Las 10 peores madres de la televisión

Las madres suelen asociarse con el amor, el cuidado, la crianza y la integridad. Como dan a luz y traen hijos al mundo, siempre se da por sentado que son seres excelsos que no pueden hacer nada malo. Pero no siempre es así, sobre todo en la televisión, donde las madres pueden perder el control con comportamientos realmente mezquinos.

Hay innumerables madres de televisión que los fans han llegado a querer a lo largo de los años, pero estas madres están lejos de ser agradables. Penélope, de Riverdale, era francamente abusiva y controladora, mientras que Norma Bates, de Bates Motel, convertía a su hijo en un auténtico psicópata, y estas son solo la punta del iceberg de las madres terribles.

La madre de Charlie y Alan era una mujer despiadada que no dio a sus hijos una infancia cariñosa y segura. Muchos de los problemas de sus hijos se debieron a su mala educación desde una edad temprana. Era increíblemente narcisista, culpabilizaba a sus hijos con falsas emergencias y nunca quiso nada bueno para ellos.

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Era tan fría que, tras la muerte de Charlie, intentó vender su casa mientras estaba en su funeral. Evelyn nunca fue buena en su vida en general, y su mezquindad se trasladó a la maternidad.

Riverdale era conocido por sus impactantes giros argumentales, pero ninguno fue peor que lo horrible que resultó ser Penelope Blossom. Oprimía y controlaba constantemente a Cheryl, y la profundidad de sus abusos se remontaba a su infancia. Penelope odiaba a Cheryl pero amaba a Jason, lo cual era absurdamente hiriente.

Penélope obligó a Cheryl a someterse a una terapia de conversión cuando descubrió su sexualidad, lo cual no puede ser más vil. Sin embargo, ese no fue el final. Penélope también convirtió su casa en un burdel mientras su hija adolescente vivía con ella, sobre todo porque incomodaba a Cheryl.

Monica Gallagher nunca fue una mujer mentalmente estable, y probablemente por eso no debería haber formado una familia con Frank. Ambos eran unos padres tremendamente irresponsables, y Monica abandonó a sus seis hijos cuando dejó a Frank, convirtiendo a Fiona en la madre de sus hermanos, lo cual no era justo.

Mientras Mónica estuvo fuera, no intentó enderezar su vida. De hecho, se sumió en una espiral de drogadicción y volvió esporádicamente para complicar la vida a sus hijos. Monica tenía problemas de salud mental, pero no tomó ninguna medida para ayudarse a sí misma o a su familia, lo que rompió los corazones de los fans mientras veían Shameless.

Norman Bates y su personalidad asesina no se desarrollaron espontáneamente. Bates Motel exploraba la retorcida relación que la Norma Bates de la vida real compartía con su hijo, el asesino en serie protagonista de la serie, una relación plagada de celos y de una inquietante cercanía.

Norman había presenciado los malos tratos de su madre, y Norma cultivó entonces un extraño vínculo con él, que implicó educarlo en casa y compartir la cama con él cuando tenía 18 años. Norma mataba a los amantes de Norman cuando se ponía celosa de él e irónicamente moría de la misma forma cuando Norman se ponía celoso de la suya.

Cersei no fue una mala madre por no querer a sus hijos; de hecho, los quiso y protegió ferozmente a lo largo de la serie. En su caso, la ambición pudo más que ella y provocó la muerte de sus tres hijos.

Cersei podría haber optado por retirarse de la lucha por el Trono de Hierro, pero ni siquiera la pérdida de Joffrey, Tommen y Myrcella pudo saciar su sed de poder. Había criado a Joffrey para que fuera un hombre cruel, y todos sus hijos eran producto del incesto. Las elecciones y malas decisiones de Cersei la convirtieron en una pésima madre.

Betty Draper tenía una vida de cuento de hadas y una familia preciosa a decir de cualquier espectador, pero carecía de la capacidad de ser una buena madre para sus hijos. Eternamente insatisfecha con su situación y extremadamente inmadura, Betty competía con su hija en lugar de cuidar de ella.

Betty carecía de instinto maternal y se mostraba fría y distante la mayoría de las veces. Betty incluso puso a sus hijos en peligro para demostrarle algo a Don enviándolos a Manhattan durante unos disturbios, lo que demostró que definitivamente no estaba hecha para ser madre.

En la vida de alto octanaje de la élite de Manhattan, la maternidad pasó a un segundo plano para Lily. Siempre decía hacer el bien a sus hijos, pero casi siempre los trataba mal. Por ejemplo, mintió sobre el intento de suicidio de Eric e ingresó a Serena en rehabilitación por una sobredosis de la que no era responsable.

Además de esto, Lily nunca apoyó a Serena, arruinando la propuesta de Steven a Serena sin ninguna buena razón. Unido al hecho de que falsificó la firma de Serena en un documento de acoso sexual y arruinó la vida de un hombre, Lily perdió el ser madre.

La matriarca de los Soprano era una mujer venenosa, y por eso sus tres hijos se convirtieron en adultos retorcidos y taimados. Les infligió un montón de traumas, lo que llevó a Tony Soprano a terapia por los problemas que Livia le había infligido.

A Livia le importaba tan poco ser madre, que más de una vez ordenó atentar contra Tony, la primera por atreverse a ingresarla en una residencia. Era capaz de todo tipo de maldades, lo que la convertía en una de las madres más odiosas de la televisión.

La madre de Olivia no era quien Olivia creía que era, de la peor manera posible. Después de vivir con la impresión de que Maya había muerto hacía años en un accidente de avión, resultó que en realidad había sido una terrorista que se había casado con el padre de Olivia bajo falsos pretextos. Lo decisivo era que seguía viva.

La madre de Olivia seguía operando como terrorista y fue la responsable del accidente aéreo de hace años. El nuevo objetivo de Maya era el hombre al que Olivia amaba, lo que acababa de convertirla en la peor madre de la historia.

La vicepresidenta Selina Meyer era un genio de la política y, en consecuencia, una madre horrible. Su hija, Catherine, no era más que un peón en sus juegos, a la que criticaba, menospreciaba y trataba con desdén. Selina sólo utilizaba a Catherine para conseguir votos.

Algunas de sus muchas ofensas incluyen utilizar la boda de Catherine con su novia para eludir la custodia y luego prometer acabar con los matrimonios entre personas del mismo sexo, romper las relaciones de Catherine mediante conferencias de prensa y nombrar a su nieto sin pedir permiso a Catheirne. A Selina le daba igual.