El misterio de la esvástica gigante enterrada en un campo de fútbol
Se cree que fue la base de un memorial nazi que sepultado.
El conductor de la excavadora Henning llegó el pasado viernes por la mañana como cualquier otro día. Todo cambió de repente, cuando la pala de su excavadora se encontró de repente con hormigón en los terrenos del Hein-Klink-Stadium en Hamburgo, al norte de Alemania. Así que Henning excavó el terreno, y terminó parado frente a una esvástica de cuatro por cuatro metros. Sólido, construida en hormigón armado puro. El símbolo Nazi estaba presente donde se suponía que los cimientos de cinco vestuarios nuevos empezaban a construirse.
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El encargado del terreno dice: "Se cree que fue la base de un monumento nazi que probablemente fue enterrado a principios de los años setenta. Aparentemente, el repugnante residuo simplemente fue enterrado después de la guerra”. Hasta ahora, ya que el encargado de dragado lo ha desenterrado entero. Él hombre sigue desconcertado sobre cómo deshacerse de una cruz de esas dimensiones gigantes: "No puedo hacerlo con mi excavadora. Está a más de medio metro del suelo. Eso doblaría la pala. Debe haber varios hombres con martillos neumáticos”.
Los responsables de patrimonio de Hamburgo fueron informados del hallazgo y su propósito es sacarlo tan pronto como sea posible de ese lugar y proceder luego a su destrucción. "Este es un símbolo espantoso de un pasado terrible que debe desaparecer cuanto antes", declaró el político conservador local, David Erkalp, tras visitar el sitio.
Está claro que fútbol y nazismo siguen teniendo unos nexos en común bastante escalofriantes y que ese símbolo es uno de los más horribles de la historia de la humanidad, pero no deja de resultar curioso que sea en un campo de fútbol del país que creó a los nazis donde esté enterrado.
Ahora solo queda sacarlo, destruirlo y que los aficionados más violentos del deporte rey no se comporten como mandriles violentos en celo.