Las 13 pesadillas más perturbadoras del cine
A veces son flashbacks, otras veces pueden ser flash forwards y, en ocasiones, distintos resultados a planes imaginarios, pero una buena pesadilla de esas que te hacen sudar se antoja indispensable en el cine. Sobre todo en el de terror.
Despertar sudando, sin poder distinguir si ese ambiente abominable pertenece o no a la realidad está a la orden del día en el cine fantástico. Llámalo advertencia, recordatorio, amenaza o residuo cerebral, las 13 pesadillas más perturbadoras del cine te harán sudar…
Las 13 pelĂculas más perturbadoras
Las 13 mutaciones genĂ©ticas más increĂbles del cine
Un hombre lobo americano en Londres (An American werewolf in London)
Esencialmente, un guiño al encanto discreto de la burguesía con David de vuelta a casa, seguro en su propia casa con su familia, hasta que su papá abre la puerta y es asesinado a tiros por lo que parece ser un grupo de gárgolas nazis antropomórficas que proceden a matar a todos en la casa, quemarla y cortar la garganta de David.
Como las buenas pesadillas del cine, es de las de despertar dos veces.
Pesadilla Elm Street
Claro, con ese título como para no salir en este artículo. Haciendo la transición de la realidad al sueño, Nancy sigue a su amigo recientemente asesinado al taller de Freddy en el sótano de la escuela. Wes Craven está ordeñando el surrealismo que puede emerger en los rincones oscuros del subconsciente. "¡Hey Nancy, no hay correr en el pasillo!” Pues eso.
Carrie
¿La madre de todos los sustos de final de función? Imposible no salir sudando horchata helada de la proyección de la primera adaptación de la primera novela del irrepetible Stephen King.
Como ya la tenemos muy vista os dejamos el final alternativo (y única cosa aceptable) del remake de 2013.
La Mosca (The Fly)
Cuando todo es maravillosamente repugnante en una película, si utilizas el recurso de la pesadilla esta debe ser absolutamente repugnante. Misión cumplida.
Arrástrame al infierno (Drag me to hell)
Este divertido retorno de Raimi a los lugares más entrañables de su filmografía es un divertido ejercicio de nostalgia de género que, cómo no, tiene su ración de susto pesadillesco.
Aliens
Un programa doble de pesadillas sobre la maternidad en las heroínas del género junto a La Mosca. Sí, Ripley tampoco se libró.
Cementerio Viviente (Pet Sematary)
La estupenda novela de Stephen King contó con una muy interesante adaptación que trasladaba el horror extremo en hora y media de festín de horreur de la vieja escuela. Sobre todo con los momentos de Zelda…
El Exorcista (The Exorcist)
El subconsciente es muy traicionero per se, pero si pasas el día ahuyentando demonios de cuerpos de jovencitas, el muy cabrón te provoca desasosiego sin necesidad de recurrir a grandes aspavientos. Puede que se la pesadilla más jodida del cine.
The Conjuring 2
Uno de los momentazos de la (mediocre) secuela del éxito de James Wan era, claro, una pesadilla que durante sus últimos frames te vuela la cabeza. Claro, el bicho se va a su propia peli.
El príncipe de las tinieblas (Prince of darkness)
John Carpenter, el maestro, se adelantó al found footage en una peli que, además, no lo necesitaba. Así son los genios.
La escalera de Jacob (Jacob’s ladder)
La película sobre terrores nocturnos más escalofriante de los ochenta. Pura maldad hecha celuloide.
El día de los muertos (Day of the dead)
Cualquiera de los episodios de la saga de Romero se merienda a esa famosa serie que tú ya sabes, y los cinco primeros minutos de la tercera parte pueden estar entre lo mejor y más elegante que ha rodado en su vida el tristemente desaparecido maestro George A. Romero.
Disfrútalos.
La pesadilla con más posibilidades de tornarse real. Por eso es la más aterradora.