Las 13 mejores pelĂculas de zombies
Mientras The Walking Dead sigue a lo suyo, vamos a recordar algunas de las mejores películas de zombies y/o infectados que hemos visto a lo largo de nuestra vida. Porque aquí somos más de películas que de culebrones.
Zombi (1978)
Las 13 peores pelĂculas de zombies
Las 5 mejores pelĂculas de zombies
La segunda parte de la película que lo cambió todo es sin lugar a dudas, la cumbre del género “romeriano”. Diez años después, y a todo color, Romero planta la segunda semilla sobre el apocalipsis social del que nunca hemos salido, centrando la acción en un consumismo malsano y una búsqueda de la comodidad que se acoplaban como anillo al dedo al anterior problema racial de la primera parte. Momentos inolvidables, una localización alucinante y los mejores efectos de maquillaje vistos hasta el momento. Y eso que Tom Savini no llegaría hasta la siguiente entrega.
Muertos y Enterrados (1981)
Gary Sherman no ha sido un director que se haya prodigado mucho y, además, es el responsable de esa cosa tan extraña (y mala) que era Poltergeist III, una especie de Demons 2 2.0 que tenía detallitos mágicos dentro de una soporífera atmósfera de rascacielos maldito. Fue tan gorda la hostia que nadie recuerda que dirigió un actioner entrañable como Se busca vivo o muerto o una obra maestra como Sub-Humanos. Muertos y Enterrados, uno de los padres del cine de Shyamalan, era un un cuento entrañable y aterrador con atmósfera de pueblo pesquero y un final inolvidable. Otra obra maestra, claro.
Re-Animator (1985)
Decir que estamos ante la mejor adaptación del universo Lovecraft (sin contar la genial aproximación que John Carpenter se marcó con En la boca del miedo) es quedarse corto. La obra maestra de Stuart Gordon es un despiporre de efectos especiales, erotismo fino y gatos negros que abrió las puertas a títulos tan importantes y locos como Tu madre se ha comido a mi perro y a un no parar de imitaciones, secuelas y resurgimientos con gente como Santiago Segura o Elsa Pataki. El comienzo de todo lo bueno, sí, pero también de todo lo malo.
El regreso de los muertos vivientes (1985)
La primera comedia del lote es un canto de amor al cine de los ochenta para (no) ver en familia y (sí) con los amigos: una secuela bastarda que tomaba la premisa de los muertos vivientes, dando una explicación clara y jugando con las pautas marcadas en el origen de la leyenda para favorecer los chistes y sacar a un puñado de personajes hijos de la época. Una de las dos películas que dirigió el maravilloso guionista que fue Dan O’Bannon, responsable del guión de la ya citada Muertos y Enterrados… y de Alien o Desafío Total. Menudos bichos míticos.
Estamos muertos o qué (1988)
Roger Mortis, así se llama el protagonista de esta vertiginosa comedia, prima hermana de Golpe en la Pequeña China o El regreso de los muertos vivientes. Mark Goldblatt, su director, tiene un historial como editor que no te lo crees ni tú: Piraña, Aullidos, Terminator… y de ahí para arriba. Una comedia negra con aires de cine negro perfecta. Como ves, todo es muy negro aquí. Hasta los maquillajes.
La noche de los muertos vivientes (1990)
La razón por la que la original de George A.Romero no aparece en este artículo tiene dos razones: una es que su secuela nos parece superior y la otra es que en 1990, el mago del maquillaje Tom Savini rodó este maravilloso homenaje en forma de remake a todo color con toda la casquería que Romero no pudo o no quiso sacar. Estamos tan mal acostumbrados que posiblemente el color y la sangre nos impacte más que la pesadilla original, pero sería de necios no aplaudir con las orejas este brillante ejercicio de nostalgia sangrienta.
Braindead (1992)
Braindead, Dead Alive o Tu madre se ha comido a mi perro (nuestro título favorito de los tres), fue la confirmación engañosa de que Peter Jackson valía mucho, pero que en realidad estaba más cercano de lo que nadie imaginaba de abandonar el látex y los animatronics feos. A partir de aquí el Jackson que nos gustaba no volvió jamás, aunque estuvo cerca en su comedia fantasmal con Michael J.Fox. Una pena, porque sus señores de los anillos, hobbits o niñas celestiales no nos gustan un carajo.
