La cancelación de Our Flag Means Death es la última de una larga lista de tragedias de streaming

Advertencia: El siguiente artículo sobre cómo la cancelación de Our Flag Means Death es la última de una larga lista de tragedias de streaming contiene spoilers.

En 2019, una mujer llamada Emperial Young organizó una huelga de hambre frente a las oficinas de Netflix en respuesta a la cancelación de The OA por parte del streamer. Aunque sus acciones fueron vistas como hiperbólicas por la mayoría, cualquiera que haya amado profundamente o conectado con una narrativa televisiva que fue interrumpida probablemente pueda empatizar con ella hasta cierto punto. Ciertamente me acuerdo de ella tras la cancelación de Our Flag Means Death.

¿Por dónde empezar? Ya se han dicho muchas cosas, sobre todo en lo que respecta al exhaustivo ciclo en el que el público queer tiene que luchar con uñas y dientes para mantener sus historias en pantalla. Netflix conserva una capacidad aparentemente sin fondo para deshacerse de narrativas queer, como Special, Sense8, Everything Sucks!, Uncoupled, Q-Force, First Kill y 1899, con otros golpes recientes en streaming como la cancelación de A League of Their Own en Prime y Willow y Rise of the Pink Ladies que fueron completamente desechadas de sus respectivas plataformas de streaming. Por supuesto, el equipo de The Revenge, tanto en pantalla como entre bastidores, aportó una panoplia de diversidad a su ambientación de época más allá de la representación de la sexualidad y el género de Our Flag Mean Death, por lo que su cancelación supuso una mayor devastación para aquellos que se sintieron celebrados en su historia.

El público se ha acostumbrado tanto a que historias como Nuestra bandera significa la muerte se vean truncadas que la energía de los fans entre el final de la primera temporada y la renovación de la segunda era la de una tripulación pirata preparándose para la batalla. La camaradería y la pasión de Our Flag Means Death durante ese periodo me inspiraron de verdad -esta base de fans revivió las campañas de envío por correo con toda su fuerza-, pero su movilización casi funcionó con la expectativa incorporada de la cancelación. Aunque fue un poco condescendiente que Max alargara el anuncio de la renovación para ganar puntos durante el Mes del Orgullo, hubo una sensación de alivio entre los fans cuando la serie obtuvo una segunda entrega.

Characters embracing in Our Flag Means Death. This image is part of an article about how Our Flag Means Death's cancellation is the latest in a long line of streaming tragedies.

Buenos Presagios supuso otro punto de referencia positivo. Atrayendo a un público similar al de Our Flag Means Death, Buenos Presagios también presentaba una comedia de género centrada en personajes queer. Los creadores de ambas series expresaron su esperanza de que se emitieran tres temporadas, y el mes pasado se anunció que Good Omens recibiría esa oportunidad. Pose y Reservation Dogs fueron otros dos ejemplos de series conjuntas y diversas capaces de llevar a cabo con éxito tres temporadas, compartiendo Taika Waititi la producción ejecutiva de Our Flag Means Death. En términos de audiencia, compromiso, presupuesto/escala global y recepción crítica, Nuestra bandera significa la muerte se alineó con sus predecesoras y contemporáneas de tres temporadas.

Entre el éxito de la segunda temporada de Our Flag Means Death y la aprobación de la tercera y última temporada de las series aliadas, los fans de Our Flag Means Death pueden haber sentido que las mareas del streaming habían empezado a cambiar ligeramente a su favor. Estos factores agravaron la decepción que sintieron esta semana cuando la serie fue cancelada, justo cuando la costa parecía estar a la vista. La subversión de esta esperanza es precisamente lo que me hizo pensar en Emperial Young y su huelga de hambre inducida por la cancelación.

Aunque la continua cancelación de programas diversos es ciertamente descorazonadora, sería negligente no celebrar algunos de los éxitos que a menudo se pierden en esta discusión. Desde éxitos de larga duración como How to Get Away with Murder y Orange is the New Black hasta series para jóvenes adultos como Heartstopper y Sex Education, los personajes queer e interseccionales se han ganado cierta longevidad en el panorama televisivo actual. Aunque sería alentador ver que a más historias como estas se les concede la oportunidad de completar sus carreras, no es el único factor que contribuyó a mi agotamiento continuo con un paisaje de streaming donde audiencias enteras se sienten desechables.

Para mí, Young es el ejemplo de los muchos tipos de comunidades de aficionados vibrantes que se han quedado en la estacada por la implacable agitación del mercado del streaming. Es la chica dominicana que habría caído de cabeza en los cómics tras verse representada en la Batgirl de Leslie Grace. Es la lectora de Grishaverse que sólo pudo probar a ver su mundo favorito en pantalla antes de que Netflix cancelara Sombra y hueso. Es Mike Flanagan, que tuvo que esbozar toda la trama de la segunda temporada de Midnight Club en su Tumblr tras la cancelación. Es Kristen Schaal, que buscó la manera de grabar La misteriosa Sociedad Benedictina en DVD antes de que Disney+ la eliminara para poder enseñársela algún día a su hija. Y ella soy yo, que deseaba desesperadamente ver vengada a Izzy Hands en una última temporada de Nuestra bandera significa muerte.

Sobre la autora

Tara McCauley Tara McCauley Nerd a raudales, Tara McCauley es más feliz jugando o escribiendo sobre juegos de rol de mesa. Además de en The Escapist, Tara ha escrito sobre sus temas favoritos de cultura pop en CBR, MXDWN y Monstrous Femme. Cuando no está escribiendo o lanzando dados, a Tara se la puede encontrar viendo sus comedias favoritas, acurrucada con un cómic de terror o hablando poéticamente sobre la WNBA.
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