Las 10 mejores cosas de la octava temporada de Juego de Tronos, clasificadas

La serie de fantasía de HBO Juego de Tronos llegó a la pequeña pantalla en 2011. Basada en las obras de George R. R. Martin, la serie sigue a nueve familias de Poniente que intentan desesperadamente conseguir más poder y más control sobre los Siete Reinos y el Trono de Hierro. Juego de Tronos finalizó en 2019 tras convertirse en una de las series de televisión de fantasía más populares, pero la última temporada fue ampliamente rechazada por la crítica y los fans.

Después de siete temporadas de éxito sin precedentes, la última temporada de Juego de Tronos dejó un sabor amargo en la boca de la gente porque se sintió apresurada, y la escritura decepcionó a los personajes y su desarrollo. Sin embargo, una producción tan costosa como la octava temporada no puede prescindir de los aspectos positivos, y el final de la serie ha cumplido en algunos aspectos.

El éxito de Juego de Tronos se atribuye a la historia, los personajes y el complejo lore que conlleva. Sin embargo, no se habla lo suficiente de las increíbles bandas sonoras que aparecen a lo largo de las temporadas. La música jugó un papel muy importante en la construcción de la tensión en la octava temporada, especialmente en relación con Daenerys y su descenso a la villanía.

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El sonido se agita alrededor de Daenerys mientras está sentada sobre su dragón, escuchando las campanas que suenan en Desembarco del Rey. No hay claridad en lo que los fans escuchan, ni en la mente de Daenerys. Además, la música del episodio 3 cuando el Rey de la Noche se acerca a Bran es escalofriante. Aunque en Juego de Tronos se utilizan muchos temas y leitmotivs , la música destacó realmente en la octava temporada cuando la serie se acercaba a su fin.

Juego de Tronos siempre se las ha arreglado para dar un golpe de efecto con sus increíbles efectos visuales, y la última temporada no es una excepción. La temporada tuvo sus errores, pero aún así capturó la esencia de la televisión de fantasía con los dothraki, la oscuridad y, los dragones.

El uso del fuego en la octava temporada es poderoso; las llamas de los dothraki aniquilados, la trinchera de fuego encendida por Melisandre y el fuego de los dragones. A pesar de los errores, la última temporada fue muy atractiva visualmente, llena de brillantez técnica, CGI y maravillosa cinematografía.

Los guionistas se inclinaron por subvertir las nociones previas sobre el final de Juego de Tronos. Aunque estas decisiones no necesariamente dieron resultado, definitivamente sorprendieron a la gente. El final de Juegode Tronos no era fácil de predecir, ya que no había material de origen. Se basaba en los planes de George R. R. Martin, pero carecía de los inmensos detalles que él solía escribir.

Sin ningún material nuevo que consultar, la última temporada fue un shock para los fans. No hizo lo que todo el mundo esperaba, y este nivel de sorpresa es una de las mejores cosas de la temporada.

Los fans argumentan que la trama de la octava temporada no tiene mucho sentido, pero los principales puntos de la trama se insinuaron a lo largo de Juego de Tronos. Daenrys no se convirtió de repente en la persona que era al final, sino que fue un proceso lento. Los creadores decidieron convertirla en la Reina Loca, y su destino en Desembarco del Rey era seguir los pasos de los Targaryen.

Jaime abandonó todo el sentido y la razón, como había hecho antes, para seguir a Cersei hasta la muerte porque su destino era acabar juntos. Sansa había querido ser la reina desde el principio, y se convirtió en la Reina del Norte independiente. Jon Nieve volvió a sus inicios, pero siempre fue demasiado humilde y un poco salvaje para gobernar.

Jon se enamoró de Daenerys antes de que la verdad de su sangre saliera a la luz. Era el único que estaba cerca de ella y en el que confiaba lo suficiente como para acercarse. Jon sabía que tenía que matar a Daenerys antes de que usara su poder como lo hizo el Rey Loco. Fue duro ver a Daenerys llegar tan lejos y desarrollarse tanto, sólo para terminar como lo hizo.

Jon amaba a Daenerys y no era un asesino. Sin embargo, tras verla quemar la ciudad hasta los cimientos, Jon sabía lo que tenía que hacer. Una de las mejores partes de Juego de Tronos eran las traiciones impactantes, y esta era la peor y más necesaria traición.

Theon Greyjoy soportó muchas cosas horribles a lo largo de Juego de Tronos, como torturas, humillaciones y abusos psicológicos, pero también hizo cosas terribles. Desde traicionar a la gente y abusar de su poder, Theon fue uno de los personajes menos queridos de la serie. Sin embargo, tuvo un arco de redención.

Theon acabó sacrificando su vida para proteger a Bran. No era rival para el Rey de la Noche, y su muerte fue un momento triste. Se redimió en la muerte, ya que sacrificó su vida por alguien a quien había perjudicado profundamente. Si Theon tenía que morir, esta era la mejor manera en que podía hacerlo.

En la octava temporada se produce el esperado enfrentamiento entre los hermanos Clegane. Siempre ha habido tensión entre el Sabueso y la Montaña, que se explica gradualmente a lo largo de Juego de Tronos. Sandor presionó la cara de su hermano contra las brasas cuando era niño, y siguieron enfrentándose físicamente en su edad adulta.

El episodio 5 supuso un final satisfactorio para su disputa. El Sabueso le dijo a su hermano que sabía que su destino era morir luchando el uno contra el otro, que es exactamente lo que ocurrió. A pesar de su insistencia en que esta disputa valía su vida, el Sabueso disuadió a Arya de perder su vida por venganza, lo que fue un momento hermoso y valioso entre ambos.

A pesar de que hay muchas razones para que los fans odien a Cersei, y quizá también a Jaime, el final de su historia fue trágico. La pareja esperaba tener un hijo después de tanta pérdida y quería empezar de nuevo, lo que se arruinó cuando los dos murieron bajo los escombros de la Fortaleza Roja.

Los dos Lannister tenían una relación incestuosa tóxica, como muchos personajes de la serie, y continuaron esa relación durante muchos años. El estrecho vínculo de Jaime y Cersei hizo que esta escena fuera tan trágica, y la tristeza se acentuó cuando Tywin encontró sus cuerpos sin vida en el último episodio de Juego de Tronos. Aunque muchos de los argumentos se precipitaron en la octava temporada, los fans se alegraron de que las historias de Jaime y Cersei concluyeran.

Juego de Tronos contaba con un elenco fenomenal que, independientemente de la escritura o el guión, sacó adelante una temporada de actuaciones increíbles. Sin ellos, la serie no habría sido tan popular.

La octava temporada recibió el mayor número de nominaciones para una temporada de televisión en la historia de los Emmy, con la asombrosa cifra de treinta y dos, y el reparto ganó doce. Sus logros no pueden ser subestimados, y actores como Emilia Clarke, Sophie Turner, Maisie Williams, Peter Dinklage, Kit Harington y Alfie Allen merecen un sinfín de elogios por su trabajo en la última temporada.

Aunque la elección de hacer rey a Bran Stark fue cuestionable, la decisión de cambiar la forma de elegir a los reyes y reinas fue lo mejor de la octava temporada. También fue todo lo que Daenerys quería que se hiciera realidad.

Desde el principio, Daenerys planeó romper la rueda. Vio los defectos de elegir un liderazgo basado en la sangre al ser testigo de la caída de su familia y de su hermano, que deseaba ser rey. Tras la destrucción del Trono de Hierro y la muerte de Cersei y Daenerys, los señores y las damas de Poniente tuvieron libertad para elegir y votar a su líder.