28 días después (2002)
Importante salto temporal para introducir un nuevo y revolucionario concepto: no son muertos, son infectados. Danny Boyle, antes de dedicarse a rodar exclusivamente brasas familiares, demostró que podía tener más pulso que nadie. Vale, igual el guión de Alex Garland y la banda sonora de John Murphy eran tan enormes que nada podía salir mal, pero es que hasta la secuela, dirigida por el español Juan Carlos Fresnadillo, funcionaba como un tiro. Ese toque digital, entre el cine del futuro y una cámara casera, también ayudó mucho a la primera entrega.
Fue tan importante que incluso cambió el cine de zombies…
Dawn of the dead (2004)
¡Remake! El único que tiene suficiente valor para lucir sin miedo como una de las mejores y más importantes películas del (sub)género de todos los tiempos: Zack Snyder debutaba con brío y con un potente guión de James Gunn que dotaba de una sobredosis de speed al original trabajo de Romero (y primera entrada de este artículo). El secreto fue, sin ir más lejos, plasmar la pesadilla original con el concepto de asesino zombie rápido de la película de Danny Boyle. Un ejemplo de precisión que rara vez ha repetido Snyder, con honrosas excepciones como Watchmen o, a ratos, Batman V. Superman.
Shaun of the dead (2004)
Otra comedia en nuestra lista, pero decir que ZOMBIES PARTY es una comedia no hace justicia al trabajo de Edgar Wright, segunda película en su imbatible filmografía (aunque nadie ha visto A Fistful of Fingers) y primer trabajo sobresaliente tras salir de una de las mejores telecomedias jamás rodadas, Spaced. Shaun of the dead es un divertidísimo homenaje a la historia del terror de los viejos años, con más que ver con el cine de los años 50 que con todo lo que vino después. La primera de la trilogía Cornetto y una película asombrosamente original trazada con todo lo que habíamos visto hasta entonces. El resultado, algo que no habíamos visto hasta entonces.
REC (2007)
Una de las películas de horror más importantes de la historia del cine español. Punto. REC fue un experimento entre Paco Plaza y Jaume Balagueró que salió tan bien que dio para remake USA y saga local. A pesar de que la trilogía original funcionaba perfectamente (horror, más horror y una tercera parte a la altura de las mejores comedias que verás en este artículo), lo que debería haber sido un broche de oro terminó recordando a los peores vicios de la (afortunadamente) extinta Fantastic Factory. Con todo, la niña Medeiros supone un antes y un después en nuestro cine y en el género mundial. Un jodido logro irrepetible.
Deadgirl (2008)
Al fin un uso diferente del zombie clásico, amigos. Cuando lo fácil es decantarse por problemas románticos, dramas familiares o comedias de ensueño que parecen salidas de la atrofiada imaginación de Tim Burton, Marcel Sarmiento y Gadi Harel añaden una dosis de malévolo picante y despertar sexual lo suficientemente enfermizo como para entrar en nuestra lista.
Tras un par de entradas en las antologías V/H/S o The ABC’s of death no vemos el momento de echar el guante a lo nuevo de esta gente.
Zombies nazis 2 (2014)
¿En serio? ¿Zombies nazis 2 aquí? Pues sí, y por una razón muy simple: es una comedia gore extraordinaria. Si bien la primera parte, también dirigida por Tommy Wirkola, apuntaba maneras, no sería hasta después de su fabulosa e incomprendida visión de Hansel & Gretel cuando el director noruego descubriría que lo suyo era hacer el bestia de la manera más divertida posible. El mayor acierto de la película, además de lo que te puedes reír con ella, es que si te dicen que es una película de 1985 vas y te lo crees. Una burrada de esas para ver entre amigos, con cervezas y el volumen muy alto.
¿Las has visto todas? ¿Echas de menos alguna? Si te falta alguna, no lo dudes, ojalá nuestro especial sobre las 13 mejores películas de zombies y/o infectados te sirva de ayuda.