El compañero de Juggernaut fue una gran idea, pero se truncó trágicamente

Juggernaut pasó décadas como uno de los enemigos más peligrosos e icónicos de los X-Men antes de convertirse en un personaje moralmente complejo en el siglo XXI. Uno de los aspectos de esta evolución incluyó un breve coqueteo con un compañero para el personaje.

El efímero Squid-Boy era un mutante del Instituto Xavier que se hizo amigo de Juggernaut. Sacó a relucir un lado más afable del viejo villano. Pero el espantoso final de Squid-Boy traicionó su potencial narrativo y frenó el crecimiento del personaje de Juggernaut durante un tiempo.

Samuel Paré debutó en Uncanny X-Men # 410 de Chuck Austen y Ron Garney. Desde muy joven, estaba claro que Sammy era un mutante, con una mutación en gran parte física que le dejaba una apariencia de pez y una aleta en lugar de pelo. Le ofrecieron un puesto en el Instituto Xavier y le acompañaron en una misión que le permitió conocer al Juggernaut. Tras salvar la vida de Cain Marko, Sammy se ganó rápidamente el afecto del Juggernaut. Su presencia acabó provocando un importante cambio de personalidad en Juggernaut. Como prueba de este cambio de personalidad, Juggernaut se unió a los X-Men e intentó convertirse en una persona más heroica. Durante este periodo, Squid-Boy se convirtió en el compañero de Juggernaut, sacando a relucir un lado más amable del antiguo villano y permitiéndole convertirse en un personaje más dulce.

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Juggernaut incluso se convirtió en un dedicado protector del joven, yendo contra Alpha Flight para enfrentarse al padre de Squid-Boy y haciendo todo lo posible para evitar que golpeara físicamente a su hijo. Sin embargo, las cosas tomaron un giro oscuro en la línea argumental "Héroes y Villanos" que se desarrolló entre los números 161 y 164 de X-Men, escrita por Austen y Salvador Larroca. Cuando una nueva encarnación de la Hermandad de Mutantes Malvados planeó atacar la escuela, Juggernaut intentó actuar como agente doble. Squid Boy fue testigo de ello y creyó que era la verdad, lo que le llevó a enfrentarse a Juggernaut en un momento de furia impulsiva. Black Tom respondió asesinando a Squid-Boy justo delante de un Juggernaut conmocionado y horrorizado.

La idea de que Juggernaut tenga un compañero mutante más joven que comparta su habilidad para la destrucción y el caos es una idea intrínsecamente divertida. Otros intentos con personajes más abiertamente sardónicos -como el lanzador de fuego Russell de Deadpool 2 o D-Cell de la reciente miniserie 2021 de Juggernaut- han tenido más éxito a largo plazo. Pero Squid-Boy complementaba perfectamente a Juggernaut de una manera que los personajes posteriores no podían: el joven compañero desencadenaba el sentimiento de culpa de Juggernaut. Los intentos periódicos de Juggernaut por ser más heroico suelen provenir del deseo de ser alguien que importa, que puede ser mejor. Pero el hecho de que Squid-Boy, alguien que realmente creía en él, muriera pensando que Juggernaut era un monstruo le da un toque genuinamente trágico.

La rápida muerte de Squid-Boy se debió a varios patrones de publicación de la Familia X durante ese tiempo. La atención relativamente dispersa de los títulos de los X-Men no permitía mucho espacio para el crecimiento del personaje en el villano de una sola nota. Además, había una serie de temas pesados ligados a la historia de fondo del personaje (incluyendo un padre físicamente abusivo y su tentación de llevar un arma a la escuela) convirtiéndolo más en un accesorio que en un personaje completamente realizado.

La falta de desarrollo de Squid-Boy es aún más evidente si se compara con los posteriores compañeros de Juggernaut. D-Cell y Russell también tienen elementos oscuros en su pasado que en cierto modo reflejan a Chico Calamar. Sin embargo, cada uno de ellos tenía una personalidad distinta de la que carecía Squid-Boy. Podría haber sido un fuerte personaje recurrente para Juggernaut y posiblemente podría ser resucitado por Krakoa en algún momento en un potencial regreso, pero tal vez sea mejor que los creativos de Marvel mantengan el arquetipo básico de sidekick. En su lugar, podrían seguir desarrollando mutantes diferentes y más fuertes para emparejarlos con Juggernaut. La aparición del sarcástico y extremadamente poderoso D-Cell parece un paso en la dirección correcta.