presente y se dio cuenta de que la abuela era en realidad Impa. Es un momento agridulce en el que muy pocos jugadores podrán contener las lágrimas.

Toda la premisa de Majora's Mask es en realidad un gran momento emocional que Link se ve obligado a revivir una y otra vez hasta que consigue hacerlo bien. Dentro de ese gran momento hay numerosos momentos más pequeños, aunque no menos emotivos, y el más trágico de todos ellos es, con diferencia, la historia de Kafei y Anju.

Kafei y Anju son una pareja que iba a casarse antes de que Skull Kid convirtiera a Kafei en un niño. Tras unirlos a través de una línea de búsqueda, Kafei volverá con Anju, y la pareja permanecerá unida en las últimas horas antes de que caiga la Luna, habiendo hecho juntos las paces con la muerte en sus últimos momentos.

Podría decirse que Midna es la mejor compañera de Link en cualquier juego, y sin duda una de las más queridas por el fandom de Zelda. Gran parte de ello tiene que ver con su crecimiento a lo largo de Twilight Princess, que culmina en los momentos finales, cuando se revela su verdadera identidad.

Tras mostrarse como la verdadera Reina de los Twili, Midna rompe el espejo que sirve de puerta de entrada al Reino del Crepúsculo con la esperanza de evitar que el mal de su tierra se imponga en Hyrule. Este noble sacrificio consolidó a Midna como la mejor compañera de Link a los ojos de muchos.

La relación entre Link y Zelda en Skyward Sword es la más sana de la serie. Crecieron juntos, y la amistad de Link con Zelda es una de las razones por las que lucha tanto por protegerla.

A pesar de todos los esfuerzos de Link por salvarla, Zelda decide finalmente que es mejor quedarse atrás con la esperanza de mantener a Demise sellado para siempre. Tras recibir la Espada Maestra completamente potenciada, lo único que puede hacer Link es ver cómo su mejor amiga se sella a sí misma durante miles de años, dejándole atrás con las famosas últimas palabras: "Sigo siendo tu Zelda".

El poder y la identidad del Pez Viento se revelan poco a poco a Link a lo largo de Link's Awakening, y seguro que hará que los jugadores se sientan indecisos a la hora de completar su misión. Al fin y al cabo, toda la isla de Koholint existe dentro de los sueños del Pez Viento, así que al despertarlo, todas las personas que Link conoció a lo largo de su viaje están destinadas a desaparecer para siempre.

Sin embargo, como héroe, Link está destinado a llevar esa carga, y se encuentra flotando en una balsa improvisada en medio del océano cuando todo está dicho y hecho. Al mirar al cielo y ver un pájaro volando sobre él, Link recuerda el sueño de su amiga Marin, que deseaba poder convertirse algún día en pájaro para volar lejos de su tierra natal.

Wind Waker es una montaña rusa de emociones. Tiene algunos momentos realmente divertidos de alivio cómico, junto con algunas de las escenas más tristes de toda la serie. Entre estas últimas destaca la escena final del juego.

En la escena final, el Rey de los Leones Rojos, ahora revelado como el Rey de Hyrule, decide quedarse mientras Hyrule se hunde en el Gran Mar para siempre. Lo impactante de este momento es que el Rey ha dejado el destino del mundo en manos de la generación más joven, y es capaz de dejarlo ir de una forma que Ganondorf era incapaz de hacer.

Después de que Link derrote a Ganon y de que el Rey Demonio vuelva a ser sellado por los Sabios, Zelda le explica que Link ha hecho su trabajo en el futuro y que ahora es el momento de volver a casa. Tras compartir un último momento juntos, Zelda envía a Link al pasado, al momento anterior a que sacara la Espada Maestra de la Piedra.

Allí encuentra a la princesa Zelda, que se vuelve para mirarle, y ambos vuelven a reunirse. La verdadera tragedia es que esta versión de Zelda es técnicamente otra, que no comparte con Link el mismo vínculo que la del futuro. El final se deja ambiguo, pero a juzgar por el destino de Link en Majora's Mask, parece que los dos acabaron tomando caminos separados.