Este verano se han cancelado 40 festivales en el Reino Unido, y en cinco años han desaparecido más de 170.
Ya son 40 los festivales británicos cancelados para este verano, y según nuevos informes más de 170 han desaparecido en los últimos cinco años.
Las nuevas cifras han sido comunicadas por la Asociación de Festivales Independientes (AIF), la principal asociación comercial de festivales sin ánimo de lucro del Reino Unido, que representa los intereses de 202 festivales de música británicos, con capacidades comprendidas entre los 500 y los 80.000 espectadores.
En las nuevas estadísticas, la asociación reveló que el Reino Unido ha visto cómo 40 festivales anunciaban un aplazamiento, cancelación o cierre completo sólo en 2024.
El último de ellos ha sido el Festival El Dorado de Herefordshire, que confirmó su cancelación el martes (21 de mayo). En el anuncio, los organizadores del festival citaban como principal factor "un drástico aumento de los costes operativos... agravado por el impacto del aumento del coste de la vida en la industria de los festivales y en nuestra comunidad".
Es uno de los innumerables festivales que se han visto obligados a cerrar debido a problemas externos y al aumento de los costes.
Sólo en los últimos cinco años han desaparecido 172 festivales en el Reino Unido. 96 eventos se perdieron debido a COVID, 36 se perdieron a lo largo de 2023, y ahora, ya se han perdido 40 desde principios de año.
AIF ha advertido de que se trata de una tendencia que seguirá creciendo sin ayudas públicas y ha revelado que, sin intervención, el país verá desaparecer más de 100 festivales en 2024.
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Destaca cómo el principal problema es el impredecible aumento de los costes, y que el Reino Unido no ha tenido una temporada de festivales estable desde la pandemia que le haya ayudado a recuperarse, lo que significa que los festivales están sometidos a más presión financiera que nunca.
La AIF ya ha lanzado una campaña denominada "5% para festivales", con el fin de aliviar algunas de las tensiones que soportan los organizadores de festivales. Con este impulso, informa a los asistentes a los festivales de los problemas que han sufrido en los últimos cinco años, animándoles a ponerse en contacto con sus diputados para presionar a favor de una reducción del IVA en las entradas.
Afirma que el apoyo temporal del Gobierno británico -bajando el IVA del 20% al 5% sobre la venta de entradas durante los próximos tres años- es todo lo que se necesita para dar a los promotores de festivales el espacio que necesitan para reconstruirse.
"La velocidad de las bajas en los festivales en 2024 no muestra signos de desaceleración. Estamos asistiendo a la erosión constante de una de las industrias más exitosas y culturalmente significativas del Reino Unido, no por falta de demanda del público, sino por los costes impredecibles e insostenibles de la cadena de suministro y las fluctuaciones del mercado", afirmó John Rostron, director general de la AIF.
"Al pedir una reducción temporal del IVA relacionado con la venta de entradas, hemos ofrecido al Gobierno una solución meditada, específica y sensata, que salvaría a este importante sector. Necesitamos actuar ya".
Puede consultar la lista completa de festivales perdidos en 2024 aquí.
El informe de la AIF llega también después de que NME investigara por qué se han cancelado o aplazado tantos festivales británicos en los últimos años, y hablara con expertos del sector para arrojar luz sobre el rápido declive.
En él se destacaba que el Nozstock Hidden Valley de Herefordshire anunciaba que 2024 sería su última encarnación después de 26 años debido al "aumento de los costes" y a los "riesgos financieros", y que el festival de patinaje y música NASS de Shepton Mallet anunciaba que tampoco celebraría un evento este verano, ya que "no era económicamente viable continuar".
Otros festivales mencionados fueron el cancelado Doonhame Festival de Dumfries, el Bluedot -que anunció un año de descanso para que el terreno se recupere "desesperadamente" tras sufrir fuertes lluvias y cancelaciones el verano pasado-, el Splendour de Nottingham, que se canceló este año debido a retrasos en la planificación por parte de un ayuntamiento en apuros económicos, y Barn On The Farm, que comunicó que se tomaría un año de barbecho debido a limitaciones financieras.
Oscar Matthews, cogestor del festival, explicó a NME los problemas a los que se enfrenta: "Desde nuestro punto de vista, el festival de 2023 fue brillante -fue un año realmente exitoso-, pero nos vimos muy afectados a nivel financiero por una mezcla de aumento de los costes de producción y una gran reducción en la venta de entradas", dijo. "Esto nos afectó desde ambos ángulos y nos supuso unas pérdidas considerables, a pesar de que el festival funcionó muy bien".
También se argumentó que, con la continua pérdida de locales de música de base en todo el Reino Unido, se necesitan festivales de música más pequeños para producir los cabezas de cartel de los grandes eventos del futuro.
"Es inevitable y ya ha empezado, pero cuando se empiezan a perder festivales, eventos, salas de conciertos y locales más pequeños, desaparecen las oportunidades para que los talentos nuevos y emergentes suban a los escenarios y hagan oír su música", añadió. Sufrirán y eso tendrá inevitablemente un efecto en cadena".