JoJo's Bizarre Adventure: 5 formas en las que Dio fue mejor en la primera parte (y 5 en las que llegó al máximo en la tercera)

Dio Brando fue un antagonista memorable en JoJo's Bizarre Adventure no sólo por sus actos villanos, sino por la frecuencia de su maldad. De todos los enemigos de la Familia Joestar, Brando ha sido el más persistente, siendo el enemigo principal de las partes 1 y 3.

Esto insta al público a considerar cuál fue su mejor representación, yuxtaponiendo las acciones de Dio en Phantom Blood con las de Stardust Crusaders. Desde Dio Brando en Phantom Blood hasta el ferozmente poderoso DIO en Stardust Crusaders, JoJo's Bizarre Adventure encontró a su mejor antagonista desde el principio.

La primera parte contextualizó gran parte de lo que el público entiende sobre Dio. Phantom Blood describía sus humildes comienzos bajo el abusivo Dario Brando y cómo Dio fue presentado a la familia Joestar en primer lugar. Esto explica la obsesión de Dio por destruirlos a pesar de la amabilidad que le brindaron al permitirle entrar en su casa.

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Por el contrario, el público no aprende casi nada de las acciones de DIO en Stardust Crusaders. La etapa de Brando como DIO no se amplía hasta Diamond Is Unbreakable, Golden Wind y Stone Ocean, donde el público aprende más sobre su ejército de usuarios de Stand, su descendencia y su motivación final, respectivamente.

A veces era fácil descartar a Dio en la primera parte por lo mal que lo habían humillado. El rufián había sido golpeado hasta la saciedad por Jonathan Joestar en presencia de su padre, y sólo se detuvo porque George se apiadó de él (aunque Brando estuviera armado con un cuchillo).

La actuación de DIO en la tercera parte no compartió estos mortificantes fallos de credibilidad. El nuevo usuario de Stand siguió siendo aterrador desde su introducción hasta su derrota (y con la broma que Joseph Joestar le hizo a Jotaro, incluso poco después).

La relación de Dio con Jonathan Joestar estaba mucho mejor establecida que con Jotaro. Aunque este último había oído hablar de la maldad del vampiro a sus familiares, su primer encuentro en El Cairo fue irónicamente también el último; incluso Polnareff había estado más expuesto a DIO.

Como Jonathan pasó la mayor parte de su infancia con Dio (en lugar de unos emocionantes cincuenta días como su adversario), su eventual enfrentamiento fue mucho más satisfactorio. Incluso hizo que el usuario de Hamon lamentara tener que acabar con su hermano adoptivo, en lugar de deleitarse con ello como hicieron los cruzados.

Con el cuerpo de Jonathan a su disposición y uno de los Stands más fuertes del anime obedeciendo sus órdenes, DIO era mucho más poderoso en la tercera parte que hace cien años. El Mundo fue capaz de detener el tiempo durante cinco (y más tarde nueve) segundos consecutivos.

En consecuencia, DIO representaba una amenaza mucho mayor contra Jotaro Kujo y lo habría asesinado directamente si Polnareff no hubiera intervenido. No fue necesario salvar a Jonathan para que derrotara al vampiro, evidenciando su creciente poder al despertar de su ataúd.

El Dio de la primera parte era mucho más coherente narrativamente que el de la tercera. Nacido en un rincón sin escrúpulos de Londres, Dio envidiaba la educación superior de Jonathan y trataba de destruir su vida para poder reemplazarla. Su contraparte en Stardust Crusaders tenía mucho menos sentido.

El despertar de DIO desencadenó accidentalmente el Stand de Holly, obligando a Jotaro y a Joseph a embarcarse en una búsqueda mundial para detenerlo. Mientras que el Stand de Holly puede haber desaparecido tras la muerte final del vampiro, el Platino Estelar inexplicablemente no lo hizo. Además, el mal que le causó DIO no fue deliberado, sino que fue simplemente un producto de su regreso al mundo de la vigilia.

Los villanos menores de la tercera parte estaban mejor escritos que sus homólogos en todos los aspectos imaginables. Además de ser más mortíferos (Jonathan podía derrotar a cualquiera de los esclavos zombis de Dio con un solo golpe de Hamon), tenían más creatividad en su diseño y en su relación con DIO.

A través de la misteriosa flecha de Stand, DIO reclutó sirvientes que iban desde vaqueros hasta bebés, y todo lo demás. Esto obligaba a los cruzados a estar constantemente en guardia y proporcionaba una experiencia narrativa más satisfactoria que la de Phantom Blood.

Aunque DIO puede haber sido más fuerte en la tercera parte, sus habilidades eran deprimentemente redundantes. A pesar de haber mantenido su condición de vampiro, DIO sólo abusó del poder de El Mundo con la esperanza de derrotar a Jotaro Kujo.

Las herramientas de Dio en Phantom Blood eran mucho más versátiles. Además de poder congelar la sangre de sus enemigos (restringiendo así su Hamon), también era capaz de sacar láseres de sus ojos. Si hubieran encontrado su objetivo, esto habría sido una sentencia de muerte casi instantánea.

La percepción de DIO por parte de los demás en la tercera parte fue una cualidad frecuentemente subestimada (pero no por ello menos esencial) de su personaje. Cuando se presentaba, pocos eran capaces de resistirse a su carisma o a su abrumador poder. Incluso Avdol estuvo a punto de quedarse boquiabierto, logrando escapar por poco de sus garras.

Las mujeres le atenderían por su propia voluntad, sin importar el riesgo que ello conllevara. Por el contrario, el Dio de la primera parte tenía que coaccionar a los humanos con violencia física para que cumplieran sus deseos. Sus únicos secuaces eran los que resucitaba directamente y tenían poca voluntad propia para decir lo contrario.

Una realidad incómoda para muchos fans de JoJo es que Dio ganó técnicamente en Phantom Blood. Aunque no pudo reclamar la mansión Joestar, Dio consiguió asesinar a Jonathan y reclamar su cuerpo para sí mismo. Esto contrasta con su destino en Stardust Crusaders, donde sufrió una abyecta derrota a manos de Jotaro Kujo. Con sus miembros dispersos y su cuerpo incinerado, DIO murió sin dignidad, gloria ni nada del orgullo con el que se compuso durante su corrupto y breve regreso al mundo mortal.

El combate final entre Jotaro y DIO fue mucho más largo y estuvo mejor escrito que su homólogo de Phantom Blood. Además de que DIO mató a muchos más oponentes a lo largo de la misma (matando a Kakyoin y a Joseph en la misma batalla), la batalla se extendió por toda una ciudad, obligando a cada combatiente a utilizar su entorno de forma creativa con la esperanza de encontrar el éxito.

Por el contrario, el duelo entre Jonathan y su hermano adoptivo fue más breve y menos ceremonioso. Aunque el vampiro pudo diezmar a uno de sus olvidables compañeros, pronto se encontró decapitado y al borde de la muerte.