Las 13 mejores películas sobre el apocalipsis
El fin del mundo está a la vuelta de la esquina, pero el cine lleva años jugando con esa posibilidad. Desde que la ciencia ficción se convirtió en uno de los géneros favoritos del aficionado gracias a relatos de toda clase, el cine no se ha quedado atrás. Como se acerca el fin de semana, vamos a por nuestros apocalipsis favoritos con las 13 mejores películas sobre el apocalipsis.
Mad Max (1979 - 2015)
Las 13 mejores películas sobre el verano
Las 13 mejores películas sobre el diablo o satánicas del cine
Un director, dos protagonistas, cuatro películas complementarias. Desde el terror sado de la primera a la liberación violenta de El guerrero de la carretera, una especie de versión 2.0 de una de las películas con mejores carteles de todos los tiempos, hasta un fallido episodio hijo de los ochenta que pasó a mejor vida con la última y física entrega, hemos asistido a la desdichada vida de Max Rockatansky, un pobre diablo que sobrevive comiendo lagartos y comida para perros en un futuro que, sinceramente, espero no catar jamás.
Amanecer de los muertos (Dawn of the Dead)
Con su primera película, Zack Snyder se convirtió en la joven promesa del futuro del género, pero no tardó mucho en dejarse llevar por los cantos de sirena de las pantallas verdes. Una pena, porque aquí demuestra un dominio de la escena y un ritmo como no habíamos visto en mucho tiempo. Claro que la culpa, en parte, es del guión de James Gunn.
Mensajero del futuro (The Postman)
Hay una corriente peligrosa, siempre la hubo y continúa estando aquí, que consiste en asegurar que algo es una mierda. Se hace 24 horas al día durante una buena temporada y listo, todo el mundo dará por hecho que lo es. Sucedió hace 20 años con un Kevin Costner que venía de fracasar con Waterworld y al que nadie hizo caso en su segunda película como director. Y es una estupenda (y larga) epopeya western radioactiva que merece ser reivindicada.
Hijos de hombres
Parece que fue ayer, pero la obra maestra de Alfonso Cuarón ya tiene más de diez años. Un catálogo de qué hacer con una cámara sobre los hombros. Que nadie olvide que estamos ante una adaptación de P.D. James, la única junto a Un trabajo no apropiado para mujeres que se haya llevado al cine. El resto de su obra, puramente televisiva.
12 monos
Una obra maestra que, sobre el papel, no debería ser plato de todos los gustos, pero a veces se dan una serie de casualidades que convierten una obra en teoría inaccesible en una de las pelis más recordadas por todo tipo de público, o sea, la hostia te la da sí o sí. Una inolvidable tragedia espaciotemporal que gana con cada visionado y que pone nuestro cerebro a trabajar. Misión cumplida
Rompenieves (Snowpiercer)
La cosa empieza como si Terry Gilliam hubiera formado parte del Disney de primeros ochenta, pero a medida que avanzamos por el tren y sus departamentos, va transformàndose en una peli más chiflada que la anterior y se convierte en una desacomplejada epopeya de ciencia ficción desalmada y profunda. Más de lo mismo, sí, pero bastante mejor que la mayoría.
Doomsday: El día del juicio
Siempre, siempre, debes poner una película de Neil Marshall en cualquier lista de género que se precie. Su segunda película tras la extraordinaria Dog Soldiers fue un fracaso precisamente por su visceralidad y ganas de rodar con un par de pelotas. Como suele suceder con este tipo de directores valientes, no cuajó nunca. Una pena.
Al igual que en el inicio de la saga Mad Max, Terminator empieza con una peli de terror, un slasher cibernético y un pellizco de paradoja que se explotará hasta el infinito posteriormente.
Una hostia seca con la mano abierta de un maldito cíborg.
Un futuro de mierda, unos personajes futuriblemente comprensibles, un juez (jurado y ejecutor) de la hostia… todo está bien en esta segunda traslación del universo 2000 AD que, como casi todo lo que es bueno en esto del cine, no funcionó en taquilla. Ejemplar.
Turbo kid
Digamos que, por las noches, las personas tenemos pesadillas, sueños húmedos, sueños raros, sueños locos, sueños que sabemos que lo son o sueños divertidos de esos de los que uno despierta entre carcajadas.
Turbo Kid es una mezcla de todos ellos con un acabado más que digno y toda la sangre que se ahorran los demás. Y qué musicote, por favor.
WALL·E
El tiempo pasa rápido, y el carismático robot de la factoría Pixar está a punto de cumplir una década de vida. A lo tonto y sin hacer ruido, el reflejo más realista al problema de obesidad que domina el mundo. Apocalipsis por colesterol. Obra maestra.
El amanecer del planeta de los simios (Dawn of the Planet of the Apes)
Que un blockbuster arranque con unas secuencias mudas que parecen de un documental lujoso de alguna cadena por cable multimillonaria ya sorprende. Que ahora la tortilla se haya dado la vuelta y seamos testigos del punto de vista interno de la comunidad simia es otro acierto.
Que un puto chimpancé de mentirijillas nos haga soltar lagrimitas cada 30 minutos, una putada.
Una ejemplar muestra de cómo no hace falta tener a los mejores actores del mundo para hacer de comparsas, pero tampoco a los peores. Una de las grandes fantasías de los últimos años.
1997: Rescate en Nueva York / 2013: Rescate en L.A. (Escape from New York / Escape from L.A.)
Las dos películas protagonizadas por Snake Plissken definien perfectamente dos épocas distintas y un mismo cinismo tras la dirección. John Carpenter decidió dar un paso más allá en su serie b y gastó cincuenta millones de dólares en la segunda parte. Digamos que entre las dos recaudaron ese dinero, así que otro ejemplo más de las espaldas que se encontraba el maestro del género en la taquilla. Obras maestras, claro.