Las mejores sagas de cine de terror: Evil Dead
En 1981 Sam Raimi apenas contaba con 21 años cuando decidió reformular para siempre la historia del cine de terror.
Con la iniciativa de aquellos que diez años antes habían teñido de crudeza y humillaciones dolorosas un género que necesitaba seguir avanzando, el bueno de Raimi se rodeó de un grupo de amigos sobradamente preparados y nos brindó un clásico por el que no pasan los años y que nosotros conocimos como Posesión Infernal, la peli con la portada más escalofriante que recordamos.
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Sí, podríamos decir que el subgénero de cabaña en el bosque lo inventó Sam Raimi aquí. Por ese se merece un puesto en nuestra selección de las mejores sagas de cine de terror: Evil Dead.
Posesión Infernal (The Evil Dead, 1981)
Su escaso presupuesto y un rodaje que se realizaba “cuando se podía” obligó a que algunas actrices fueran reemplazadas señores con peluca en algunas escenas. Detrás de sus rudimentarios efectos especiales, sobre todo en el veloz travelling, tenemos a los Coen corriendo cámara en mano. A los fallos de raccord tenemos a los Coen editando... y muchos más ingredientes que hacen de ella una experiencia inolvidable y más macarra que macabra. Evil Dead logra sobreponerse a todas sus presuntas desventajas gracias al ingenio de Raimi, a su ritmo, su sentido del humor y a que, joder, DA MIEDO.
Terroríficamente Muertos (Evil Dead 2, 1987)
Evil Dead 2 es más o menos el Evil Dead original con más dinero, más risas, más gore y una inyección de ritmo a tener en cuenta. Es una fiesta a la que Raimi invita con barra libre ilimitada.
Donde el Evil Dead original podía llegar a tambalearse, Evil Dead 2 simplemente se mantiene en el camino con el pie bien clavado en el acelerador.
Es la comedia de terror definitiva, cada vez más ridícula y demencial. El estilo y la dirección de Raimi están mucho más afinados en esta película y muestran un gran talento en plena forma.
Evil Dead 2 es una locura cinematográfica sin complejos que te hará reír, poner carusas, saltar y gritar mientras seguimos a ese Ash de Bruce Campbell en un viaje al infierno que nunca olvidarás.
El Ejército de las Tinieblas (Army of Darkness, 1992)
Cerrar la trilogía en apenas 80 minutos (el montaje del director alcanza los 96 minutos) es de valientes.
Puede que El Ejército de las Tinieblas pierda parte de la estética de terror puro de las entregas anteriores, pero el cambio se utiliza como un medio para abrazar la pura aventura demoníaca de estar ambientada en la Edad Media y añade unos demonios tan poderosos como los presentados aquí: pura alegría demoníaca de principio a fin.
El compromiso de Bruce Campbell con su papel después del original es increíble. No solo vende la estética del "badass", es que se convierte en rey del slapstick.
Raimi ya había demostrado ser un director y escritor increíblemente rico y variado, pero ahora se permite mostrar más habilidades más allá de lo gore, con increíbles secuencias de efectos especiales artesanales.
Posesión Infernal (Evil Dead, 2013)
Evil Dead da un poco menos de lo que promete en su prólogo, tan original y cañero como anecdótico y tramposo al final.
Con todo, atmósfera, sobresaltos y violencia gore hay para regalar.
Làstima que al final se recuerde como una visita a la casa del terror y no trascienda demasiado.
Pero bien, eh, que esto podía haber sido una tragedia. Fede Alvarez ha demostrado que es un tío al que tendremos que seguir de cerca.