La loca enfermedad de los peones de Dragon's Dogma 2 es una auténtica genialidad
Dragon's Dogma 2 es uno de los juegos más atrevidos que he jugado en los últimos tiempos. Es implacable en su forma de hacer que el jugador trabaje para todo, desde su engorroso sistema de viaje rápido hasta su negativa a dar indicaciones sencillas durante las misiones, por nombrar sólo algunas. Y como guinda del pastel, también hay una infección que puede hacer que tu peón mate a prácticamente todos los PNJ de una ciudad importante, lo que bloquea la progresión de las misiones secundarias.
Vídeos recomendadosLo llaman "la peste de los dragones". Es la última moda que circula por Twitter y Reddit. Básicamente, mientras juegas a Dragon's Dogma 2, existe la posibilidad de que tu peón (o un peón que contrates en la Grieta) se infecte con algo llamado Dragonsplague. Cuando esto ocurra, dejarán de obedecer las órdenes del jugador y, si no lo tratas durante el tiempo suficiente, verás una escena en la que se transforman en dragones y matan a un montón de PNJ de la ciudad.
Cuando termina la escena, lo único que puedes hacer es correr solemnemente por Vernworth, contemplando el devastador rastro de destrucción que ha dejado tu peón. El herrero ha muerto, el armero ha muerto, incluso el simpático mendigo ha muerto. Si esto ocurre en un momento inoportuno del juego, básicamente no podrás avanzar en ciertas misiones secundarias, lo que podría afectar drásticamente al resto de tu partida.
La plaga de peones de Dragon's Dogma 2 causa estragos en el juego
Los jugadores de 'Dragon Dogma'2' descubren que existen falsos alquileres de peones
Es comprensible que los jugadores se enfaden por esto. Después de todo, a nadie le gusta dormir en una posada y despertarse con la horrible imagen de PNJ muertos esparcidos por todas partes.
Sin embargo, estoy aquí para llevar la contraria y decirte que si dejas que tus peones lleguen a esa fase de matar a todo el mundo en la ciudad, la culpa es tuya. Porque Dragon's Dogma 2 hace un trabajo fantástico mostrándote todas las señales de advertencia.
Cuando llegues a Vernworth por primera vez, tus peones empezarán a hablar de una enfermedad de la que han oído hablar. Probablemente tú también hayas oído esta línea de diálogo varias veces, porque en Dragon's Dogma 2 los peones no se callan. Parlotean sobre la posibilidad de infectarse al viajar más allá de la Grieta, y los peones infectados también dejarán de obedecer las órdenes de los Arisen.
Esa, justo ahí, debería ser tu primera pista importante. Dar órdenes a tus peones es una parte crucial del combate, ya que te ayuda a cambiar entre maniobras ofensivas y defensivas según sea necesario. Si das una orden y un peón te grita que no le digas lo que tiene que hacer, entonces es una señal bastante clara de que algo va mal con ese peón. Y, de nuevo, como los peones no pueden callarse en este juego, también harán comentarios sobre el comportamiento de ese peón en particular.
Lo que hay que entender de los peones de Dragon's Dogma es que son seres intrínsecamente serviciales. Son serviciales hasta la saciedad; verán una escalera por la que puedes subir y nunca se callarán al respecto. Así que cuando un peón empieza a mostrar el más mínimo atisbo de rebeldía, debería ser inmediatamente obvio para el jugador que algo va mal.
Y no sólo eso, también hay señales físicas a las que prestar atención. Los peones infectados tendrán los ojos rojos brillantes y sus animaciones de inactividad cambiarán para mostrar que se agarran la cabeza en señal de dolor. Estas señales aparecen mucho antes de que estén a punto de entrar en modo alboroto, lo que significa que, en teoría, los jugadores deberían tener tiempo de sobra para cortar las cosas de raíz antes de ese momento.
Seré el primero en admitir que creo que la "cura" de la peste de los dragones podría haberse manejado de forma más elegante. Si tu peón principal se infecta, la única forma de curarlo es matarlo (ahogándolo o tirándolo por un acantilado, tú eliges) y luego revivirlo en la Piedra de la Grieta más cercana. Ojalá hubiera algún objeto o misión en el juego que ayudara a deshacerse de la plaga de dragones para que la mecánica estuviera más desarrollada, pero bueno, supongo que no siempre puedes conseguir todo lo que quieres.
Capcom asumió muchos riesgos con Dragon's Dogma 2, y la infección Dragonsplague bien podría ser la mecánica más singular e interesante del juego hasta la fecha. Es espeluznante de una forma que no te esperas: al tomar al único grupo de personas cuyo único propósito en la vida es ayudar a los Arisen en su búsqueda y convertirlos en monstruos destructivos, Dragonsplague se convierte en el mayor giro argumental que encontrarás en Dragon's Dogma 2. También encaja muy bien con la idea principal del juego, ya que es posible que los peones pierdan el control y pierdan de vista a quién se supone que son leales en realidad.
Es una de las mejores sorpresas de Dragon's Dogma 2 y resulta refrescante jugar a un título que no teme lanzar duras bolas curvas a los jugadores y hacerles vivir con las consecuencias de sus actos. Es un juego que exige toda tu atención y que lo enfrentes a su nivel, y como está tan bien diseñado, Dragon's Dogma 2 es capaz de salirse con la suya siendo tan descarado.
Si, después de todo eso, sigues siendo incapaz de reconocer que uno de tus peones ha sido infectado, Dragon's Dogma 2 te aplica el castigo definitivo. Después de que tu peón se lance al ataque, aparecerá otra ventana emergente en la que el juego te dirá que si hubieras prestado más atención a tus peones, podrías haber evitado todo este desastre... Es una píldora difícil de tragar, sobre todo cuando parece que el juego te lo está restregando por la cara en este punto, sin posibilidad de volver a una partida guardada anterior si no has hecho copias de seguridad.
Pero oye, para que no lo olvidemos, esos peones indefensos contaban contigo, Arisen.