Las 13 mejores películas de fantasía épica
Magos, brujas, duendes, criaturas fantásticas, reinos desconocidos, princesas, guerreros… la lista de invitados es interminable. De la más cochambrosa serie Z a los presupuestos de primera división llenos de estrellas, estas son las 13 mejores películas de fantasía épica. Arranca una nueva semana lleno de energía épica primaveral.
De Segundo de Chomón y Georges Méliès a Guillermo Del Toro, han sido muchos los que han basado su cinematografía en el género fantasioso, recreando o inventando nuevos mundos donde viajar y vivir aventuras. Como no resulta demasiado fácil encontrar cosas de esos genios del pasado (aunque aquí y aquí tienes una muestra de su descomunal talento y sus proezas), vamos a centrarnos en largometrajes más fáciles de localizar para todos vosotros. Y empezamos…
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El mago de Oz (The Wizard of Oz)
Dirigida por Victor Fleming (y por George Cukor, Mervyn LeRoy, Norman Taurog y King Vidor sin acreditar), la película es alucinante por lo moderna que resulta vista hoy en día. De hecho, es mucho más rompedora que la visión de Sam Raimi. La secuela oscura de Disney también lo era…
Caballeros, princesas y otras bestias (Your Highness)
Una macarrada de la factoría Pineapple Express que refrescaba los mundos de Jim Henson en una vertiente abiertamente guarra. Tiene tantos momentos desternillantes que intentaré resumirlo en un clip:
El laberinto del Fauno
Con sus defectos (muchos) y sus virtudes (muchas), otro vistazo de posguerra fantástico que demuestra que actualmente existen pocos directores con la capacidad fantástica de su director. En esta casa somos más de Hellboy, pero que le quiten lo bailao. Gran reparto.
Excalibur
Por un lado tenemos una película que ha envejecido como casi todas las de su año (1981), pero por otro lado podríamos estar ante uno de los mayores empachos de aventura fantástica realista de la historia del cine. Vamos, lo que viene a ser John Boorman.
La princesa prometida (The Princess Bride)
La película por la que todo el mundo recuerda a Rob Reiner (con permiso de Cuando Harry encontró a Sally) y la película favorita de gran parte de una generación que necesitaba su venganza romántica y mágica. Aunque nadie lo reconozca, la siguiente de la lista es mejor, a pesar de André el Gigante…
Stardust
Este año cumple una década la fabulosa adaptación de uno de los trabajos más amables de Neil Gaiman. Una aventura divertidísima y desenfadada donde todo el mundo se lo pasa como si estuviera en una fiesta de disfraces. Épica, mágica y emocionante. La princesa prometida para una nueva generación.
Legend
Ridley Scott, Tom Cruise, Tim Curry y uno de los demonios más alucinantes que han visto nuestros ojos. Una peli tan rara como recuerdas, donde el director de Alien se pasa al lado de los unicornios. Hortera y encantadora como cualquier producto mágico de mediados de los ochenta.
John Milius era un tipo con las ideas claras. Lamentablemente, en la actualidad sufre de una triste dolencia que le impide recordar lo valiente y suicida que era cuando se planteaba alguna fábula hiperviolenta. Eso es lo que resulta ser Conan, una sucia y desagradable aventura bárbara con olor a sobaco. Irrepetible, como ha demostrado su última actualización :( La segunda parte era algo más fantástica, pero también más blandita.
El señor de las bestias (The Beastmaster)
Don Coscarelli nunca ha tenido suerte una vez que los videoclubs desaparecieron del planeta, pero hasta entonces, el director de la saga Phantasm (salvo la última), era uno de los reyes de la estantería. El señor de las bestias era un Conan meets Luke Skywalker desacomplejado que funcionó lo suficientemente bien como para contar con dos secuelas que es mejor olvidar.
Cristal oscuro (The Dark Crystal)
Jim Henson y Frank Oz, una sociedad con los cimientos en forma de muppet, se lanzaron de cabeza a principios de los ochenta a la fantasía épica dando un paso más allá: todos los personajes serían marionetas. Tan hermosa como pesadillesca según la edad del espectador, la película es más adulta de lo que parece y muy superior al resto de competidores. Lo que pasa es que también era un poco fea. A recuperar, amigos, porque hace mucho que no se ve cine así de trabajado.
Dentro del laberinto (Labyrinth)
Unos años más tarde, con más dinero y con David Bowie, Henson (en solitario) colocó todos sus sueños de titiritero alrededor de dos actores disfrutando de unas vacaciones entre muñecos de colección. Absolutamente atemporal, hedionda y hermosa.
George Lucas y Ron Howard apostaron por el prometedor Val Kilmer y por regalar el primer protagonista (sin maquillaje ni disfraz) a Warwick Davis, que desde entonces ha sido uno de los rostros más recurrentes del género. Mágica y más apta para los pequeños que la mayoría de esta lista, es una buena manera de entrar en el género a pesar de sus obvias limitaciones interpretativas. Una extraña forma de carisma.
